Amor Platónico
por Acid em STUM WORLDAtualizado em 25/05/2005 12:17:23
Traducción de Iván Lavilla - [email protected]
Usted piensa que el amor Platónico es quedarse sólo deseando a aquel (la) muchacho(a) lindo(a) de la escuela que usted sabe que nunca va poder tocar? Piense nuevamente. Después de la lectura de este artículo, usted nunca más va a encarar el amor de la misma forma.
(Entrevista con Renée Weber, por Scott Minners, extraída del libro “A visão espiritual da relação Homem & Mulher; Ed. Teosófica)
Todos ya hemos oído hablar del amor platónico y presumimos que está relacionado con la filosofía de Platón. Qué es exactamente?
El amor platónico es el más incomprendido de todos los conceptos de Platón. Las personas, que en su mayoría no conocen la obra de Platón, piensan que el amor platónico significa amor ascético o asexuado. Eso no es verdad. En El Banquete, Platón presenta el amor sexual como un acto natural, pero con raíces infinitamente más profundas.
En el pensamiento de Platón existe un principio cósmico sobre el amor?
Sí. Para Platón el amor es un principio cósmico. Él afirmó que el amor es una escalera con siete escalones, que van del amor por una persona hasta el amor por las realidades superiores del universo. Todo el libro El Banquete, su más importante obra sobre este asunto, está dedicado al amor en sus diversos aspectos. Él dice que, aunque me enamore de una persona, atraído por cualidades, fijarme exclusivamente en esa persona es permanecer en el primer peldaño de una escalera que posee muchos otros.
El paso inicial en esta escalera, para la mayoría de las personas, ocurre a través del amor físico. Platón dice que el ser humano busca la inmortalidad a través de la persona amada, por medio de la procreación. Sin embargo, establecerse en ese primer escalón es permanecer parado, en comparación a todo lo que una persona puede llegar a ser.
Eso no quiere decir que Platón niegue el cuerpo o el amor físico. Sólo afirma que, si yo dejo de ampliar esa relación y no subo hasta los otros seis peldaños, permaneceré estancado. Los pasos siguientes serán un desdoblamiento natural de la condición humana.
A dónde más puede llevar el amor? Cómo puede crecer hasta dimensiones mayores?
El diálogo completo de El Banquete es la respuesta de Platón a esa pregunta. En el libro, diversas figuras de la sociedad ateniense están reunidas discutiendo la naturaleza, el sentido y las implicaciones del amor. Ellas hacen varias descripciones del amor, todas unilaterales, aunque no falsas, hasta llegar el turno de Sócrates. Una de las personas dice que el amor nos hace adoptar actitudes nobles para ser merecedores del amado. Otra afirma que el amor es una especie de frenesí y locura, y otros, como Aristófanes, lo clasificaron como la búsqueda de nuestra otra mitad.
Usted podría preguntarse cómo es que nuestra "otra mitad" se extravió. Según Platón, Aristófanes dijo que todas las personas tienen cuerpos dobles y caras dobles. Habría tres tipos de humanos en el mundo. En la figura hombre/hombre, todo el cuerpo todo estaba formado por figuras masculinas. Otro tipo estaría compuesto por elementos femeninos, y por último habría masculino/femenino.
Sería un ser andrógino?
Sí, una figura andrógina, con una mitad femenina y otra masculina. Se trata, en verdad, de una fábula, un mito encantador, destinado a revelar un punto muy profundo. Según Aristófanes, esos seres dobles cometieron transgresiones contra los dioses; como castigo, fueron divididos al medio. Bajo esta perspectiva, el amor es literalmente la búsqueda de la otra mitad.
Esa fábula tiene implicaciones muy abarcadoras en términos de la metafísica y de la ética de Platón. Es otro modo de afirmar que no somos seres completos, y que los movimientos del amor son una búsqueda de complemento.
Platón dice que el amor "es una locura que es dádiva divina, fuente de las principales bendiciones concedidas al hombre."
Exactamente. Él tiene una visión muy exaltada del amor entre los sexos y, en verdad, no quiere que subestimemos su alcance y significado. Creo que él emplea el término locura para referirse al primer peldaño, porque, bajo la influencia de la pasión física, perdemos de vista perspectivas y prioridades. El alma ansía tanto el contacto con la otra persona que pierde el juicio.
Cuando usted está enamorado, es como si el Universo estuviera concentrado en la otra persona. Eso no es necesariamente falso. Platón dice que, en cierto sentido, el Universo realmente está en esa persona. Usted sólo precisa transformar esa dimensión y ver no sólo a la persona, sino al universo en ella.
Pero, en el primer nivel de la escalera, ese sería apenas un tipo de amor con motivación pura o incluiría también una relación amorosa normal, con sus dosis de motivación egoísta?
