Crisis de año nuevo...
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 19/01/2010 14:12:16
por Maria Silvia Orlovas - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Un año nuevo se inicia y después de tantas fiestas, festivos, planes, sueños y promesas, caemos en la realidad de un nuevo ciclo de trabajo que continúa. Relaciones que no cambiaron porque el año haya cambiado, facturas que pagar, y ¿cómo quedamos con nuestras expectativas?
Varias personas que conozco se encuentran algo tristes, desmotivadas, incluso un poco depresivas y, a causa de esta observación, he decidido envolverme más en ese sentimiento y algunas preguntas me han venido a la mente:
¿Por qué nos sentimos así? ¿Por qué esa inseguridad en relación al año nuevo si somos nosotros mismos quienes conducimos nuestras vidas?
Creo que tú sabes que el pensamiento es una energía y que las vibraciones están todo el tiempo equilibrándose y armonizándose dentro de nosotros. Y está claro que cuando creamos un montón de expectativas, planes, intenciones, después viene la caída en la realidad. Y vivir la vida, seguir en el día a día no es fácil, y menos después de supervalorar la fecha del cambio.
Desgraciadamente las cosas no cambian simplemente porque deseamos cambiar. Para que algo ocurra de verdad, hemos de manifestar esa creación nuestra. Tenemos que trabajar para traer a la realidad nuestros planes. Imaginar es lindo, soñar es importante, pero hacer que ocurran es el desafío. Y normalmente nos sentimos inseguros porque en esos días entre Navidad y Año Nuevo quedamos libres para soñar. Son fiestas, encuentros, paseos, despertarnos tarde, sin tantas obligaciones. Así, volver a la rutina y a los límites naturales de la vida no es tan fácil.
De ese modo, si tú estás medio en crisis comprende que habrá de pasar. En seguida nuevamente verás colores en tu vida y te entretendrás con tu trabajo, con tu curso, con las cuestiones familiares.
Para vivir algo nuevo, bueno, especial, primero tenemos que aceptar lo básico que tenemos en torno a nosotros y puede que incluso las cosas no estén tal como se quiere. Puede que tu mayor deseo sea cambiarlo todo. Muy bien. Qué bueno que tienes el valor de examinar tu vida y desear un cambio. Pero incluso así, puede que te dé miedo invertir en esa transformación, miedo a hacer daño a alguien, a equivocarte. Porque, al fin y al cabo, no tenemos garantías para la vida. Pero aún así es preciso aceptarla. Contemplar la realidad en torno a ti y ver los aciertos y los fallos. Ver lo que es bueno y lo que es malo.
No tengas miedo de depararte con tu día a día. Encarar los hechos, aceptar los errores y problemas es un paso fundamental para actuar con sabiduría.
Así, amigo lector, no te dejes acomodar con este sentimiento pesado, ni te identifiques con la crisis de inicio de año. ¡Mírate a ti mismo con coraje y sigue adelante!