¿Cómo tratar adecuadamente la obesidad?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 28/10/2016 12:33:36
-Pollyanna Patriota - [email protected]
Traducción de Teresa
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La obesidad es una dolencia causada por múltiples factores y no es culpa del obeso:
La obesidad es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud. Una epidemia mundial que afecta a todos los grupos sociales y de diferentes estratos socioeconómicos.
El ambiente obesogénico es aquel que favorece el desarrollo de la obesidad. Un ambiente que induce a la adopción de conductas alimentarias y de un estilo de vida inadecuados.
La obesidad es resultado de un consumo energético excesivo y de un consumo deficiente de nutrientes importantes para el mantenimiento de un buen estado nutricional (vitaminas y minerales), aparte de un gasto energético deficiente, determinado por el sedentarismo.
Es importante reflexionar sobre ciertos aspectos que favorecen el desarrollo de prácticas alimentarias y de un estilo de vida inadecuados:
a) Ausencia de Programas de Prevención a la obesidad que se enfoquen en el ambiente obesogénico y no solamente centrados en el individuo como promotor de la dolencia.
b) La publicidad masiva (en todos los medios) de los alimentos ultra-procesados como sabrosos, saludables, fáciles de preparar o de consumir, además de inducir a la falsa sensación de estatus social privilegiado.
c) Disponibilidad amplia de alimentos ultra-procesados. Una increíble facilidad de acceso en diversos establecimientos (en supermercados, merenderos, bares, restaurantes y hasta en farmacias) con precios asequibles a todos los públicos.
d) Sedentarismo ocasionado por la modernidad y el uso frecuente de ciertos electro-electrónicos (ascensores, mandos a distancia, televisores, ordenadores, tabletas, teléfonos inteligentes).
e) No administrar adecuadamente el tiempo (la mayoría de las personas tiene tiempo para estar frente a una pantalla, ya sea de ordenador, móvil o TV, pero dice no tener tiempo para prepararse su propia comida o mantenerse más activo, por ejemplo). La falta de estructura ambiental que favorezca la práctica de actividades físicas al aire libre también es factor facilitador del sedentarismo, al igual que la violencia urbana que impide a las personas circular libremente por los espacios públicos.
f) Divulgación inadecuada de dietas de moda y alimentos milagrosos que hacen adelgazar. La búsqueda del milagro de recuperar la salud sin modificar el estilo de vida se ve reforzada por declaraciones de famosos y personas que se dicen especialistas en el campo de la alimentación, y pone en riesgo la vida de personas que necesitan un tratamiento complejo.
Y yo ¿qué puedo hacer para superar la obesidad?
a) Busca ayuda especializada. Busca el seguimiento por parte de un equipo multidisciplinario. Un profesional especializado sabrá encaminarte a profesionales que actuarán en conjunto en el tratamiento (educador físico, médico, nutricionista, psicólogo). Un buen programa para gestión de la obesidad ofrecerá esta composición mínima de profesionales.
b) No te enfoques en el peso ni tampoco trates de reducir en pocas semanas lo que te ha llevado meses acumular (el peso). Esa postura de inmediatismo en el tratamiento sólo te traerá más estrés, más ansiedad, no educará y, por tanto, no dará resultados permanentes. Cuanto más el individuo se vea sometido a falsos tratamientos, más desmotivado y enfermo tenderá a estar.
c) Son falsos y perjudiciales para la salud, con daños a menudo irreversibles, diversos suplementos que prometen reducción de peso. Sólo utilices suplementos (medicamentosos o alimentarios) que te hayan sido prescritos por profesionales especializados. Puedes estar seguro de que esto sólo ocurrirá en casos de extrema necesidad (cuando se han detectado carencias nutricionales).
d) El éxito en el tratamiento de la obesidad se alcanza cuando el individuo se mantiene motivado para mejorar la calidad de sus elecciones alimentarias, se mantiene activo, alcanza un manejo adecuado del estrés y de la ansiedad y una consecuente reducción del peso progresiva y mantenida a largo plazo. De nada sirve reducir peso si no hay un proceso de educación nutricional y una mejora del estilo de vida.
No sientas vergüenza o culpa por la obesidad. Como toda enfermedad, para ser debidamente tratada la mejor actitud es buscar buenas informaciones sobre el tema, comprender lo que es y cuáles son los factores determinantes.
Establece metas para corto, medio y largo plazo. No te enfoques en el peso, enfócate en la mejora de tu calidad de vida. Busca sentirte bien, respirar bien, relacionarte bien con los alimentos y con las personas. Practica actividades físicas placenteras, preferentemente en compañía de personas que te hagan sentir bien. Desarrolla conductas de cuidado hacia ti mismo. Esta dedicación diaria traerá resultados sostenibles. Recuerda que el cambio de sólo un hábito puede transformar toda una vida. Entonces empieza con un cambio pequeño y persiste en él. ¡Empieza hoy! Dentro de un año estarás celebrando tus éxitos por haber adoptado una actitud en tiempo oportuno.