Amor. yo hago mis cosas y tú haces las tuyas. ¿Vale?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 21/04/2019 07:24:16
Autora Silvana Giudice - [email protected]
Traducción de Teresa
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Son muchos los matrimonios que se mantienen años y años en total ausencia de vida. Dos náufragos del tedio, de la insipidez, de la monotonía.
Alguna que otra vez surge una lucecita, las esperanzas se reavivan y apuntalan aquella mismidad, aunque de modo un poco diferente.
Un viaje, un perfume, una lencería nueva, una fantasía.
¿Algún mal en eso? ¡Ninguno! Son combustibles que añaden, animan, renuevan. pero hace falta más. Hace falta respeto individual.
No es preciso que yo haga todo contigo. No es preciso que tú hagas todo conmigo. Requisito previo para cualquier relación saludable.
Yo necesito reconocer quién soy, mis cualidades y recursos, así como mis limitaciones, y asumir total responsabilidad por todo cuanto siento, pienso y hago, sin proyectar en ti mis conflictos, necesidades y carencias. y claro, viceversa.
Un espacio donde tú tengas tus propios intereses, que no me incluya y no por ello yo me sienta excluida por ti. A fin de cuentas, yo no juego al fútbol.
Un momento en que yo disfrute de un esparcimiento con amigas y no por ello tú te sientas menos querido o amado.
Es sólo que yo hago mis cosas y tú las tuyas.
Qué lindo que tú respetes mis preferencias e individualidad porque de la misma manera yo respeto las tuyas.
La rutina escayolada no es sólo la muerte del amor, es la muerte del alma. El otro no nació para responder a mis deseos y temores.
Si no permitimos espacio, a cada discusión profundizamos la distancia, el desprecio, y en la peor de las hipótesis, nos volvemos silenciosos, donde la indiferencia y el da lo mismo se convierte en una regla.
Hay una Oración de la Gestalt, escrita por Frederic Peris que está considerada como una síntesis de la visión sobre las relaciones interpersonales.
Yo soy yo.
Tú eres tú.
Yo hago mis cosas, tú haces las tuyas.
No estoy en este mundo para vivir conforme a tus expectativas y tú tampoco estás en este mundo para vivir conforme a las mías.
¡Pero si por acaso nos encontramos, es lindo!
Si no. ¡no hay nada que hacer!