Acepta las polaridades
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 30/07/2018 08:18:50
Traducción de Teresa
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El concepto de polaridad, - u opuestos que se complementan -, está presente en cada detalle de nuestro cotidiano.
En el Taoísmo, ese enfoque es representado por el símbolo Yin/Yang. El Yin representa la energía femenina, que es receptiva, pasiva, intuitiva, y relacionada con la noche y el ciclo lunar. El Yang, la energía masculina, se caracteriza por la razón, la acción, el sol, el calor, la luz diurna.
Son complementarios porque el Todo es la armonía entre estas dos polaridades. Para poder experimentar una vida equilibrada, es fundamental que aprendamos y aceptemos esta realidad.
Reconocer e integrar esas fuerzas opuestas dentro de nosotros, al igual que en el mundo exterior, es lo que nos hará proceder siempre en sintonía con el Universo.
La acción es útil en muchos momentos de la jornada, pero la no-acción, el reposo, el relajamiento, la espera, es igualmente importante. La plena atención – tanto interna como externa – es lo que nos permitirá percibir cuál de estas polaridades debe prevalecer a cada momento.
Cuando dominamos esta enseñanza y nos convertimos en observadores, testigos conscientes de las energías actuantes en cada situación de vida, descubrimos, al fin, que el secreto de la paz interior es aceptar y adaptarse, en vez de ir en dirección contraria a lo que la existencia nos presenta.
“Sólo las mentes pequeñas son coherentes, cuanto más estrecha sea la mente, mas coherente será. Cuando la mente es muy vasta, lo envuelve todo – la luz está allí, la oscuridad está allí…
...Si logras entender ese proceso misterioso de la vida, que se mueve a través de los opuestos, que es dialéctico, en que el opuesto ayuda, da equilibrio, da el tono, sirve de telón de fondo, entonces… el opuesto se convierte en el imán, tira de ti; el opuesto te saca fuera de ti mismo, el opuesto rompe tu prisión, el opuesto te hace ser vasto. Y siempre que el opuesto es negado, es un problema. Y eso es lo que hemos estado haciendo, por eso hay tantos problemas en el mundo.”
OSHO.