5 claves poderosas para combatir el hambre emocional
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 09/10/2014 12:26:42
por Maria Paula Alvim Machado - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Sabías que la pérdida permanente de peso depende de tu salud espiritual, mental, emocional, además, claro está, de la salud física? Nuestro modo de lidiar con la comida es el mismo que empleamos para lidiar con la vida.
Ahí van 5 claves que, utilizadas con constancia y persistencia, te ayudarán a liberarte del hambre emocional.
Clave 1 - Conoce tus Detonadores
El hambre emocional es el principal motivo de fallo en las dietas. Las dietas no modifican las emociones. Las personas recurren a la comida en los momentos de tedio o vacío interior, tristeza, ansiedad, cansancio, soledad e incluso alegría.
Para devolver la comida al lugar que debe ocupar en tu vida, es preciso comprender qué sentimientos, pensamientos y situaciones son los detonadores, es decir, te llevan a comer sin hambre.
Haz una especie de diario anotando, cada vez que exageras en la alimentación, cuáles son tus sentimientos en aquel momento y en los instantes precedentes.
Cada vez que abras el refrigerador o la puerta de la despensa, pregúntate a ti mismo: "¿El hambre que tengo es de comida o de algo más?" "¿Qué es lo que siento o necesito en este momento? ¿Qué otra cosa puedo hacer para suplir esta necesidad o sentimiento?"
Presta atención a las horas y situaciones en que comes más allá de lo necesario. ¿Es cuando tu jefe te da más trabajo y no eres capaz de decir no? ¿Es cuando estás aburrida ante la TV? ¿Es cuando llegas a casa al final del día, exhausto? ¿O es en los fines de semana cuando te sientes solitario o tienes una vida social demasiado activa?
Al tomar conciencia de tus detonadores, traza una estrategia anticipada sobre qué hacer. Por ejemplo, para sustituir la alimentación por tedio, puedes proponerte hacer algo que te mantenga ocupado cuando se presente ese sentimiento (hablar con alguien por teléfono, ordenar un archivo o un armario, etc.). Si te sientes ansioso a causa del exceso de trabajo ¿qué tal dar una vuelta cuando se presenta el deseo de comer? Haz uso de la imaginación, para cada uno y cada situación funciona una estrategia diferente.
Clave 2 - Incrementa las actividades que te dan placer
Para muchos, la comida es la principal fuente de consuelo. Y funciona: es rápido y fácil. Desgraciadamente el coste es alto: kilos de más, culpa, mengua de la autoestima, aparte de los innumerables problemas de salud, claro. Para devolver a la comida la función de nutrición y combustible, tienes que encontrar otras actividades que te proporcionen placer.
Haz una lista de las 10 cosas que puedes hacer en vez de comer. Deja esa relación a la vista, para que puedas alcanzarla rápidamente cuando el deseo se presente. Siempre que logres debelar la compulsión, ésta perderá su fuerza cada vez más.
Nosotros condicionamos el cerebro por la repetición; siendo así, repite el nuevo comportamiento hasta que se convierta en un nuevo hábito. El auto-conocimiento y la auto-consciencia son sólo los primeros pasos para el cambio. Si deseas obtener resultados diferentes a lo que tienes hoy, es preciso que hagas cosas diferentes.
Clave 3 - Aprende a darte un tiempo antes de ceder a los impulsos, sentimientos y compulsiones.
La pausa te da la ocasión de reflexionar sobre cómo te sientes y si comiendo realmente vas a satisfacer tu necesidad en aquel momento. Los impulsos y las compulsiones son temporales: Si eres capaz de distraerte con alguna otra cosa, suelen pasar en 10 o 20 minutos. La pregunta crucial que has de hacerte es: "La comida ¿va a resolver este problema o sentimiento?" O bien: "¿Cómo me sentiré después de haber comido esto?"
La comida puede aportar un placer temporal, pero al final, el problema inicial continuará existiendo y habrás creado otros: kilos de más, vergüenza y culpa por haber perdido el control.
Clave 4 - Aprende a vivir enfocado en el presente
La mayoría de la gente vive en el tiempo de "un día": "un día haré eso". La vida del "algún día" es una vida imaginaria. Sólo existe el ahora.
Los que exageran en la alimentación tienden a considerar que sus vidas serán muy diferentes cuando pierdan peso. Creen que finalmente serán felices y muchos de los problemas de sus vidas estarán resueltos. No es cierto. Al perder peso, te sentirás mejor contigo mismo y con tu cuerpo, pero tus problemas no van a desaparecer por arte de magia.
Es como comprar un coche nuevo: estás feliz unos días, pero después el gusto de la novedad desaparece. El nuevo TÚ eres tú mismo, sólo que en una versión menor. Las inseguridades, miedos, auto-límites estarán allí, firmes. La felicidad es una elección y tú puedes elegir ser feliz ahora, mientras te enfrentas al proceso de perder peso. Esa actitud lo hace mucho más fácil.
Clave 5 - Conviértete en tu prioridad
La alimentación emocional permanecerá en tu vida mientras no cuides de ti mismo antes que de cualquier otra cosa. No es egoísmo, es una manera de traer paz y equilibrio a tu vida. Es muy difícil cuidar de los demás y tener éxito en el trabajo cuando nos sentimos vacíos por dentro. No te sientas culpable por cuidar de ti mismo. Tú eres muy importante, sí: tú eres todo cuanto tienes y otras personas dependen de ti.
Revisa los factores de estrés en tu vida y observa qué es lo que puede ser eliminado o delegado. Oblígate a dormir 8 horas por noche: la falta de sueño libera cortisol, que hace almacenar más grasa y reducir el metabolismo, y afecta al humor, haciendo aumentar los impulsos alimentarios.
Muchas veces, cuando uno se ha acostumbrado a comer demasiado durante mucho tiempo, otros aspectos de la vida quedan descuidados. Desarrolla aficiones e intereses que te ayuden a distraerte del deseo de comer. Establece nuevos objetivos en la vida y ve en pos de ellos. Frecuenta un curso o vuelve a la escuela para desarrollar tu potencial y creatividad.
El mundo está ahí y lo que no falta son cosas buenas para colmar tu vida.
