Que representan los pulmones?
por Conceição Trucom em STUM WORLDAtualizado em 23/06/2008 13:51:44
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Problemas en los pulmones representan el miedo de ser digno, de vivir plenamente
La respiración es la fuente de energía vital que nos mantiene vivos. Sin oxígeno por mas de tres minutos la vida acaba.
Ella es también la principal fuente de nutrición – sustentación - de nuestro cuerpo emocional. O sea, a través de la respiración plena, podemos conquistar un estado de serenidad y relajación emocional, de equilibrio energético.
Entretanto, la familiaridad y la falta de conciencia genera indiferencia. Nos acostumbramos con el aire, que es tan esencial; pero, por ser invisible y gratuito, no le damos el debido valor e importancia. Oxígeno es tanto o más alimento que la comida y el agua que ingerimos.
Para inspirar y expirar aproximadamente 22.000 veces por día; son necesarios dos pulmones, 24 costillas, los músculos entre las costillas, los del cuello, los pectorales, los abdominales, el diafragma aparte de venas, arterias y tejidos saludables envolviendo esa estructura. Todo esos e mueve constantemente, sin que lo percibas.
Metafísicamente, existe una relación con la capacidad de absorber la vida y entregarse. Esta relación se refiere al proceso de intercambio, al acto de dar y recibir.
Respirar inadecuadamente rebela tristeza, depresión y sufrimiento; miedo a la vida y de poner oxígeno (combustible) para vivir. Subliminalmente es algo como nos sentirse digno de vivir plenamente la vida, de intercambiar, de fluir con la vida. Una neumonía, por ejemplo, puede rebelar cansancio y desesperación de la vida, con heridas emocionales que no reciben permiso para curarse.
Los pulmones funcionan a partir de la duplicidad y la sociedad, motivo por el cual su pleno funcionamiento depende de la sanidad e intercambio de nuestras relaciones e intercambios afectivos.
Ellos son considerados los grandes órganos de contacto, porque poseen una superficie interna que mide cerca de 70 metros cuadrados. Diferente de la piel, el contacto en los pulmones es indirecto y sutil, sin embargo, compulsivo, a través de la respiración. En la piel podemos, pero en los pulmones no podemos impedir este contacto. La tentativa de impedirlo causa falta de aire o espasmos, como sucede en los casos alérgicos.
Físicamente, dificultan el pleno funcionamiento de los pulmones: alimentos muy industrializados, polución atmosférica, humo de cigarrillo y otros, ambientes aromatizados o con bajo nivel de higiene y ambientes sin ventilación natural o con ventilación artificial.
A parte de eso, la falta de actividad física, que es un estímulo natural de la respiración y la tonicidad de todo el sistema respiratorio, irá a reducir el número de mitocondrias en todas las células del organismo; disminuyendo, por tanto, la energía vital y la vitalidad de la persona como un todo.
En lo emocional, entramos en un “círculo vicioso”, pues los bloqueos emocionales disminuyen la amplitud y el ritmo respiratorio, provocando una desnutrición energética, que irá a perpetuar, ampliar y multiplicar los bloqueos emocionales.
Como podemos ser cómplices de una transformación? Cambiando nuestros hábitos; desde los alimentarios hasta la mayor movilización corporal. Es prudente también evitar al máximo exponerse a los ambientes demasiado contaminados (físico, mental, emocional y espiritual).
Muchas de las substancias nocivas que se encuentran temporalmente dentro del cuerpo humano necesitan ser eliminadas por las mucosas respiratorias con el aire que expiramos. Mientras tanto, nosotros de la sociedad “moderna” y acelerada, inspiramos solamente 30% de lo que deberíamos y, peor todavía, expiramos menos de lo que inspiramos; o sea, no ponemos para afuera de los pulmones el suficiente gas carbónico (CO2) y otras toxinas gaseosas que deberíamos.
El CO2 no expirado acaba por disolverse en la sangre y transformándose en ácido carbónico, manteniendo la sangre, el fluido que irriga todas nuestras células vivas, en un patrón ácido que intoxica, excita y dificulta la sanidad y armonía metabólica y mental.
Cuidados de sentido común:
Practicar una dieta rica (50% mínimo) en alimentos crudos, frescos, integrales, con elevado tenor de fibras y sustancias antioxidantes, lógicamente exentos de agrotóxicos;
Hacer uso diario de los jugos de la “alimentación desintoxicante” y consumir cerca de 2 litros de líquidos entre jugos, té y agua;
Practicar ejercicios de reeducación respiratoria y actividad física;
Hacer uso de sinergias de aromaterapia en los lugares de mayor permanencia;
Practicar un baño de ofuro o sauna una vez por mes.
Texto extraído del libro Alimentación desintoxicante – como activar el sistema inmunológico – Conceição Trucom – Editora Alaúde. Se recomienda su lectura completa, lo que posibilitará la práctica de esta filosofía de vida con consciencia y responsabilidad.