Atiende a tu vida
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 04/09/2015 14:59:30
por Tom Coelho - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
“La mayoría de nosotros prefiere mirar hacia fuera
y no hacia dentro de sí mismo”.
(Albert Einstein)
Observa la llegada de la prueba de los 100 metros en el Mundial de Atletismo de Pekín, en la cual el jamaicano Usain Bolt venció al norteamericano Justin Gatlin por tan sólo una centésima de segundo.
Mientras que Bolt proyecta la cabeza hacia delante, en la línea de llegada, Gatlin la inclina hacia la izquierda, posiblemente intentando observar con visión periférica el desempeño de su adversario.
Es evidente que la ínfima diferencia de tiempo que determinó campeón y segundo colocado resultó de aspectos diversos, desde la largada, con el tiempo de reacción en la salida de los bloques, pasando por el desempeño durante la fase de aceleración hasta la llegada. No obstante, es posible que el norteamericano ganase aquella última centésima si se hubiese enfocado exclusivamente en sí, en vez de preocuparse con su competidor…
Esto remite a una lección válida para todos nosotros, tanto en la vida personal como en la profesional: mira menos a los lados y trata de atender a tu propia vida para alcanzar el anhelado triunfo.
En el mundo corporativo es muy común ver a la envidia preconizar cuando alguien recibe un elogio o una promoción. Lo que podría funcionar como inspiración, ofreciendo lecciones a compartir para el desarrollo personal de todos, alimenta una conducta egoísta, provocando reflexiones como “¿Por qué no he sido yo esa persona contemplada?”, o peor aún, “¡Esta persona no merecía tal reconocimiento!”.
Por eso, acuérdate de lo siguiente. Aprende a mirar hacia delante, vislumbrando tu futuro, pues allí es donde pasarás el resto de tu vida. Imagínate uno, cinco, diez, veinticinco años más adelante y responde a ti mismo qué estarás haciendo, quién estará a tu lado, cuáles serán tus logros y, fundamentalmente, cuál es el legado que estás construyendo.
Es válido también mirar eventualmente hacia los lados, siempre que sea para aprender con tus pares y, de esta forma, impulsar tu trayectoria.
Pero jamás olvides mirar hacia atrás, no con el propósito de contemplar de forma melancólica el pasado (dice un proverbio ruso que “añorar lo que ya pasó es correr tras el viento”) pero sí de observar cuánto camino llevas ya recorrido, enalteciendo tus victorias, saboreando los frutos de tu evolución, aprendiendo a dejar atrás todo lo que no necesitas llevar contigo, como amarguras, resentimientos y frustraciones.
¡Escucha tu intuición y sigue a las pulsaciones de tu corazón!
