Pacto con la Vida
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 10/07/2008 14:29:36
Traducción de Teresa - [email protected]
Libérate de situaciones antiguas y permítete enamorarte de ti mismo
“Un desarrollo del pensamiento psicológico aliado a los fundamentos de la Bioenergología”.
La responsabilidad que tenemos al nacer ya sería lo bastante por si sola para que desistiésemos de esta jornada – si no fuese por una cuestión básica que a todos seduce – que es la posibilidad creativa de nuestra expresión en este plano tridimensional.
¡Entrar en contacto con toda esta potencia de realización creativa parece ser el punto central para colocarnos en una posición extremadamente positiva, promoviendo un pacto con la vida!
Siempre que deseamos algo, simultáneamente diseñamos en nuestra mente una “conversación” que dura exactamente el instante del modelado de nuestros intentos.
Al sentirnos plenamente capaces de crear nuestras realidades aquí en la tierra, rescatamos el verdadero sentido de nuestra existencia como fuente de investigación, experimentación y exploración en una visión dinámica, placentera y actualizadora.
Sentirse vivo es hacer valer esta necesidad de expresión que todos nosotros tenemos.
El resultado final siempre será un reflejo y una relectura de cada momento vivido por un yo que se capacita más y más con cada experiencia vivida; donde el yo consciente integra lo antiguo en lo nuevo, ya percibiéndose en un tiempo futuro cuando seguramente habrá de estar haciendo nuevas y creativas síntesis de si mismo.
Pienso que este tipo de movimiento, si lúcido, sería una de las máximas de la conciencia libre, autogeneradora de su propia existencia. Lugar donde bajo ninguna hipótesis cabrían quejas o victimismo en cuanto a la vida que se vive.
En la historia de la humanidad, las personas están muy mal acostumbradas cuando se callan ante la sombra de un objeto proyectado por sus mentes, se asustan por vislumbrar que el tiempo todo están creando sus propias realidades y erróneamente atribuyen sus responsabilidades al Karma… A la ley del destino, etc., etc.
Es bien cierto que hay situaciones – y no pocas – en que por defensa de nuestra propia supervivencia psíquica, acabamos por encapsular experiencias de vida que en esa época podrían haber sido demasiado fuertes para soportarlas.
La cuestión es que al encapsular nuestras vivencias nos equivocamos, considerando que han dejado de existir, pero lo que ocurre en verdad es que las vivencias encapsuladas permanecen en una actuación tipo bumerán… Arrojamos lejos el dolor y cuando menos lo esperamos somos “acometidos” por escenarios supuestamente diferentes, pero que reeditan el dolor anterior no procesado. La vida anda, el tiempo pasa y permanecemos con aspectos nuestros parados en el tiempo, gastando una enorme energía intentando ininterrumpidamente guardarlos a fin de que estén oscuros para nosotros mismos.
Véase qué interesante, muchas veces pacientes míos llegan a la consulta con este tipo de cuestiones encapsuladas, ya pseudo-resueltas, pero aún no se han contado a si mismos que en esta época de su vida están más fortalecidos en otras áreas de si mismos y ya pueden lidiar mejor con algunas situaciones difíciles del pasado. Muchos pacientes también se fortalecen durante el proceso terapéutico y descubren que existían puntos/vida importantes que estaban represados y pseudo-olvidados.
Tú puedes en este momento estar preguntándote cuál sería el resultado de esta auto-búsqueda terapéutica…
El resultado es más vida dentro de la propia vida, ésta más colorida y mucha, mucha más autonomía para existir.
