¿Cómo es el amor incondicional?
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:23
Traducción de Teresa
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Abro los brazos y los poros y el amor fluye. Del flujo brota más amor. Ahora amor de vuelta. Comprendo entonces que es, de hecho, dando como se recibe. Lo que yo doy es lo que atraigo. Y de repente intuyo que he confundido mucho el amor con otros calificativos.
Más fácil que acoger es apegarse. Más aprendido que ofrecer es pedir. Y en esa medida de escasez y miedo, tantas veces pierdo la ocasión de reconocer y valorar. Aun así quiero más, pido más y me apego más.
Decido arriesgar y cambiar el ritmo. Encontrar el tono que realmente llena. Abro el corazón en un abrazo que acoge. Despierto los sentidos para aprehender el alma que está justo aquí, ahora, con toda su luz.
El corazón palpita más fuerte. Las emociones afloran y el otro en fin me parece más y más singular, imperdible, un regalo. Reconozco, valoro, amo. Elogio, señalo específicamente sus talentos. Detallo cada parte de su sagrada presencia.
Y la magia sobreviene. Estoy dándome y recibiéndome. Amando y siendo amada. Reconociendo y siendo reconocida. Valorando y siendo valorada. No necesariamente por el otro, sino antes y sobre todo por la constelación humana que se forma sin forma.
Percibo lo que siempre he buscado: la no-condición. La levedad de mirar y simplemente estar. La belleza de tocar y profundamente saber. La destreza de querer y con toda mi alma amorosamente vivir. La intensidad de ese ciclo se hace tan insostenible que se desborda.
Abro los brazos y las manos. Ábrelos tú también. Abro los ojos y los oídos. Ábrelos tú también. Abro la mente y el corazón. Ábrelos tú también. ¡Y así, tú y yo, juntos, podemos apropiarnos de lo que siempre ha sido nuestro!
He aquí que por breves instantes de arrojo superior, está puesto lo que hemos buscado toda la vida: amor incondicional. Y entonces él rápidamente se va porque tenemos miedo a esa inmensidad del ser. Pero todo está bien. Podemos recomenzar. Ahora y siempre.
Abro los brazos y el corazón y el amor fluye. Del flujo brota más amor. ¿Los abres tú también?