Conversación con un Taumaturgo Astral
por Wagner Borges em STUM WORLDAtualizado em 11/08/2011 17:34:54
Traducción de Teresa - [email protected]
Durante lo más profundo de la meditación, él surgió frente a mí.
Sonrió y me saludó simpáticamente. Sus ojos centelleaban.
Era la primera vez que yo lo veía en esta vida.
Después de tanto estudiar su trabajo durante años, ahora él estaba allí, de frente.
Hubo veces en que pensé que él estuviese reencarnado actualmente.
Pero allí esta él, justo frente a mí, el médico ocultista y taumaturgo a quien tanto admiro, por su firmeza de carácter y por su bondad.
El mago de la primera hora, amigo del maestro Phyllipe De Lion.
Le pregunté algunas cosas sobre magia y taumaturgia.
Él me contestó mentalmente lo que sigue:
La sabiduría vierte la Luz. El trabajo es grandeza.
El Amor es el elam vital que une esas dos maravillas.
El sabio lo conoce y lo acepta.
Y se convierte en vehículo de los manantiales curativos ocultos y proyecta sus beneficios secretamente para el bien de todos los hombres, animales, plantas y minerales. Obra en el mundo con modestia y simpatía.
Es taumaturgo de fe inquebrantable.
Jamás se queja, pues sabe que el espíritu de Cristo abraza su corazón.
Las luces del mundo no lo atraen, pues él sabe que son transitorias.
El sabio no es fuerte porque domina fenómenos de magia ostensivos.
¡Es fuerte porque ama! Se siente bien orando y curando secretamente.
Sabe que sus energías emanadas son encaminadas por los ángeles de la cura hacia quienes realmente las necesitan.
Cuando se ve calumniado por la ignorancia de alguien, él únicamente guarda silencio y ora.
Él sabe de la transitoriedad de las cosas de los hombres y de cómo las emociones de éstos son comandadas por necias supersticiones y por los condicionantes.
Posee la sabiduría del anciano que ha aprendido mucho en la vida, pero sonríe cual niño travieso.
En los ojos de ese sabio he visto el brillo del amor de Cristo.
Con él he aprendido que la gran magia es ser vehículo del Amor incondicional.
Cierta vez, mientras charlábamos sobre cura y elevación de la conciencia, él me dijo:
‘Jamás busques el poder de la magia por la fuerza. Los portones espirituales no se abren a las arremetidas de la ignorancia. Sino que se abren fácilmente con las suaves vibraciones del buscador amoroso que quiere servir al Gran Plano de Regeneración de la humanidad.
Lleva en tu corazón el objetivo de servir a la humanidad con la luz.
Ciertamente tus contemporáneos no notarán tu luz encendida en medio del manglar grisáceo de las emociones humanas que les estorban la percepción mayor, pero el Cristo en tu corazón estará muy contento.
A Él debes reportarte espiritualmente.
Y algún día, cuando la confusión se instale en tu camino, recógete y ora en silencio al Señor. ¡Él es el Gran Taumaturgo!
Nosotros somos tan solo vehículos suyos en el mundo.
Él es el Gran Activador de la conciencia.
Permanece ligado a Él.
¡LUZ, TRABAJO Y AMOR!
Ese fue el mantra que Él me ha dado.
Ahora te lo transmito a ti.
Ilumina, trabaja y ama.
¡El Cristo que está en mí saluda al Cristo que está en ti!’
Tal como él me enseñó, abracé al Cristo que abraza al mundo.
Muchos de mis contemporáneos no me han comprendido.
Pensaron que yo había abrazado al Cristo que las religiones abrazan.
Sin embargo, yo me había hecho más hermetista que antes, pues sabía que llevaba una riqueza secreta en el corazón.
Yo había redescubierto el templo del amor en mí mismo, y el Cristo era mi hierofante mayor.
Debido a eso, mis facultades espirituales se ampliaron considerablemente, principalmente la segunda vista (clarividencia) y la capacidad de leer en la luz astral con clareza.
Y, cuanto más veía, más era poseído por el Amor incondicional.
Pues yo veía el espíritu del Cristo abrazando al mundo en el pasado, en el presente y en el futuro.
Y yo, el iniciado, me sentí neófito frente a tanta grandeza.
