Cuando Dios cierra una puerta...
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 07/07/2010 11:48:48
Traducción de Teresa - [email protected]
Cuando Dios cierra una puerta, ¡abre una ventana! Ciertamente, ese es un refrán conocido por todos nosotros, sin embargo, me parece que la mayoría de las veces, cuando nos encontramos con una puerta cerrada en nuestras narices, difícilmente miramos alrededor para ver si aparece alguna ventana abierta, ¿no es cierto? Estamos atravesando un período muy difícil, de obstáculos y transformaciones, y siempre que esto ocurre tenemos que enfrentarnos además a eventuales decepciones, frustraciones y otras dificultades que nos piden mucha determinación y aceptación. He venido observando en mi consultorio un creciente número de jóvenes que recientemente han tenido dolorosas y súbitas rupturas amorosas, bodas canceladas, sueños deshechos, ¡incluso con vestidos de novia ya comprados! Los aspectos planetarios actuales y especialmente la Luna Llena de 26 de junio y la Luna Nueva de 11 de julio – con Eclipse Solar – determinaron y aún determinan la terminación abrupta de algo que estábamos esperando y aguardando hace mucho tiempo. La influencia astral de esos eclipses puede incluso durar seis meses.
Situaciones insostenibles han llegado y llegarán al fin. No obstante, no siempre esa ‘terminación abrupta’ se verificará conforme a nuestros deseos. Muchas veces, la palabra ‘fin’ pondrá un punto final a un sueño que hemos acariciado, a un objetivo que perseguíamos y que aguardábamos con ansia. Contrariamente a lo anunciado en los cuentos de hadas, ¡no siempre tiene lugar un ‘Happy End’ y no siempre el ‘vivieron felices para siempre’ está escrito al final de esa novela! Por cierto, ese Happy End marca casi siempre tan solo un nuevo comienzo, que traerá nuevos desafíos. Si estamos arrastrando una situación incierta, incómoda o insatisfactoria, el ‘fin’ podrá determinar un nuevo inicio que seguramente abrirá una nueva ventana en nuestro futuro. Pese a las dificultades que tendremos para ‘saltar por la ventana’, ese acto habrá de significar la liberación de una situación de infelicidad. La confianza, la fe y la determinación serán en ese caso concluyentes para que enfrentemos el nuevo desafío. ¡Lo desconocido siempre nos amedrentará y por ello consultamos los cielos – o las cartas – o incluso otros oráculos porque queremos saber qué es lo que vendrá! El ser humano es el único animal que tiene ansiedad en relación a su futuro.
Pero pensemos en otra situación: estás a la espera de cerrar una transacción, una venta importante, tienes a un comprador en vista y el contrato ‘casi’ firmado: ¡en el último momento, todo se echa atrás! El comprador desiste de la transacción. Decepción, tristeza, frustración se apoderan de tu ánimo. La puerta se te ha cerrado en las narices. ¿Qué hacer? ¿Habrá luz al final del túnel? Estoy segura de que Dios abrirá otra ventana, ¡y con unas vistas mucho mejores! Debemos pensar siempre de esta forma, manteniendo encendida nuestra fe en algo superior porque, caso contrario, caeremos en depresión y nos abandonaremos a la desesperación. La fe mueve montañas, decía mi fallecida madre. Debemos tener fe en Dios y en nosotros mismos, porque en nuestro camino siempre habrá una nueva oportunidad. ¡Y si nos mantenemos abiertos a otras posibilidades, estaremos saltando por la ventana que nos encaminará al cumplimiento de la misión que nos ha sido destinada! Recuerda que el Yo Interior no sufre decepciones o frustraciones, pues el Yo Interior (representado por nuestro Sol) sabe perfectamente qué es lo mejor para nuestra evolución espiritual. No obstante, nuestro Ego (nuestra Luna), condicionado y manipulado, comanda nuestras ambiciones y genera nuestras expectativas y, consiguientemente, nuestras frustraciones.
Mi trabajo de astrología incluye la interpretación de las Previsiones Anuales que se hacen a partir de cualquier fecha y para los doce meses siguientes. Algunas interpretaciones (como esas del tránsito de planetas lentos) son aún más abarcadoras, pues indican el principio y el fin de ciclos de transformación de largo plazo (que pueden durar entre tres y cinco años). En el ejemplo de la transacción que he puesto antes, la interpretación astrológica de Previsiones Anuales podría indicar el período más favorable para que otro comprador aún mejor apareciese para hacer efectiva la compra. Casarse o no casarse, comprar o vender, viajar o no, nos colocan frente a bifurcaciones, frente a elecciones. Un astrólogo experimentado puede orientar acerca del camino a seguir, proporcionándote pistas de los momentos favorables y desfavorables, y ayudarte a elegir ejerciendo de la mejor manera tu libre albedrío. Prácticamente todos los e-mails recibidos en este período relatan casos de decisiones importantes tomadas por internautas, que coinciden con este momento astral. ¡Los astros no obligan, más bien indican el camino!
En la última Luna Llena, el 26 de junio, tuvimos un aspecto astrológico impar, que fue ampliamente descrito en mis artículos anteriores. La Gran Cruz está en el cielo, los titanes se enfrentan y se desafían. Así como en los partidos de fútbol de la actual Copa del Mundo, ocurren cosas extrañas: países campeones vuelven a casa más pronto y países menos favorecidos obtienen nuevas oportunidades. ¡A las grandes figuras del fútbol casi no se les ve! Y hasta ahora nuestro continente ha venido siendo el más favorecido. A mi modo de ver, el campeón final estará ciertamente en América del Sur (lugar donde el Eclipse Solar de 11 de julio será más visible).
Ya he comentado sobre la implicación de Júpiter y Urano, Saturno y Plutón en esta Gran Cruz.
Especialmente este último, Plutón, el pequeño planeta que simboliza el ‘fin de la vida terrena y el inicio de la otra vida’, suele ser determinante para dar por cerrado algún proceso en curso. Plutón suele cerrar un ciclo, una transacción comercial, una tratativa, terminar una enfermedad, un proceso en curso. Es el regente de la Casa astrológica de Escorpio –Casa VIII- significadora del proceso de reciclaje, de la vida y de la muerte. ¡Debemos recordar, no obstante, que el símbolo del signo de Escorpio (además del pequeño animal venenoso) es el Fénix, ave mitológica que renace de las cenizas! De este modo, en el proceso de muerte y renacimiento, debemos recordar que todo puede resurgir de las cenizas, lo mismo que renace nuestra alma en un nuevo cuerpo en cada nueva encarnación.
Esta semana quiero enfatizar la necesidad de renovar nuestras esperanzas y enfrentar este ciclo de transformación con coraje y determinación. Estoy segura de que habremos de salir vencedores si logramos mirar hacia dentro de nosotros mismos para corregir los fallos de conducta, los errores de rumbo. ¡Siempre hay una nueva posibilidad! ¡Una Nueva Ventana nos llevará hacia unos nuevos horizontes y una nueva vida!Léase sobre el eclipse de 11 de julio en Los Eclipses de 2010, en la sección de Previsiones de mi Sitio Web personal.
¡Deseo a todos una renovación de esperanzas y una Luz iluminadora!
¡Buena semana a todos!
São Paulo, 1 de julio de 2010