Confiar
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 22/11/2006 15:11:32
Traducción de Teresa - [email protected]
Una vez he leído que confiar es hilar con... y percibo como, al confiar en el Universo, comienzo a hilar con Él una tela muy bonita, porque el hilo que viene de ahí teje un tejido muy especial.
Hilar con el Universo es entender que tenemos disponible a nuestro alcance todo cuanto necesitamos y que las cosas en esa sintonía ocurren de manera muy fluida y sin esfuerzo...
Por ello, cada día, yo entrego el control... y he venido consiguiendo cada vez más esa confianza en el Gran Misterio, teniendo siempre en mente que, al hacer una entrega, no puedo pretender que los resultados sigan mis deseos, ni tampoco que el momento sea el mío... porque sé que aquéllos vendrán en el momento propicio...
Si entrego y permanezco dando prisa... sería como estar apresurando el abrir de una flor... Tal como una flor necesita pasar por todo un proceso, respetando el ritmo de la naturaleza, para entonces abrirse, cada cosa también tiene un tiempo propicio para suceder, y respetar ese tiempo constituye un desafío para muchos de nosotros...
Claro que no siempre conseguimos hacer esa entrega y quedarnos completamente despreocupados... especialmente cuando lo que entregamos envuelve situaciones en las que todavía tenemos cosas por resolver, miedos, culpas, o algún trauma que nos hace querer controlarlo todo...
Y en esos casos consideramos que las cosas sólo van a ocurrir si lo hacemos todo con nuestro esfuerzo personal...
Sólo que poco a poco vamos dándonos cuenta de que por más que nos esforcemos para que todo salga de forma perfecta, existe una fuerza que escapa a nuestro control y... de repente... hace que todo salga diferente a nuestros planes. Que casi siempre es la mejor manera... o es donde tendremos el mejor aprendizaje.
Cuando nos abrimos para aceptar esos cambios repentinos de plan, llegamos a descubrir que estábamos de verdad necesitando cambiar de dirección y que ese nuevo camino puede ser mejor, aunque sea completamente diferente de lo que queríamos.
Si insistimos en permanecer atados a nuestros planes, resistiendo a los acontecimientos... además de desgastarnos inútilmente, corremos el riesgo de no aprovechar los regalos que se encuentran escondidos en esos mismos acontecimientos.
Recientemente he tenido una prueba más, súper bonita de esa aparcería con el Universo, cuando, en un trabajo de grupo, elegí cuidadosamente las músicas que podría usar en algunos momentos... Elegí y entregué, sabiendo que todo podría salir diferente... porque me acordé de otro trabajo, en que el Universo colocó una música de forma inesperada.
De esa vez, tal acción había sido aún más precisa, porque una de las partes más bonitas del trabajo no había sido planeada y ocurrió de forma tan natural como si todo hubiese sido planeado en los mínimos detalles... de forma bastante mágica.
Como yo no había programado tampoco programé ninguna música... y estaba tan bonito que decidí dejar tocar el CD que estaba en el aparato. Le pedí a una amiga que lo colocase en la primera música, que yo no tenía ni idea de cuál era, y lo dejase tocar...
Cuando comenzó a sonar, confieso que me asusté con la precisión de la música en relación al trabajo, porque ella describía exactamente lo que las personas estaban haciendo en aquel momento... con todas las letras..
Tal como si alguien estuviese tomando un vaso de agua y la música dijese así: “tome ese vaso de agua...”
Claro que he dejado que la música se repitiese por toda aquella parte del trabajo... y ese momento fue muy bonito, conmoviendo bastante a las personas.
Claro que esas experiencias sólo hacen que mi confianza en el Gran Misterio esté cada vez más presente y esa entrega sea siempre más fácil... porque sé que no necesito hacerlo todo yo sola y que sí puedo contar con una ayuda que va mucho más allá de lo que pueda imaginar.
Cuando me veo frente a un desafío que siento que debo superar, si pienso que todo depende de mí y de los medios que puedo conseguir, muchas veces no llegaría a arriesgar. Pero cuando sé que sí tengo una buena motivación y siguiendo los impulsos de mi corazón, y además puedo contar con esa aparcería mágica del Universo...
Entonces siempre es más fácil arriesgar aquellos saltos a lo desconocido que siempre dan aquel frío en la barriga, porque sé que haciendo mi parte tendré todo el apoyo del Gran Misterio... y ese apoyo siempre me sorprende y encanta porque casi siempre escapa completamente a los caminos que mi mente puede trazar... y me gusta recorrer caminos inusitados...