Fue el Maestro Phyllipe De Lion quien me abrió la conciencia para eso.
Por ello le estoy eternamente agradecido.
El Amor es la magia. La magia es el Amor.
Quien opera bajo ese principio se convierte en amo, no de los elementos astrales, sino en amo de sí mismo.
La enseñanza hermetista de la analogía de los contrarios lo demuestra claramente: entre los opuestos siempre está el medio equilibrador.
El pensamiento es la luz sutil, los elementos son la luz condensada.
Entre lo sutil (Cielo) y lo denso (Tierra), el amor es el equilibrio.
Entre la cabeza y el vientre, el corazón es el equilibrio.
El corazón es el templo del amor. La Gran iniciación ocurre dentro de él.
El Cristo es el Hierofante supremo. El mago responsable es servidor suyo.
En la senda iniciática (que prepara al iniciado para compartir la luz en el sendero de la vida cotidiana, el verdadero campo de la prueba práctica), lo que cuenta es el bien que se practica.
El iniciado es lúcido, y no se permite ser prisionero de barreras idiomáticas, raciales, religiosas, sexuales o culturales, pues ve el mismo TODO en todo.
Para él todos los hombres llevan la luz divina en sus corazones.
Por eso él abraza el alma del mundo bajo el influjo superior del Cristo.
Sabe que él mismo, todos los seres, el mundo y el propio Cristo son expresiones del mismo TODO.
Maravillado con lo que ve, la Grandeza del TODO en la menor partícula y en el meollo del Cosmos, él se siente favorecido con un estado de conciencia amoroso en sí mismo.
En silencio, ora agradecido al Cristo por la oportunidad de servir.
Y se acuerda del mantra: LUZ, TRABAJO Y AMOR.
Espero haber contribuido un poco a la aclaración de los aspectos esotéricos que me has presentado.
¡Queda en Paz!
***
Contento de la vida, he venido corriendo aquí al computador para registrar todo cuanto dijo. Incluso, él aún está aquí en mi casa hasta ahora.
Espero que sus toques espirituales sean útiles para otras personas, así como están siendo útiles para mi propio aprendizaje.
Paz y Luz.P.D.:
No voy a revelar aquí el nombre de ese ocultista, no porque él me haya pedido secreto, sino porque lo más importante es el contenido de las ideas que él transmite. Aparte de lo demás, al mencionar el nombre de alguien conocido que haya dejado algún trabajo en marcha en la Tierra, siempre aparecen los discípulos furiosos conmigo, porque consideran que sus maestros solo pueden pasarles mensajes a ellos. Y esa gente suele venir llena de ataques (lo cual demuestra que no son iniciados responsables, sino personas irascibles y sujetas a las emociones más mezquinas), y con acusaciones de que yo estoy revelando cosas que no debía, y que tal asunto solo debería ser transmitido dentro de un contexto iniciático apropiado. Incluso ya he sido amenazado con que el karma “me iba a freír” porque podría estar hablando demasiado.
Bueno, dejo que la lucidez de cada cual le diga si el contenido aquí expuesto está basado en los principios de la Espiritualidad Mayor.
Nunca he sido iniciado dentro de ninguna línea espiritual de aquí de la Tierra, sino que dejo a criterio del lector inteligente cuestionar si le es posible, a alguien que sale del cuerpo desde la adolescencia, ser iniciado en templos extra-físicos durante el sueño, principalmente si tal persona tiene el compromiso de servir de vehículo a temas espirituales, en medio de la población, de forma abierta, como exigen los tiempos actuales.
Podría ahorrarme muchas incomprensiones si solo escribiese como texto propio mío, camuflando la verdadera autoría espiritual. Pero no forma parte de mi modo de ser la cobardía. Por eso cuando el texto es mío, siempre coloco mi nombre, y cuando el texto tiene autoría espiritual, de la cual soy canal interplanos (médium), siempre lo expreso así, ya sea poniendo la referencia correcta, o solo citando que el texto es de origen extra-físico.
Y dejo que el tiempo pase, sabiendo que el karma “me va a freír”, pero solo si yo no paso la información espiritual adelante y de forma abierta.
En cuanto a los discípulos, de quien quiera que fuesen, la respuesta que tengo para dar es únicamente esta: ¡LUZ, TRABAJO Y AMOR!