¿Cómo puede el terapeuta protegerse en trabajos difíciles?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 12/10/2015 09:36:22
por Nathalie Favaron - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
He venido observado que al conectarnos con las historias difíciles de nuestro sistema, tales como la muerte prematura de alguien, un accidente fatal, guerras o suicidios, sentimos inmediatamente el peso de esos destinos en nuestro propio cuerpo.
Si buscamos inocentemente una solución para todas esas cuestiones, es probable que tengamos un choque con fuerzas muy superiores a nosotros.
Nos envolveremos con el orden divino, con el mundo de los espíritus, y corremos el riesgo de quedar pillados en esos baches energéticos que consumen la energía vital.
Como terapeuta, encuentro diariamente sistemas presos en el dolor y en la tristeza de acontecimientos dramáticos y traumas profundos.
Deseo, en este artículo, orientar a aquellos que se proponen ayudar a alguien a comprender y sanar sus dolores.
Explico, por tanto, cómo lo hago yo, y te presto esa idea hasta que tú puedas construir tu modo personal de hacerlo.
¿Cuál es el camino para aliviar el dolor de un cliente y no sobrecargar al terapeuta?
Primero, debo buscar en mí la conexión con la vida y la muerte.
La mía y la de aquellos que ya se fueron, en mi sistema.
¿Estoy tranquila con eso?
¿He trabajado interiormente la despedida respecto de aquellos que ya no están presentes?
Si la respuesta es que sí, yo puedo continuar.
En caso contrario, si la resonancia fuese muy grande con alguna historia que me pesa, el paso inicial sería curar eso en mí, para sólo después de hacerlo, tratar de ayudar a la otra persona dentro de su drama particular.
Hecho ese primer chequeo de seguridad, recurro a una protección mayor que la situación en sí.
¿Cuáles son tus egrégoras de protección? ¿Tus ángeles, tus mentores, tus recursos?
Busca tener claridad y conexión con algo por encima de nosotros y de este plano físico, para apoyo de tu energía personal.
Sólo después de este paso es cuando verdaderamente me conecto con el campo del cliente.
Al abrir mi percepción para sus historias, me pregunto: ¿qué es lo que mantiene a esta persona ligada a la vida?
¿Cuáles son sus motivos para vivir?
¿Cuáles son sus objetivos en la vida, su misión, su propósito divino?
Debemos buscar recursos reales en el sistema del cliente que puedan dar sentido a la opción esencial por este tipo de vivencias.
La decisión entre ir o quedar. Entre morir o vivir. Entre vivir la vida muerto por dentro o aprovechando y disfrutando cada día.
El permitir que esa decisión brote del alma de tu cliente, con tiempo para acoger el movimiento y asistir muchas veces a la lucha interna entre seguir a aquellos que han muerto o permanecer en la vida aprovechando lo mejor de ella, hace de este tipo de sesiones un aprendizaje para aquellos que se disponen a afrontar el reto.
Aprender a acompañar a alguien en este choque de alma puede aportar a ambos, cliente y terapeuta, la oportunidad de dar un nuevo significado a la conexión con la vida y con Dios.
Puede ser una invitación para la maduración espiritual y un aportar un provecho sin fin a la relación terapéutica.