Esa es una pregunta vital para comprender la óptica de Platón sobre el amor. Todo lo que él dice en El Banquete - al amar a una persona usted está amando al universo y viceversa – se relaciona al amor genuino, sin egoísmo. Él jamás apoya la relación física, sólo como medio de obtener placer.
Sería correcto decir que, para Platón, la relación sexual significa más que un impulso instintivo, porque podría colocar a la persona en la senda del amor autotranscendente?
Sí, pero con la reserva que usted acaba de colocar: siempre que sea una pasión genuina, cariñosa y abnegada. En todos los diálogos de Platón, el uso del otro simplemente para una gratificación egoísta se disocia de esa senda; es una trampa, un peligro, no es amor y no llevará a ningún lugar.
El amor platónico es tan amplio y universal que, aunque comience como amor por la forma bella, termina como el amor por la propia belleza, un principio eterno del universo. Usted es llevado, de un modo muy natural, a darse cuenta que todas las formas bellas son dignas de amor, se hace sensible a todas ellas. Platón emplea constantemente el término belleza; la belleza de las ideas se torna tan o más real que la belleza física.
Al universalizar el concepto de belleza manifestada en la forma, Platón la vincula al amor?
Amor y belleza están ligados. Usted ve belleza cuando está amando. A medida que progresa, siente por todas las formas bellas una especie de exaltación que experimentó cuando se enamoró por primera vez. Cuando permite que el amor lo lleve hacia adelante, usted sale de lo particular en dirección a lo múltiple.
En seguida, ve que la belleza de la mente es más maravillosa que la belleza de la forma. Platón afirma que usted se enamora por la cualidad de la mente de una persona aunque su forma física no sea tan graciosa. Esa es una progresión de lo concreto hacia lo inmaterial, bajo la influencia y la inspiración del amor.
Ese es el paso número dos?
No. El paso número dos es amar todas las formas físicas bellas. El tercer paso es amar la belleza de la mente, independientemente de la forma física a la cual está asociada. Y cuál es el paso siguiente?
El cuarto paso de la escalera del amor es la ética - el amor por las prácticas bellas. Involucra integridad, justicia, bondad, consideración - características que también contiene la belleza e impelen al amor. Es un paso más abarcador y universal. Conduce al escalón número cinco, que es el amor por las instituciones bellas.
Ese quinto estadio se refiera al modo como la sociedad funciona cuando sus instituciones están en equilibrio y armonía. Se trata del amor por el gobierno, por la cultura y por todo lo que la obra La República cita como ejemplo de instituciones bellas. El bien común es el interés primordial, no el bien del individuo, del núcleo familiar o incluso de la pequeña comunidad.
Desde ese punto, el alma asciende para el sexto escalón de la escalera del amor. Él es una curva gigantesca hacia lo alto, en dirección a lo universal y a lo abstracto. A eso Platón lo llama "ciencia", o sea, conocimiento y comprensión. En el sexto paso usted se enamora por la ciencia, que articula no sólo las leyes que gobiernan al individuo, a la familia y a la sociedad, sino algo que transciende el medio local. La belleza de la ciencia es universal, como el Teorema de Pitágoras.
O como la biología de la Tierra?
Exactamente. Y como el universo de Einstein, que incluye al cosmos entero. La ciencia presenta belleza, armonía y orden. Usted puede apasionarse por eso tan profundamente como por un hombre o por una mujer. Los grandes científicos como Einstein, Kepler, Galileo y Newton afirmaron que, al articular las leyes del Universo, estaban estudiando la lógica, el orden y la belleza de la mente de Dios.
Giordano Bruno, filósofo y cosmólogo ejecutado por la Inquisición en 1600, prefirió ser quemado en la hoguera a negar su insight científico de un universo infinito e interconectado. Él manifestó una pasión tan profunda por las leyes del universo que defendió su visión así como un hombre defendería a la mujer amada de una agresión. Prefirió la muerte a negar ese amor. Eso es amor verdadero.
Y el séptimo escalón?
Sócrates habla sobre él en El Banquete. Usted sabe que algo importante será dicho cuando comienza a hablar, alegando que aprendió todo con una sacerdotisa sagrada llamada Diotima. En ese punto, Platón prepara a la audiencia para esperar algo importante y profundo, y no nos defrauda.
Diotima afirma que existen los misterios menores y los misterios mayores del amor. Los misterios menores son los cuatro primeros escalones. Pero, al explicar como ascendemos por la escalera, ella se detiene; hay una especie de momento solemne en el discurso. Ella le dice a Sócrates: "Esfuérzate, por favor, por estar lo más atento posible".
