El Desprendimiento
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 03/01/2008 19:55:02
Traducción de Teresa - [email protected]
Desprenderse es la actitud de desistir de algo, desligarse, desapegarse. Y, por más paradójico que pueda parecer, esta es una postura fundamental para alcanzar algo que deseamos mucho, o sea, para que yo consiga realizar mis deseos debo desprenderme de ellos, abandonarlos y entregarme a lo desconocido.
Este ejercicio es bastante difícil, visto que la mayoría de nuestros deseos está relacionada con nuestro pasado reciente o con el más distante. Y el desprendimiento exige de nosotros una entrega total al futuro y a la incertidumbre que éste conlleva.
Sin embargo, si conseguimos realizar ese cambio, estaremos entrando en el campo de las infinitas posibilidades y, consiguientemente, en la esfera del espíritu creativo universal.
La dirección de estas dos posturas, la del apego y la del desprendimiento, está determinada por la energía que gobierna nuestras vidas: la primera está motivada por el ego y la segunda por nuestro Yo Divino, aquel que conoce toda la potencialidad existente en el Universo y los medios para alcanzarla.
Es fundamental que tengamos claro lo siguiente: desprenderse no significa desistir de nuestras intenciones o de aquello que deseamos. Debemos, eso sí, desprendernos de nuestra ligadura obsesiva con el resultado esperado. Es esta obsesión lo que aleja de nosotros la consecución de lo deseado.
El caso es que el desprendimiento se fundamenta en algo esencial que es la fe incuestionable, la certidumbre de que el Universo nos traerá aquello que deseamos, siempre que nuestro deseo esté en consonancia con las leyes divinas y con nuestro proceso evolutivo.
Visto que la mayor parte de nuestros deseos se encaminan hacia bienes materiales, que se constituyen en símbolos de poder muy valorados por la sociedad, tenemos gran posibilidad de ver frustradas nuestras expectativas, ya que los objetos de deseo material son rápidamente sustituidos por otros, tan pronto como los conquistamos. La vida se convierte, entonces, en una búsqueda incesante de satisfacción inmediata de deseos vacíos de significado.
No obstante, si aprendemos a enfocar nuestros deseos no en la conquista material pura y simple, sino en la abundancia que resulta de nuestra realización interior, estaremos mucho más próximos a alcanzar la plenitud.
Vivenciar ese estado requiere de nosotros ante todo una intimidad absoluta con la incertidumbre.
Al desear la seguridad absoluta, principalmente en términos financieros, estamos alimentando una expectativa irreal. Visto que la inseguridad, el miedo y la falta de fe son estados interiores, éstos seguirán presentes en las personas que los cultivan, incluso aunque alcancen la tan soñada seguridad material o el gran amor con que han soñado.
Por tanto, liberarse de estos estados interiores exige una entrega voluntaria a la inseguridad, a la incertidumbre y a lo desconocido. Algo que para algunas personas parece aterrador, pero que, si afrontado, puede aportar modificaciones profundas y un verdadero renacimiento interior.
Flexibilidad, apertura hacia lo nuevo, dejar fluir, son las principales actitudes a cultivar para atraer la realización de aquello que deseamos, y el camino acertado hacia la libertad, hacia la liberación de todo cuanto nos hace prisioneros de un estado de miedo y de ansiedad.
“Cuando aceptas el desafío de un determinado método difícil, tú creces. Algo fácil no es necesariamente bueno. Algo puede parecer fácil, pero no fuerza cualquier modificación en ti.
Te permite ser como eres, pero entonces no tiene sentido. Todo el sentido está en crear algo en ti, más grande que lo que tú eres; algo en ti, más profundo que lo que tú eres. Todo esfuerzo es para ayudarte a ir un poco más allá de ti mismo. Una cosa es fácil cuando se ajusta a ti. Una cosa es difícil cuando tienes que ajustarte a ella. Así, recuerda siempre que el camino es arduo. No hay atajos. Todo el mundo llega por un camino arduo. Cuando alguna cosa se vuelve muy fácil, ve en busca de algo arduo nuevamente. Caso contrario, vivirás convenientemente, morirás convenientemente, pero nada habrá ocurrido. Sigue a la búsqueda de nuevos desafíos. Sigue mirando a lo más alto. Aunque parezca imposible de alcanzar, eso te ayudará a crecer. La propia visión de algo grandioso inmediatamente empieza a transformarte. Empiezas a volverte más grande incluso con un sueño de algo grandioso. Así, nunca te acomodes con lo fácil. Las personas tienden a acomodarse muy fácilmente y entonces, naturalmente, el crecimiento se detiene... Así, nunca pierdas cualquier desafío. Y si no existe cualquier desafío, crea uno. Crea incluso barreras y obstáculos, ellos te ayudarán. Ellos te harán más fuerte.”
Osho.