¡Panettone de Navidad!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 25/12/2015 18:57:03
Autor Elaine Bernardes da Fonseca - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
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Una amiga mía experimentó el milagro del panettone de Navidad. Ella frecuenta un centro comercial aquí en São Paulo que está regalando panettones a los clientes. El año pasado ella dio diez reales de propina a una señora que recoge los platos en la plaza de la alimentación. Este año, esa señora se acercó a ella con varios tiques de compra y le pidió humildemente que se los cambiase por el regalo de panettones, porque ella, siendo empleada de allí, no podía. Esta amiga mía, pese a una enfermedad que la debilitaba, se mostró dispuesta a permanecer hora y media a la cola esperando. En cuanto consiguió los panettones, se quedó con uno y los restantes los entregó a la empleada de la plaza de la alimentación. La barrera entre las clases sociales había sido franqueada por un simple panettone.
Si esta amiga mía no le hubiese dado los diez reales el año pasado a esta señora de la plaza de la alimentación, esta señora no se hubiese atrevido ni tendría motivo para acercarse y confiar en esta amiga mía, pidiéndole que cambiase los tiques por los panettones, ni tampoco mi amiga hubiese ganado uno. Mi amiga, según los budistas, había hecho méritos para recibir y compartir un panettone.
La cuestión del mérito es muy importante y trasciende la noción del budismo. A veces vemos personas que nos parecen insignificantes en situación mejor que la nuestra; no importa tanto el trabajo que hagamos, y esto es mérito que esas personas han adquirido en vidas pasadas. Si la persona no continúa generando méritos positivos, puede caer y estar en situación peor en vida futura o en esta misma vida, como lo que hemos visto pasar a personas importantes durante estos últimos años, que lo tenían todo, como Eike Batista, y personas en el poder, como Marcelo Oderbrecht, y otros, que momentáneamente han perdido el mérito, y se ven en situación difícil. Esto no quiere decir que ellos no puedan generar nuevos méritos para salir de estas situaciones; la rueda de samsara (de las reencarnaciones) es muy poderosa y hace a las personas subir a estados paradisíacos (según sus obras meritorias) o descender a estados infernales; está claro que el gran secreto es cómo salir de la rueda de samsara, pero esto queda para otro artículo; en él no se generan actos positivos ni negativos, se alcanza el nirvana.
En la visión cristiana, el panettone compartido es la propia explicación de la Navidad. Generar un acto de caridad cristiana para con el prójimo. ¿Por qué una persona pobre no puede dar un panettone a una rica, y una rica a una pobre? Por eso Cristo era un revolucionario y fue crucificado.
Desgraciadamente, en este momento navideño muchas personas en Siria, niños, tienen sus cuerpos dilacerados por bombas porque la industria capitalista del mundo rico, del primer mundo, el nuestro, ha estado demandando petróleo. ¿Dónde queda la cristiandad de los cristianos, en ese acto? Deberíamos revisar nuestra ansia consumista e intentar generar karma positivo para todas las personas del mundo. Considero que así es como seríamos realmente cristianos. Conozco a una persona que ha comprado treinta panettones y no dio ninguno a la familia, todos fueron para los amigos, para mantener una máscara, una fachada, de buena persona, de cristiano. Me parece que esa persona debería revisar sus conceptos.
¿Os habéis dado cuenta de que es en Navidad, cuando las familias se reúnen, cuando se producen las mayores riñas? ¿Por qué? Porque esas personas no están en paz consigo mismas. No llevan a Cristo dentro del corazón.
Yo me considero ecuménica, entonces celebro todas las festividades. Voy a todas las fiestas. Este mes fui recibida en la fiesta judaica Chanukah, que es el festival de las luces. Me acordé del pasaje en la Biblia, donde Jesús manda a buscar invitados elegidos para la fiesta pero ellos no quieren venir, entonces Él manda que se traiga a cualquier uno de la calle. Por eso aprovecho la libertad religiosa que tengo aquí en el Brasil para frecuentar todas las religiones, y de cada una de ellas extraigo alguna pequeña enseñanza. En el festival de Chanukah me acordé de cuánto ha sufrido aquel pueblo, y los he admirado. Muchas conquistas científicas se deben a los judíos.
Entonces, mi mensaje de Navidad para vosotros que me leéis, que os gusta lo que escribo, es que os abráis al otro, al problema del otro. Tened compasión hacia todos los seres. Todos nosotros somos enfermos, pobres y vamos a morir. Algunos lo son en mayor y otros en menor grado. Y cuando digo pobre, puede ser pobreza espiritual, no material. El amor es uno de los mayores regalos del ser humano. Más adelante charlaremos más acerca del mérito...