Siempre que un personaje de Platón dice eso, se sabe que va a articular una enseñanza esotérica. Es un momento cercado de gran solemnidad, en el cual el autor llama la atención hacia algo importante.
Los misterios mayores del amor (los escalones cinco, seis y siete) evolucionan en la dirección de la visión universal. Diotima afirma que, entre los pasos seis y siete, pasamos casi imperceptiblemente de lo mundano hacia las realidades superiores del universo. Platón emplea la palabra súbitamente. Después de pasar por todos los escalones, ocurre, en el séptimo paso, una diferencia de gradación; súbitamente usted ve no la manifestación de la belleza, sino la belleza en sí. Ese es el punto alto de los sagrados misterios. El amor se expresa como la manifestación eterna de la belleza en sí. Usted se enamora de la esencia que hace bellas todas las cosas.
Según el discurso de Diotima, en El Banquete, "sólo en tal comunión, mirando la belleza con los ojos de la mente, el hombre será capaz de suscitar no proyecciones de belleza, sino realidades (pues él entronizó no una imagen, sino una realidad), produciendo y nutriendo la verdadera virtud para tornarse el amigo de Dios, un ser inmortal".
Eso suena como un contacto visionario con una realidad o verdad suprema.
Es una especie de visión. Es como ver el sol en la alegoría de la caverna, en La República. Después de vivir de espaldas hacia el sol y ver sólo las sombras en la pared, súbitamente ve la luz! Es una fusión con la forma amada, la integralidad; es una especie de inmortalidad.
El amor mundano y físico es el inicio de la búsqueda de la totalidad. El final es la visión del que está por detrás del universo, del que lo hace girar. Por tanto, en el séptimo escalón de la escalera del amor, enamorarse es unirse al origen del ser. Es una especie de doctrina mística del amor, y eso es el amor platónico. Se trata de un punto de vista conmovedor e inspirador, que transciende enormemente la idea de andar de la mano con alguien.
Platón diría que el amor está en el centro de la vida universal?
Sí. En Fedro utiliza otra metáfora para mostrar esa misma idea de amor, oscilando entre lo mortal y lo inmortal, entre lo específico y lo universal, entre lo concreto y lo abstracto. En esa obra, los amantes son impelidos a buscar regiones más elevadas, formas más puras de amor. Por eso, crean alas. Las alas les permiten volar hasta el borde del universo, donde ven las formas eternas, es decir, la esencia de las cosas temporales.
En seguida Platón expone otra metáfora: la del carro tirado por dos caballos, uno blanco y otro negro. El garañón negro representa el amor egoísta, cuando una persona usa a otra para la autogratificación. Una persona comandada por el caballo negro clama por la satisfacción inmediata de sus deseos, siempre orientada por el egoísmo. Si ese garañón sombrío gobierna, perturba el equilibrio de la manada. Ese tipo de amor no conduce al amor universal.
Son afirmaciones como esas las que revelan la tendencia ascética de Platón. Él advierte contra el tipo de amor excesivo, desequilibrado y autocentrado. Eso no es amor, en absoluto; es sólo amor propio. Pero si la persona ama verdaderamente, el caballo blanco ayuda a gobernar, de forma que todo el grupo - el caballo blanco, el caballo negro y el cochero - pueda ascender en dirección al "borde del cielo" y visualizar las verdades eternas. El caballo blanco provee equilibrio con su sentido común, integridad, altruismo e interés por el otro.
El caballo negro sería un símbolo de los sentidos físicos, mientras el blanco sería aquello que está más allá de los sentidos?
Esa es la idea, en términos generales.
Y el conductor del grupo? Qué simboliza?
Él representa el alma y la visión del alma, el sentido común, la pureza, el deseo espiritual. El amor puede ser el propio carruaje, el vehículo para conducirnos a una nueva dimensión del ser y proporcionar vislumbres de otros estados de conciencia, en el propio acto de amor.
Actualmente podríamos decir que Platón sustenta una unión sexual intensa y profunda como la anticipación del éxtasis de la unión con la realidad espiritual divina que está por tras del universo. Es la inmortalidad del hombre simple. Es una manifestación, aunque reducida, de la unión divina. Por eso, los seres humanos ciertamente valoran la experiencia del amor y del sexo. Por medio de un amor sexual intenso, cada uno de nosotros experimenta por breves momentos la autotrascendencia y la abnegación.
En el escalón número siete de la escalera, esa autotrascendencia, que era breve y momentánea, se transforma en el estado natural que habitamos todo el tiempo. El "yo" desapareció en el segundo plano. En primer plano comienzan a brillar las verdades eternas, el bien y la belleza, entendidos como indisolubles y evidentes para el alma capaz de verlos.