Volando por el cielo de Athor con el Sabio de las Estrellas II
por Wagner Borges em STUM WORLDAtualizado em 22/04/2008 13:29:54
Traducción de Teresa - [email protected]
En alas del viaje espiritual, me suelto en el espacio.
Libre del peso de la carne alzo el vuelo alegremente.
Me acuerdo de los iniciados egipcios:
Yo, cual pájaro, doble en el aire, iniciado en la noche.
La Diosa Hator me llama en las corrientes de aire nocturnas.
En lo alto, dos grandes ojos velan por mí.
Abajo, el mundo de las experiencias temporales.
En mi corazón, la alegría de la libertad.
Ah, ese viaje espiritual, rendija por donde el vuelo se cuela…
Desprendimiento extra-físico natural, arte del espíritu, emancipación del alma.
¡Yo, en el aire, en doble, tal como el pájaro en los aires de Athor!
Arriba, los ojos; abajo, el mundo; dentro del corazón, la lucidez.
En medio de la noche estrellada, yo fluctúo, cual pluma de Maat.
El universo es mi testigo: mis motivos son justos.
En el aire, entre el Cielo y la Tierra, vuelo con el corazón, en alas de la plegaria.
En lo Invisible, los guías secretos; en la Tierra, el cuerpo; y yo, cual pájaro.
Mientras estoy fuera, mi cuerpo parece una momia que respira despacio.
La linterna a mis pies proyecta hacia abajo rayos plateados…
Bajo el haz de luz plateada, el cuerpo respira y vive.
Arriba, en doble, en el aire, yo respiro la luz de las estrellas.
Recuerdo la sabiduría hermética: “¡El Todo está en todo!
Lo que está arriba es como lo que está abajo;
Lo que está abajo es como lo que está en lo alto;
En el milagro de una sola cosa: el equilibrio.”
¡Ah, Thot! Gracias por las enseñanzas estelares.
Yo soy como pájaro espiritual en la noche, con motivos justos.
Pero mis alas son de luz, como las alas del universo.
Y mis testigos son las estrellas.
¡Que Amón-Ra me guíe en las jornadas espirituales!
Paz y Luz.
- Notas de la Cosmogonía Egipcia:
Pájaro-alma: por metáfora, es el iniciado que se proyecta fuera del cuerpo físico, para aprender y trabajar en los planos invisibles, siempre bajo la supervisión de los hierofantes y de los maestros invisibles. Al salir del cuerpo, está revestido por un vehículo de luz, un doble, representado esotéricamente por la figura de un pájaro con cabeza humana. Algunos estudiosos espiritualistas han asociado ese doble al principio vital, al que los egipcios llamaban ‘Kha’. Otros lo han asociado a “Ba”, el alma.
En realidad, la manera como los egipcios clasificaban a los vehículos de manifestación de la conciencia es bastante compleja y diferente de otros contextos espiritualistas. Para hacernos una idea general, ellos dividían al ser en ocho partes.
A fin de enriquecer esta aclaración, reproduzco a continuación algunas informaciones históricas, extraídas de historianet, una excelente Web de Historia en Internet:
https://www.historianet.com.br/home/
La sección específica sobre la religión egipcia, de donde está extraído el fragmento que figura más abajo, es https://www.historianet.com.br/conteudo/default.aspx?codigo=673
El hombre egipcio y su conceptuación:
“La religión egipcia elabora un concepto complejo, y sofisticadísimo, para entender/explicar la naturaleza del hombre que, según ella, se compone de 8 partes:
“El cuerpo físico era el CAT, ligado a ese CAT estaba el doble del hombre, el CA (Kha), cuya existencia es independiente del CAT, pudiendo ir a los lugares que quiera; las ofrendas son para alimentar el CA que come, bebe y gusta del aroma del incienso. Llamaban al alma BA que es algo sublime, noble, poderoso. El Ba vivía en el CA y tenía forma y sustancia, y en los papiros aparece como un halcón con cabeza humana. El corazón, AB, era la sede de la vida humana. La inteligencia espiritual, o espíritu del hombre, era CU y era la parte brillante y etérea del cuerpo, y vivía con los dioses en el cielo. Otra parte del hombre que, también, iba al cielo era el SEQUEM, que era su fuerza vital. Otra parte del hombre era el CAIBIT, o sombra, siempre considerada cercana al alma, el BA. Por fin, tenemos el REN que es el nombre del hombre y una de sus partes más importantes, pues si se eliminase el nombre, se podría destruir al hombre. O sea, el hombre estaba constituido por cuerpo, doble, alma, corazón, inteligencia espiritual, poder vital, sombra y nombre, y estas 8 partes podrían reducirse a 3: cuerpo, alma y espíritu, dejando a un lado las otras 5.”
En la V dinastía (3.400 a.C.) se afirmaba de modo preciso:
“El alma para el cielo y el cuerpo para la tierra.”
*Hierofante: dentro del contexto esotérico, es el maestro que toma bajo su guarda al neófito (novato), y supervisa sus pruebas iniciáticas y su desarrollo consciencial.
*Maat: la diosa de la justicia; por metáfora, muchas veces está representada por un par de alas (o apenas una pluma de ave), simbolizando que ella paira por encima del mundo, atenta a todas las cosas que los hombre piensan, sienten y hacen en sus vidas.
*Toth: el escribano de los dioses; el sabio venido de las estrellas para enseñar a los hombres de buena voluntad; el gran maestro de las iniciaciones del antiguo Egipto; posteriormente, los griegos pasaron a llamarle Hermes Trismegisto, el tres veces grande.
*Hator (o Athor); la Madre Celestial; la diosa de la noche, la señora de los vientos nocturnos.
Para quien guste de leer sobre el contexto iniciático del antiguo Egipto, sugiero la lectura de estos tres libros:
- “A Ciência Secreta” (La Ciencia Secreta) – Henri Durville – Vol. 1 y 2 – Editora Pensamento.
- “O Egito Secreto” (Egipto Secreto) – Paul Brunton – Editora Pensamento.
- “Ensinamentos Extrafísicos e Projetivos” (Enseñanzas Extra-físicas y Proyectivas) – Sanat Khum Maat/Wagner Borges – Editora Madras.
*Para enriquecer aún más estos escritos, reproduzco a continuación la primera parte de este texto, extraída de mi libro “Ensinamentos Extrafísicos e Projetivos”. Es el que aparece a continuación.