Confiar
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 24/07/2008 14:20:57
Traducción de Teresa - [email protected]
La más importante clave para el crecimiento interior es el desarrollo de la confianza. No se trata de confiar en alguien o en algo exterior, sino de desarrollar una sólida confianza en uno mismo.
Todos necesitamos aprender a ser nosotros mismos, cada vez más.
Por tanto, hemos de liberarnos de todos los valores, opiniones y reglas que nos han sido impuestos como única verdad válida para nuestra vida.
Confiar en la voz del propio corazón es mucho más complejo de lo que parece a primera vista.
Esto porque, para muchos, esa frase se refiere a una actitud absolutamente desconocida, tan grande es el estado de inconsciencia en que viven. Solamente a través de un esfuerzo de voluntad podemos alcanzar un estado permanente de observación interior, que nos permitirá permanecer conscientes todo el tiempo de lo que sentimos o de lo que de hecho deseamos.
Para que esto ocurra, es útil que analicemos situaciones de vida en que tomamos decisiones basadas no en aquello que hubiéramos deseado, sino en lo que se esperaba de nosotros. Es interesante que nos preguntemos cuál hubiera sido realmente nuestra decisión si hubiésemos hecho caso a nuestro corazón.
Cuanto más nos dediquemos a esta práctica, más natural llegará a tornarse y, poco a poco, pasaremos a vivir en un estado permanente de autenticidad y a confiar más en nuestro propio guía interior que en las opiniones ajenas.
Todos los días se nos presentan innumerables oportunidades de observar nuestros sentimientos y nuestra forma de reaccionar ante los acontecimientos, desde los más complejos y desafiadores, hasta lo más triviales. Si nos mantenemos en alerta, podremos obtener grandes insights sobre quién de hecho somos y sobre qué necesitamos realmente para ser felices.
Confiar en la voz del corazón es, en síntesis, confiar en la vida y creer en que ella se revela dentro de nosotros a cada momento; nos envía respuestas para todas nuestras dudas e inquietudes y está siempre preparada para llevarnos al encuentro de nuestra propia fuente de amor y sabiduría.
“Una vez te has hecho sensible al mundo en torno a ti, tu sensibilidad puede ser volverte hacia el interior, hacia tu hogar interno. Es la misma sensibilidad con que escuchas cantar a un ruiseñor, con que sientes el calor del sol, con que hueles la fragancia de una flor. Es la misma sensibilidad que ahora tiene que volverse hacia dentro. Con la misma sensibilidad, vas a probar de ti, a olerte, a contemplarte, a tocarte.
Sírvete del mundo como entrenamiento para la sensibilidad. Recuerda siempre: si puedes volverte cada vez más sensible, todo va a ser absolutamente acertado. No te dejes embotar. Permite a todos tus sentidos volverse afilados, el tono afilado, vivo, lleno de energía. Y no tengas miedo a la vida. Si tienes miedo a la vida, te volverás insensible para que nadie pueda herirte.
Haz lo que tengas que hacer resueltamente, con todo tu corazón. Recuerda el énfasis en el corazón. La mente jamás puede ser una – por su propia naturaleza ella es muchas. Y el corazón es siempre uno – por su propia naturaleza él no puede ser muchos. Tú no puedes tener muchos corazones, pero sí puedes tener muchas mentes. ¿Por qué? Porque la mente vive en la duda y el corazón vive en el amor. La mente vive en la duda y el corazón vive en la confianza. El corazón sabe cómo confiar – y la confianza es lo que lo hace ser uno. Cuando confías, de repente te encuentras centrado.
Quiero que las personas se conozcan a sí mismas, que no sigan las expectativas de los otros. Y el modo de hacerlo es yendo hacia dentro.”
Osho – The Dammaphada / La Búsqueda.