Acidez energética
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:17
por Teresa Cristina Pascotto - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Cuanto más una persona desarrolla y equilibra su cuerpo mental, sintonizándolo con la Conciencia Divina y recibiendo su influjo de luz y sabiduría, con más facilidad se convierte en objetivo de vampiros mentales. Ese tipo de vampiro es aquel que envidia y codicia las capacidades mentales de los demás y nada hace por desarrollar las suyas propias, sino que pasa la vida intentando crear afinidad con personas que tienen un cuerpo mental más evolucionado. Este peligroso vampiro vive persiguiendo a sus elegidos y tiene un fuerte poder de seducción y persuasión, llevando a la persona que tiene unas capacidades mentales más evolucionadas a convertirse en su hospedero. Cuando consigue driblar las débiles defensas de esa persona de mente más evolucionada, él se instala cómodamente en su nuevo "hotel-mental 5 estrellas".
La persona mental, cuando muy enrollada y enfocada en sus procesos mentales, acaba por aislarse y desconectarse de la realidad física, creando un lugar secreto, en una realidad paralela, donde vive experiencias solo suyas. Se vuelve muy desatenta respecto de lo que sucede a su alrededor en la realidad física y no se protege ni se defiende, lo cual la convierte en presa fácil de cualquier vampiro mental. Es una persona muy solitaria, pero no le importa mucho, pues todo lo que vive en su mundo particular es extremadamente gratificante, sus experiencias mentales equilibradas la llevan siempre mucho más allá, facilitando su conexión con esferas elevadas de luz y conciencias. Esto es tan divino, que ella acaba por alejarse de las personas y de la realidad, no tiene deseos de estar en el mundo y no percibe lo que está haciendo consigo misma: cavando el hoyo de la soledad.
No obstante, en determinados momentos, la persona mental se siente carente y se conecta con la "vida física", teniendo deseos de estar con otras personas, pero cuando se da cuenta, no encuentra a nadie con quien compartir experiencias, interactuar y vivir buenos momentos. Se ha alejado tanto que, cuando "vuelve", ya no alcanza a los demás, pues éstos se han vuelto más densos, en comparación con las frecuencias más elevadas que ella ha alcanzado. Cuando toma conciencia de este distanciamiento, se entristece, y siente el peso de la soledad. La carencia la hace vulnerable y se abre en demasía para poder estar con alguien. El vampiro que la venga rondando percibe la apertura y se aprovecha para "entrar e instalarse" en su cuerpo mental. La persona, en su carencia, está tan ávida de estar con alguien, que se ilude considerando que la energía del vampiro "encantado con su cuerpo mental", es una energía de cariño, cuando en realidad es una energía de interés. El vampiro no solo quiere la energía vital de la persona, sino que quiere sorber lo más que pueda de sus "poderes mentales".
En su desarrollo, el cuerpo mental de esta persona se ha convertido en un perfecto hospedero lleno de condiciones favorables para el crecimiento, se ha vuelto el paraíso de los vampiros mentales, que se alimentan de todo el saber y conocimiento de la persona mental, y de las condiciones energéticas que ella ha creado para manifestarse en el mundo - ella no utiliza esas condiciones, pues no le importa mucho el "tener", solo se envanece y se encanta con el "saber crear". Los vampiros no hacen ningún esfuerzo, solo se instalan y extraen todo lo que necesitan - planes, ideas, informaciones, proyectos, recursos, energías mentales con poder de precipitación - y utilizan todo, creando nuevas condiciones y posibilidades en su propia vida, promoviendo grandes cambios, mientras que la persona mental es únicamente la fuente inagotable de recursos que asiste a los vampiros, que se elevan y se realizan a su costa, mientras que su propia vida está paralizada.
Cuanto más se extiende esta condición en la realidad de la persona mental, más aislada y solitaria se vuelve, pues no hace amigos y compañeros, sino tan solo vampiros hospedados en su mental, que se sienten verdaderos dueños de su energía mental. Es sumamente difícil retirar esos vampiros de la mente. La persona mental se va resignando a esa circunstancia y abre mano de sus defensas, haciéndose más vulnerable.
Llega a un punto de saturación en que la persona mental ya ha perdido muchos de los recursos que había creado para su vida y no es capaz de modificar ni crear absolutamente nada en su realidad, únicamente consigue sentirse mejor y más equilibrada, pero no obstante, estancada. Esto la lleva al resentimiento y a la rabia, provocando una explosión de odio. En esa explosión consigue arrancar algunos vampiros y se siente un poco más leve. Pero como no se ocupa de crear defensas y protección, los vampiros vuelven enseguida, y con más poder.
La persona mental pasa por varios ciclos de resignación y de explosión, pero nunca consigue expulsar a sus huéspedes y nunca consigue realizarse. Pese al dolor, ella desconsidera todo y vuelve su foco hacia el plano mental, haciéndose excesivamente ajena a la vida.
Prosiguiendo en su proceso de crecimiento, ha llegado a un punto en que finalmente la persona mental toma conciencia plena de esa dinámica oculta en que vive y logra vislumbrar, con mucha claridad, que su ego la está distrayendo y que se está dejando atacar e invadir. Ella por fin se da cuenta de que siempre ha permitido y favorecido a todos - que le estaban "agradecidos por su hospedaje perfecto" - porque esto le aportaba la falsa sensación de ser "amada" y de "estar inserida en el mundo". Esto le causa mucho dolor y amargura.Con la toma de conciencia, la persona mental decide crear las condiciones para su verdadera liberación, expulsando todos los vampiros de su cuerpo mental. Ella percibe que ya no le es posible emplear los viejos recursos: alienación y resignación o furia y explosión. Se dedica entonces a generar y utilizar sus recursos divinos para crear un "arma" que extermine todos los parásitos que están en su mente. Aquí no hay explosión ignorante, sino acceso a la sabiduría interior que confiere a la persona mental un poderoso recurso para eliminar los vampiros: con toda la amargura y el dolor de la constatación de la realidad, la persona no explota de rabia, sino que se vuelve ácida. Notando y aceptando esa acidez, podrá emplearla intencionadamente. Tendrá que desear intensificar esa acidez, para que ésta se potencie, creando una gran onda ácida que lavará todos los recónditos ocultos de su mente donde se albergan sus parásitos. Las ondas conscientes de ácido penetrarán en todos los lugares de su mental. Este "ácido" no hace daño a la persona mental, pues se trata de su "ejército de salvación". El vampiro que no quiera ver su energía dilacerada por ese ácido deberá salir rapidito del cuerpo mental del hospedero. Al ser tocado por el ácido, el vampiro será contaminado y todo lo que haya "sacado y sorbido" a la persona mental le será extraído, y todos sus tentáculos energéticos que estaban aferrados al cuerpo mental de la persona serán diezmados. Este ambiente mental más ácido deberá ser mantenido por cierto tiempo, hasta que eso vibre en información(sin acidez), dejando claro a los vampiros que si intentan acercarse e invadir nuevamente, serán exterminados. Aquí nacerá el respeto de los vampiros, que se alejarán, pues sabrán que la "fuente del saber" se ha vuelto peligrosamente ácida.