En busca de la felicidad
por Vilma Ruho em STUM WORLDAtualizado em 30/08/2008 09:58:34
Traducción de Teresa - [email protected]
Buscando la clave de la felicidad, corremos de un lado para otro.
Esperamos que todo cuanto nos preocupa se resuelva en un pase de magia y afirmamos que la vida sería tan diferente, si por lo menos fuésemos felices.
Y así, unos huyen de casa para ser felices y otros huyen a casa para ser felices.
Unos se casan para ser felices; otros se divorcian para ser felices.
Unos hacen viajes carísimos para ser felices; otros trabajan más allá de lo normal para ser felices.
Nunca la luna está al alcance de la mano. Nunca el fruto está maduro. Nunca el vino está en su punto.
Alegrías, sombras, lágrimas. Nunca estamos satisfechos.
Sin embargo, hay una forma mejor de vivir...
A partir del momento en que decidimos ser felices, nuestra búsqueda de la felicidad llega al fin.
Es cuando nos damos cuenta de que la felicidad no está en la nueva casa, en el nuevo coche, en aquella carrera, en aquella persona, y por increíble que parezca, jamás está a la venta.
Cuando no logramos hallar satisfacción dentro de nosotros para tener alegría, estamos condenados a decepción, disgustos, dolencias.
La felicidad no tiene nada que ver con el conseguir.
Consiste en satisfacernos con lo que tenemos y con lo que no tenemos.
Para un hombre sabio, pocas cosas son necesarias para la felicidad. Lo poco a él le satisface, al igual que ninguna fortuna satisfaría a un inconformado.
Las necesidades de cada uno de nosotros son pocas.
Mientras tengamos algo que hacer, alguien a quien amar, algo que esperar, seremos felices.
Has de saber que: La única fuente de felicidad está dentro de nosotros, y ha de ser repartida.
Repartir nuestras alegrías es como esparcir perfumes sobre los demás: siempre algunas gotas acaban por caer sobre nosotros mismos.