¿Cómo envejecer placenteramente?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 11/02/2015 09:16:50
por Gisela Campiglia - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
La primera actitud necesaria para vivir un envejecimiento placentero es aceptar y valorar esa fase que forma parte del ciclo natural de la vida. Según la ley universal de la atracción, cuando el ser humano no se acepta, no será aceptado por los otros; la energía del rechazo vibra a su alrededor causando repulsa a aquellos que se acercan. La depresión, ocasionada por la falta de amor propio, sentencia a la persona a una vejez de soledad y sufrimiento.
Procurar mantener una bella apariencia, sirviéndose de tratamientos de rejuvenecimiento y cirugías plásticas es una opción válida que puede colaborar para el fortalecimiento de la autoestima, pero hay importantes providencias que también hay que tomar. Negar la propia edad imposibilita la preparación eficaz y necesaria para disfrutar de una buena vejez.
Durante la juventud invertimos en el desarrollo de diversas habilidades, para tener una vida adulta con buenas realizaciones y autonomía; hemos de proceder de la misma forma para vivir una vejez de calidad. Para que eso ocurra, la planificación de la ancianidad no puede empezar a los 65 años, la cosa ha de ser considerada y encarada con la debida responsabilidad y antelación. Lo mismo que en las demás etapas de la vida, el anciano forma parte de la sociedad e interacciona con el medio en que se encuentra; no obstante, ha de adecuarse a un nuevo ritmo y estilo de actuación en comunidad. Comprendiendo que cada etapa del proceso de la vida tiene su propósito, su valor y su belleza, propongo algunas reflexiones útiles que harán posible el aprovechamiento placentero de este período de la vida.
Independencia Económica: Hoy día es bastante frecuente que la seguridad económica sea uno de los primeros apartados a planificar en la vida del anciano, mediante la pensión de jubilación, los ahorros, o bien los diversos planes de pensiones privados existentes en el mercado. Sin embargo nada impide que la persona alejada de su trabajo tradicional continúe produciendo y recibiendo, en valor monetario o emocional. La sabiduría adquirida con la edad puede ser útil en varias empresas, organizaciones no gubernamentales, en la formación de jóvenes que comienzan, inclusive en la noble práctica de la caridad. Hay muchos niños, abandonados en albergues del gobierno, necesitados de amor . Lo importante es continuar con la participación productiva, pero adaptando esa situación a un ritmo compatible con la disposición física pertinente a la edad.
Cuidados con la Salud: Conforme a los hábitos saludables ya desarrollados por cada uno, la vejez exige únicamente un mantenimiento de este estilo de vida, acrecido de regulares consultas médicas preventivas. No obstante, los sedentarios, aquellos que fuman, ingieren bebidas alcohólicas en exceso y suelen alimentarse con frecuencia de frituras y grasas, habrán de llevar a cabo un gran cambio en sus costumbres para envejecer con calidad de vida. El desgaste físico propio de la edad, y la lentitud en el funcionamiento del metabolismo, exigen un ajuste en el comportamiento para mantener una vida saludable.
Vida Social: Uno de los mayores errores por parte de aquellos que no consideran ni planifican su envejecimiento, es acabar por vivir en el aislamiento tedioso de una vida sin intercambio afectivo. Cultivar amigos más jóvenes, o bien retomar los estudios, hace posible aumentar los nuevos conocimientos y la interacción social. Inscribirse en aquel curso tan deseado, que no se había tenido tiempo de hacer, empezar en la práctica de un hobby, aprender a tocar un instrumento musical. Aparte de que hoy día existe la interesante opción de cursar la facultad de la tercera edad, accesible en diversas instituciones académicas. La vida es un gran aprendizaje, y podemos estudiar y aprender siempre más.
Convivencia en Familia: Poder estar disponible para la familia, cosa tan difícil cuando se trabaja a tiempo integral, es una bendición. Acercarse a los familiares y colaborar con nuestros descendientes es un placer que valoriza nuestra presencia en el ámbito familiar. Si ves que tal, revisa tu comportamiento, pues nadie desea tener a un cascarrabias por cerca; el buen humor es fundamental. A fin de cuentas, extraños no van a cuidarte, en caso necesario. Dejar de ser ausente en la familia marcará toda la diferencia en tu vejez.
Disponiendo de independencia económica, salud, buenas relaciones, actualización intelectual, y el cariño de la familia, no habrá motivos para lamentarse ni luchar contra la acción del tiempo. Envejecer no es un castigo, es tan sólo una de las etapas de la vida, asume tu edad en la postura adecuada para que sea fuente de realización y placer.