Relaciones: La Co-dependencia como fuga de sí mismo
por Simone Arrojo em STUM WORLDAtualizado em 09/01/2008 16:11:04
Traducción de Teresa - [email protected]
Muchas veces, dedicamos el 100% de nuestras vidas en favor de otra persona, considerando que estamos haciendo el bien al ayudar a otro ser humano y no nos damos cuenta de que esa ayuda puede ser, sí, nada más, que una evasión de ejercer la responsabilidad sobre nuestras propias vidas. Es más fácil cuidar y ayudar al otro que ayudarnos. Entiende que la ayuda a la que me refiero no es esa ayuda saludable de intercambio, es la ayuda dedicada, enfermiza, mórbida, castradora, en la cual uno ayuda y el otro absorbe. Es el famoso dar el pez sin enseñar a pescar.
Pero ¿por qué nos envolvemos en situaciones así? ¿Por qué tenemos siempre alrededor situaciones de dependencia tan grande, que parecen hacer que nuestra vida no sea solamente nuestra?
La metafísica estudia la realidad más allá de ella misma, qué es lo que está detrás de las intenciones y los acontecimientos que, aparentemente, constituyen situaciones repetitivas, crónicas y difíciles de entender.
Co-dependiente no es tan sólo aquel que se siente dependiente, sino también aquel que coloca al otro como dependiente. La vida de un co-dependiente gira en torno al otro. Es un ciclo tan complejo que, hablando en lenguaje popular, une lo útil a lo agradable. La co-dependencia existe entre la víctima y el verdugo, la víctima y el salvador.
El co-dependiente es aquel que echa toda la culpa de su vida al otro a quien ayuda. Citaré algunas situaciones cotidianas que muestran la realidad superficial y la realidad metafísica.
SITUACIÓN 1:
Realidad Superficial: Mujeres que no se realizan profesionalmente porque consideran que son madres y asumen esa condición de tal forma que no permiten que les quede tiempo para ser profesionales, deportistas, cantantes, etc.
Realidad Metafísica: Esas mujeres, muchas veces, no creen en su potencial profesional, se sienten culpables cuando hacen algo que les proporciona placer y acaban enmascarando esos diversos miedos instalándose en situaciones de co-dependencia.
SITUACIÓN 2:
Realidad Superficial: Hijos que no se casan o no salen de casa, pues tienen padre o madre enfermos para cuidar.
Realidad Metafísica: Generalmente son personas que por algún motivo no quieren tener una relación afectiva seria y agencian “disculpas” para que eso no ocurra.
Nosotros creamos la realidad en nuestra vida conforme a nuestras creencias, miedos y motivaciones.
Estos son apenas algunos ejemplos de situaciones en que nos colocamos como víctimas y co-dependientes, pero que en realidad es una simple huida de nuestra propia voluntad y compromiso de ser felices, de sentirnos realizados.
Los que están en situación de co-dependencia huyen de la libertad, del libre albedrío de ser personas felices a su modo. No asumen que son, muchas veces, distintos de los familiares o no quieren ejercer o ser aquello que sus padres han soñado.
El universo o la vida nos protegen de aquello que tememos y nos ponen en situaciones para aliviar nuestros miedos. Si tienes miedo de relacionarte sentimentalmente con alguien, seguramente habrán de aparecer siempre obstáculos para que esto no ocurra. Si una persona no asume que no quiere tener ninguna relación seria con otra persona, acaba atrayendo a personas casadas o que no puedan asumir compromiso alguno.
Por tanto, la co-dependencia debe ser analizada con mucho cariño. Si nos sentimos sujetos a alguien y colocamos nuestra vida en manos de esa persona es una gran señal de que estamos huyendo de nuestro propósito de vida, de nuestra alma y de nuestro placer mayor de realizar cosas únicas aunque acompañados.
Lo contrario del co-dependiente no es el solitario; es el individuo viviendo e interactuando en compañerismo con otros. La dependencia deteriora el alma, pues niega sus valores. Es preciso mucho coraje para observar y asumir todos los valores intrínsecos de cada uno de nosotros. Somos como el hueso de un aguacate, que tiene todo el potencial para convertirse en árbol y dar muchos frutos, pero tenemos que creer en ello y proceder con mucho amor en bien de nuestro desarrollo.