El Reiki y el Cuerpo
por Rita Barreto em STUM WORLDAtualizado em 05/09/2007 11:55:52
Traducción de Teresa - [email protected]
El Maestro Jesús decía que Luz es el espíritu infinito que habita cada molécula de la creación, por lo tanto, luz es vida, armonía, salud, equilibrio y paz.
El Reiki es canalizado por la intención del reikiano, que, a través de sus manos encamina la energía vital universal hasta el receptor. Esta energía encaminada funciona como catalizador de la vida, actuando en el cuerpo físico, al igual que en todos los niveles del Ser:
En el nivel físico:
Nuestros órganos son alimentados por canales energéticos invisibles (y no solamente por vasos sanguíneos), llamados Meridianos, Nadis o Chakras. Ellos conectan el cuerpo interior con el cuerpo exterior, y la energía vital fluye a través de ellos. Cuando ocurre algún tipo de desarmonía a lo largo del Meridiano, ésta se manifiesta en el órgano correspondiente. La correcta aplicación del Reiki en los sistemas de Chakras a partir de los siete principales (básico, sacro, plexo solar, cardíaco, laríngeo, frontal y coronario), hace que entren en alineamiento correcto, bien curando sus lesiones, bien nutriendo cada órgano correspondiente. Puedes servirte de las informaciones acerca de los Chakras para orientarte dentro del tratamiento, recordando que el más importante aspecto a considerar es la amorosa intención de quien lo aplica. Cuando procedemos con intención, ya estamos en sintonía con el blanco, en este caso el receptor de la energía Reiki. La intención abre caminos en la consciencia del otro, recibiendo o transmitiendo energía con base en el principio de resonancia, AQUÍ y AHORA.
En el nivel Emocional:
Cuando el flujo vital es caótico o interrumpido, el resultado aparece como pensamientos y creencias negativos, dogmas limitadores e incapacidad para lidiar con las situaciones.
En el nivel Espiritual:
Auxilia en la reconexión de nuestra Alma con la Matriz de la Creación (Dios). El Reiki en nuestro cuerpo actúa como “motor de arranque” para esa capacidad auto-curadora que nos es inherente, que existe en cada uno de nosotros, representando, con certeza, el verdadero y único proceso de cura.
El Reiki es por tanto una poderosa herramienta de cura del Tercer Milenio, permitiendo la cura a través de la Energía Universal que está disponible en cada momento y lugar, siendo posible proporcionar ayuda aunque el receptor se encuentre al otro lado del mundo…
NAMASTE (El Dios que existe en mí saluda al Dios que existe en ti)