ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO...
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 21/12/2011 10:55:04
por Alessandra França - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Este bellísimo fragmento del Padrenuestro trae en sí un profundo significado, pese a que muchos lo interpreten al pie de la letra.
En este fragmento, la palabra “cielo” no puede únicamente significar el cielo azul que nos cubre o el infinito espacio con sus miles de astros y galaxias desparramadas por su vastedad. “Cielo” significa infinito, sin principio ni fin, inmensidad. Así, yo pregunto: ¿qué es lo que en nosotros posee tal característica? ¿Qué hay en nuestra seidad, que representa esa infinitud, esa inmensidad?
¡Si has contestado “conciencia”, has acertado plenamente!
Nuestra conciencia guarda en sí esa infinitud, esa inmensidad. Haz una prueba, lleva tu conciencia a los confines del espacio, enfoca el planeta Saturno, observa sus detalles, presta alas a tu imaginación, ciertamente puedes visualizar el planeta elegido con mucha nitidez y detalles, pero ¿cómo es posible hacer ese “viaje” de inmersión en el espacio sin salir de casa? Tu conciencia te permite esa experiencia. Otra posibilidad es visitar el propio cuerpo. Visualiza tu cuerpo internamente, observa los órganos en funcionamiento pleno, el torrente sanguíneo en plena actividad y comunicación con todo el cuerpo, respira hondamente y percibe lo que ese ejercicio puede proporcionarte ahora.
¿Eres capaz de percibir las infinitas posibilidades de tu conciencia?
Muchos inventores y estudiosos han llegado a sus grandes descubrimientos e inventos sirviéndose de ejercicios como ese.
Aunque lo que quiero decir es que debes percibir que la conciencia “cielo” guarda en sí todas las posibilidades del reino de los cielos (felicidad, armonía, alegría, abundancia, etc.). Y esas posibilidades naturalmente se manifiestan en la “tierra” que es tu cuerpo, tu vida y tus relaciones.
Podemos entenderlo así, por ejemplo, en la salud. Si tu conciencia – tu “cielo”, está vuelto hacia enfermedades, medicamentos, dolores, tristezas, desentendimientos, incomprensiones y críticas, ciertamente tu “tierra” (tu cuerpo) va a manifestar situaciones con arreglo a tales percepciones negativas. Si en tu “cielo” te ves como inferior, infeliz, rechazado e incluso gafado, en tu “tierra” tendrás únicamente evidencias que van a reforzar lo que viene resonando de tu conciencia a través de los pensamientos que estás cultivando. Es necesario, en estos casos, aprender a dejar que el “cielo” se ilumine con pensamientos bellos, positivos, de confianza en ti mismo y más espiritualizados, que expresen más amor, bondad, solidaridad y compasión. ¿Imaginas cómo será la “tierra” a partir de ese momento?
Sin embargo, la frase completa de la Oración del Señor es la siguiente: “Hágase Tu Voluntad, así en la tierra como en el cielo”. Jesús nos enseña que en nuestra conciencia debe estar siempre presente en primer lugar la Voluntad de Dios y, si esa Voluntad está presente en nuestra conciencia, ciertamente se manifestará en nuestra “tierra”.
¿Cuál es la Voluntad de Dios en el “cielo” de tu conciencia hoy?
Muchos buscan a Dios de diversas maneras y muchos Lo buscan únicamente en la “tierra” de sus vidas, en el efecto de las cosas, y esa forma de búsqueda es una forma externa, que surte efectos temporales y vacilantes que no proporcionan cambios efectivos ni curaciones duraderas. Ni promueven elevación de valores morales y espirituales. Es el caso de esas personas que, pese a participar en núcleos religiosos, frente a cualquier obstáculo cuestionan a sus líderes, dirigentes, instructores e incluso a Dios, regresando a la vida que tenían antes sin presentar modificaciones reales.
Buscar a Dios y Su Voluntad en la conciencia (“cielo”) permite que el hombre exprese lo mejor de sí, que puede beneficiar, no solo a él mismo, sino a toda la humanidad también, dando así impulso a la Verdad que nos hace libres y al Amor que salva y cura, y oportunidad para un “cielo en la tierra”.
¿Qué tal está tu “cielo” hoy? ¿Lleno de nubes de miedo y preocupaciones? ¿Con truenos de enojo y rayos de amenazas?
Pon tu “cielo” completamente azul ahora, todo cuanto piensas y sientes puede ser conducido hacia tu felicidad, paz, realizaciones – la Voluntad de Dios para ti.
Cuida la calidad de tus pensamientos y sentimientos y verás milagros produciéndose en tu vida.
“Mantén el pensamiento firme en las cosas duraderas, buenas y verdaderas y harás que ellas se concreticen en tu vida, según la proporción que ocupen en tus pensamientos”. M.B. Eddy