Contacto con lo Divino
por Roberto Inácio em STUM WORLDAtualizado em 16/03/2013 11:36:08
Traducción de Teresa - [email protected]
¡El contacto con lo Divino también puede llevarse a cabo mientras trabajamos o hacemos otras actividades!
Mirad un pequeño y muy interesante fragmento de un libro de Joshua David Stone – Claves de Oro para la Ascensión y la Sanación.
“Recuerda siempre que puedes emplear todo tu tempo, no importa qué actividades estés desarrollando, como oportunidad de aceleración de tu progreso espiritual. Si estás trabajando, puedes emplear el tiempo mientras trabajas para hacer que la luz y las energías de curación recorran tu cuerpo; basta con que lo pidas.
Mientras trabajo, siempre reservo un momento para pedir a Jesús, a Sai Baba, al Señor Arcturo y a los arcturianos, en fin, a todos los Avatares y Maestros Ascendidos, para que su energía me recorra, cargando de luz y de sanación mi sistema de cuatro cuerpos.
Tú también puedes pedir que la energía del amor te recorra. El amor divino es la más poderosa energía de protección y de salud. Esas energías del amor, de la luz y de la curación te mantendrán totalmente energizado. Y también puedes enviar esas energías al exterior, a fin de que puedan servir continuamente a aquellos con quienes entres en contacto.
Si tu profesión está ligada al arte de curar, la invocación de estas energías tendrá especial utilidad en tu trabajo. Tal como he subrayado innumerables veces, no es preciso vivir ni un minuto “lejos” de Dios. Siempre es posible conectar con la presencia de Dios y ser infundido de Sus energías. Tú desearás tener momentos específicos para estar en silencio, para meditar y para renovarte – a solas, con tus compañeros de ascensión o en un grupo mayor. Pero la conexión con la Fuente es un proceso que puede y debe ser invocado en todas las situaciones y en todos los momentos. Mientras miras una película o la tele, escuchando música o atendiendo a tus actividades diarias, pide recibir energías de Dios Padre/Madre o de un maestro específico, y te será concedido.
Esto se aplica igualmente al período del sueño. Todos los discípulos, iniciados y maestros deben irse a dormir con la intención de acercarse a Dios en los planos interiores. Pide poder sentarte en bancos ascensionales, para ir a clases del plano interior y para servir. Dios es una aventura 24 horas al día, siete días por semana, durante todos los momentos que pasemos en contacto con Él.
Si es así, ¿por qué no obtener el máximo de cada momento por medio del alineamiento de nuestras energías divinas durante todo el tiempo? De esa manera, ya no habrá “estar en meditación” y “no estar en meditación”. La propia vida será considerada, sentida y vivenciada como una gran Meditación en compañía de Dios.
Amigos, he estado practicando esto desde hace pocos días, pero estoy impresionado con los resultados. Principalmente durante las horas de trabajo. Porque, claro, el trabajo es importante, máxime si nos gusta lo que hacemos. Pero hoy se produce una supervaloración del trabajo, en especial entre los jóvenes, que acaba por ser únicamente una supervaloración del consumismo.
Entonces, el tiempo de trabajo “Meditando con Dios” es una cosa maravillosa, que facilita bastante el trabajo que hacemos y más aún nuestro trabajo de desarrollo espiritual. Probad, estoy casi seguro de que os gustará mucho.
Para finalizar, un ejercicio mental no muy racional: Un granjero deja en su testamento 19 caballos para sus tres hijos. Explicando cómo ha de dividirse la herencia: el hijo mayor se quedaría con el 50% de los bienes, el hijo mediano con un 25% y el benjamín con el 20%. ¿Es posible llevar a cabo esa partición respetando la voluntad del padre? Sin descuartizar ningún caballo, claro.
Y para cerrar, una historieta: El viejo indio explica a los jóvenes cómo funcionan nuestras emociones y sentimientos: “Tenemos dos perros dentro de nosotros. Uno es bravo y muy violento, y ataca a todos cuantos se acerquen a él. Y el otro es muy tranquilo, dócil y amigo de todos. Y esos perros están siempre a la gresca dentro de nosotros.
Entonces un joven pregunta: Y al final ¿quién sale vencedor?
Y el viejo indio contesta prontamente: Vence siempre aquel perro al que proporcionamos más alimentos”.