Lecturas de Metro y las mujeres de 50 años
por Adília Belotti em STUM WORLDAtualizado em 09/03/2008 12:45:12
Traducción de Teresa - [email protected]
Me encantan los tabloides, aquellos periódicos pequeñitos, que caben en la mano y se combinan con trenes, metros, aviones, andanzas en general.
Y en el Metro News, que recojo amaneciendo en las señales (¿Semáforos? ¿Faroles?) de São Paulo, leo: “La mujer de 50 no se avergüenza de la edad”… Entonces ¿no es esta una excelente noticia?
Una encuesta hecha con 1450 mujeres de Estados Unidos, Canadá, Méjico, Reino Unido, Italia, Alemania, Francia, Japón y Brasil, coordinada por dos profesoras de la London School y por el Longevity Center de los EUA, ha revelado que el 93% de las mujeres entre 50 y 64 años consideran que es hora de que las personas abandonen algunas visiones muy estereotipadas de las mujeres de mediana edad y abran los ojos a una nueva realidad: las mujeres de esta franja de edad sienten, sí, mucho orgullo de su edad.
Para ellas, los medios de comunicación aún están sujetos a un concepto envejecido de mujer: “no disfrutan del sexo”, “no hacen nada de la vida”, “no les preocupa la apariencia física”, “no flirtean”… ¡nada de esto es verdad! Incluso la idea de que a las mujeres no les gusta revelar su edad está siendo repensada por esta leva de nuevas mujeres: al 94% no le importa nada participar la edad.
Recuerdo los últimos renglones del lindo libro de Clarisa Pinkola Estés, A Ciranda das Mulheres Sábias (La Rueda de las Mujeres Sabias), publicado por la editora Rocco:
A pesar de nuestros apegos actuales,
de nuestros resentimientos, dolores,
choques, realizaciones, pérdidas, ganancias, alegrías,
el lugar que anhelamos es aquella tierra psíquica habitada por los viejos,
aquel lugar donde los humanos aún son tan peligrosos como divinos,
donde los animales aún danzan,
donde lo que se derriba crece nuevamente,
y donde las ramas de los árboles más viejos florecen por más tiempo.
La mujer oculta que preserva la espoleta dorada conoce ese lugar.
Ella lo conoce.
Y tú también.
Hoy por la noche voy a encender una vela, abrir una botella de vino y hacer un brindis por esas “nuevas mujeres” y una oración para que todas nosotras podamos envejecer así, con gracia y belleza…
