Óleos que curan
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 23/10/2016 10:40:38
Traducción de Teresa
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Autora Fernanda Peres
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Se habla mucho sobre Aromaterapia, pero ¿qué es eso verdaderamente y cómo funciona?
La historia de la Aromaterapia viene de la Antigüedad. Los pueblos antiguos quemaban maderas, hojas, ramitas, eucaliptos, cipreses y cedros perfumados en hogueras, que exhalaban agradables aromas y traían buenas sensaciones a quienes los inhalaban.
Los griegos, los romanos y egipcios aprendieron a extraer el óleo a esas flores y plantas, y debido al bienestar que sus aromas proporcionaban, empezaron a utilizarlos en baños, masajes e incluso en el embalsamamiento, para las momias.
El término Aromaterapia fue acuñado en 1928 por el químico francés René Maurice Gattefossé.
En Aromaterapia se utilizan aceites esenciales, que son sustancias químicas producidas por las plantas para su protección y reproducción. Podemos encontrarlas en las flores, hojas, cáscaras de frutas, ramas, raíces, semillas y troncos. Se alojan en pequeñas bolsas (tricomas) en las plantas, que se rompen durante el proceso de extracción del óleo.
El aceite esencial no es una grasa en sí, aunque se denomina “óleo” por su solución en base oleosa y no en agua. Penetra muy bien en nuestra membrana celular, hasta 100 veces más que el agua, y se disuelve en los lípidos de nuestro cuerpo.
Y ¿cómo funciona? Funciona de dos maneras: física y emocional. Física, mediante la absorción de los aceites esenciales por la piel, cuando utilizados en el cuerpo o en el rostro; emocional, mediante la inhalación, que es un canal directo al sistema límbico (parte cerebral responsable por nuestras emociones y comportamiento); además, los aromas son naturalmente agradables al olfato, considerado como el sentido más antiguo desde el punto de vista evolutivo y que tiene conexiones particulares con centros sensoriales del cerebro.
Ciertos aceites esenciales, como lavanda y árbol de té pueden ser utilizados por todas las personas. La lavanda tranquiliza la mente, los pensamientos y calma la irritabilidad; en lo físico, es un excelente cicatrizante. El aceite del árbol de té, en lo emocional da claridad de ideas, y en lo físico es excelente bactericida y fungicida.
Otros óleos como el de canela y el de romero pueden causar efectos colaterales en gestantes o hipertensos y deben ser administrados con cautela. Por ello, sea cual fuere tu caso y tu condición, siempre aconsejo acudir a un profesional, un Aromaterapeuta, que va a indicar cuál es el mejor óleo y la mejor técnica que se ha de utilizar para aprovechamiento total de su aroma, como preventivo o terapia complementaria.
¡Paz y Luz!