Cambio
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 11/05/2012 11:01:09
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Todos los llamados iluminados, aquellos que alcanzaron la Verdad, acostumbran irradiar un aura de felicidad que intriga a quien aún vive en la dimensión del ego. ¿Cómo es posible, solemos decir, que alguien, en éste mundo caótico con tanta miseria y violencia pueda sentirse feliz?
Ocurre que la armonía es el estado natural del ser y si observamos un niño podemos percibir en él esta condición. Es claro que hay momentos en que el llanto estará presente, pero apenas cuando una necesidad física esté necesitando ser satisfecha.
Infelizmente, a medida que vamos desarrollando, la mente comienza a ganar cada vez más espacio, hasta volverse dominante. A partir de ahí, además de la satisfacción de nuestras necesidades básicas, pasamos a desear una cantidad cada vez mayor de ítems para sentirnos felices.
El primer paso para rehacer el camino de vuelta, es cultivar una gran voluntad de vivir este momento interior de felicidad, que independe de cualquier condición externa. Para esto es esencial abandonar la pretensión de querer reformar el mundo. Esta es una de las mayores ilusiones a la que nos apegamos a lo largo de nuestra existencia.
Como el cambio del mundo depende, inexorablemente, de la transformación del ser humano, lo mejor que tenemos por hacer es cuidar de nuestro propio camino y dejar que cada uno de nuestros semejantes haga lo mismo por si.
De nada sirve esforzarnos para cambiar a alguien si la propia persona no está consciente y ansiando por este cambio. Es claro que, en la medida en que alcanzamos pequeñas victorias en nuestra trayectoria, podemos si, compartir esta experiencia con los demás como forma de aliento y apoyo.
Pero apenas esto puede ser posible. Las transformaciones son siempre individuales, pues solamente lo que se experimenta en carne propia puede llevar a la auténtica metamorfosis.
De cualquier manera, para saber si estamos o no en el camino adecuado, el criterio siempre será evaluar nuestro coeficiente de felicidad.
El día en que la paz y la serenidad se vuelvan nuestro estado natural y dejemos de identificarnos con la locura existente a nuestro alrededor, tendremos finalmente retornado a la Fuente.
…Algo que siempre deberías mantener -y ésta es la única obligación- es ser feliz.
Haz con que el ser feliz se vuelva tu religión. Si no estás feliz, algo debe estar mal y un cambio drástico es necesario. Deja que la felicidad decida.
La felicidad es el único criterio que tiene la humanidad, no existe otro criterio. La felicidad te da el indicio de que las cosas están yendo bien. Y la infelicidad te da la indicación de que las cosas están yendo mal y de que un gran cambio es necesario en un punto.
OSHO
