Amigo de todos los tiempos
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 10/07/2014 07:57:52
por Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
El Dr. Manoel de Aquino Resende es un gran amigo y personaje que forma parte de la historia del Espiritismo en São Paulo. Lo conocí en el Centro Espírita “Jesús es el Camino”, en el Tatuapé, médium de una calidad poco común y hombre íntegro.
En los años 70, con charlas, apoyaba las actividades que, en favor de los enfermos de Hansen, Venancio, Nércio y yo llevábamos a cabo por todo Brasil, y que resultó en la creación de la Caravana de la Fraternidad Jesus Gonçalves.
De los casos que guardo en el corazón, y fueron muchos, destaco uno. Yo estaba recuperándome de una pulmonía. Él fue a visitarme y no sabía de los proyectos que Wilson García, Raimundo Espelho, Santiago, y yo, teníamos, que era el de iniciar una editora en el Correo Fraterno del ABC:
El Dr. Resende, intuido, me dice: Caibar Schutel (Espíritu) me está diciendo que podéis crear la editora, le daremos todo apoyo. Y hasta hoy está en actividad y con éxito la Editora Espírita Correo Fraterno.
Una vez jubilado en la Santa Casa, el Dr. Resende se fue a vivir a Ibiuna, y allí inició un encuentro espiritual, en la casa/hacienda del Sr. Guillermo. Participé en esas reuniones memorables, con el Dr. Paulo, el Sr. Juan, nuestras mujeres y otros amigos.
Los Espíritus indicaban que los procesos energéticos allí desarrollados servirían principalmente para disolver campos vibracionales en aquella región, causados por un matadero, ya desactivado. Los trabajos servían también para desligar, orientar y reencaminar a Espíritus vampiros que se valían de aquella atmósfera energética para saciar sus impulsos animales y afectar a la vida en la región.
El carisma del Dr. Resende, aliando su exuberante y positiva mediumnidad al apoyo de amigos de la espiritualidad y de la sociedad, convirtió un simple grupo espiritual doméstico en el Centro Espírita Casa del Camino. La pareja, Guillermo e Inés, donó un amplio terreno, donde fue construido el centro espírita que hoy alberga, apoya e ilumina los caminos de Espíritus, hombres, mujeres, jóvenes y niños.
En la Penitenciaría del Estado sus charlas encantaban y daban ánimo a los detenidos. A él siempre le gustaba contar historias y hablar de Jesús con rara hermosura.
Fue y es hasta hoy un heraldo, un verdadero hacedor de almas nuevas, regenerando células con sus toques mediúmnicos y dando esperanza de renovación y paz a todos.
Mi gratitud a este amigo de todos los tiempos.