Abundancia - Parte III
por Thais Accioly em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:17
Traducción de Teresa - [email protected]
Detox Emocional
Un nuevo año se inicia y como en todo comienzo de ciclo tenemos la esperanza renovada y la sensación de que algo bueno y original puede ser realizado.
Quizá ahora consigamos empezar la dichosa dieta para adelgazar o encontrar el gran amor de nuestra vida, o incluso podremos ver nuestra carrera profesional afianzarse.
Quizá. por fin la prosperidad y la abundancia a que aspiramos encuentren su camino hasta nosotros.
¿O seremos nosotros quienes tengamos que caminar hacia ellas?
Abundancia es flujo, y el camino hasta ella pasa por estar en su flujo positivo, como ya he planteado recientemente en el artículo Abundancia Parte II.
Y hay algo, que suelo proponer al comienzo de esa jornada de un nuevo ciclo de vida hacia realizaciones de más alegría, abundancia y levedad, que es perdonar.
Cuando arrastramos muchos resentimientos y rencores, odios y deseos de venganza, acabamos por convertirnos en personas amargas, negativas, ansiosas, vivimos en un torbellino emocional y en desasosiego, lo cual nos impide decidir con claridad en las situaciones de la vida. En tal estado, también pueden tomarnos la angustia y la depresión.
Es difícil lograr vivir alegrías, esperanza, sentimientos de afecto y levedad cuando se albergan resentimientos y rencores. Yo diría que es prácticamente imposible.
Por eso sugiero un Detox Emocional al comienzo de un nuevo ciclo de vida.
Y ese Detox Emocional implica perdonar, liberar, aceptar y agradecer.
La mayoría de las personas que no consiguen perdonar están buscando motivos externos, en la conducta del otro para poder perdonarle. Ahí reside una equivocación. La motivación debe ser siempre interna, personal. Una buena motivación para perdonar es librarse del veneno que corroe nuestra paz de espíritu, que nos impide vivir la felicidad y el amor y estar en el flujo de la abundancia de la vida.
Investigaciones hechas por el Dr. Fred Luskin comprueban que las personas que no perdonan desarrollan más cardiopatías, diabetes, hipertensión y mal funcionamiento del sistema inmunológico. Y que las personas más dispuestas al perdón suelen vivir en media 9 años más que las que albergan resentimientos y rencores.
¡Considero que este es un estupendo motivo para perdonar!! Aumentar el tiempo de vida, y vivir con más calidad y levedad emocional.
No obstante, pocos saben que perdonar demanda tiempo y determinación. Perdonar no es magia, es un proceso.
Implica también reconectarse con la belleza de la vida y con la afectuosidad, aceptando, humildemente las frustraciones, las pérdidas, las decepciones, las violencias.
Aceptar no es, ni lejanamente, estar conformes en el sentido de considerar que el sufrimiento es estupendo.
Debemos, sí, enfrentar el dolor con buen ánimo, para transformarlo, trascenderlo.
Pero aceptar nuestra condición humana, también falible y sensible, ayudará en el proceso del perdón, porque todos, todos nosotros somos imperfectos, cometemos errores, y encadenarse por el resentimiento al error cometido por otro contra nosotros, es mantenerse indefinidamente en el dolor. Lo cual es autodestructivo.
Otros consideran que no perdonar es como una venganza, una forma de castigar al que se equivocó. Esto es una tremenda pérdida de tiempo. A la postre, el único verdaderamente castigado con el odio que siente es aquel que lo crea y lo mantiene. A fin de cuentas, su cuerpo bioquímico pasa a vivir la química del odio, liberando hormonas para ello, agarrotando músculos. o sea, el mayor perjudicado es el que siente el rencor.
Algunos no perdonan porque les parece que esa es la única forma de mantenerse ligado a aquel a quien amaban y les hizo daño. Y por eso no consiguen abrir mano del rencor.
Realmente el resentimiento une a las criaturas. Desgraciadamente de una forma bastante nociva.
Aceptar que la relación ha cambiado y que quizá en esta vida no haya medio de mantenernos cercanos, para nuestros proyectos personales puede ser mucho mejor y más saludable, al dedicar a nosotros mismos el amor que sentíamos por el otro, .
Las esencias florales son de gran ayuda en el proceso del perdón, de la aceptación de la vida y del desarrollo de la gratitud; y tomarlas dentro de un programa de promoción de la salud y de restauración del bienestar, a través de consultas regulares con un Terapeuta Floral, promoverá el Detox Emocional necesario que abra espacio para lo nuevo; sentirse libres de ataduras de rencor y resentimiento creará espacio interior para el desarrollo de la esperanza, de la alegría, y para entrar en el flujo positivo de la afectuosidad y de la abundancia.
Un breve ejercicio que puede ayudarte a ti que deseas iniciar en año nuevo ya en ese camino de mayor abundancia por la vía del perdón:
Siéntate cómodamente y relájate soltando la mandíbula y el abdomen.
Respira solamente por la nariz, naturalmente cuatro veces.
Enfócate en tu corazón y respira manteniendo ese enfoque, solamente por la nariz, otras cuatro veces.
Busca en tu memoria un momento en que te sentías afectuoso (a), feliz, seguro (a), confiado.
Trae este momento a tu pecho y respira sólo por la nariz hasta que notes que ese recuerdo ha tomado todo tu corazón.
En caso de que no seas capaz de acordarte de nada, mantén tu corazón lo más neutro posible, y continúa respirando por la nariz.
Debes entonces llevar tu mano al corazón y repetir mentalmente la siguiente frase:
- Yo estoy seguro, yo estoy en paz, yo estoy feliz, yo tengo salud, yo soy amor.
Repite esta frase dirigiéndola ahora a alguien a quien amas mucho:
- Tú estás seguro, tú estás en paz, tú estás feliz, tú tienes salud, tú eres amor.
Repite esta frase dirigiéndola a alguien por quien no sientes ni un gran amor ni tampoco un gran resentimiento.
Por fin, repite la frase para alguien por quien sientes algún resentimiento.
Al final, agradece a ti mismo, respira profundamente sólo por la nariz y da por terminado el ejercicio.
