Cuando nos apartamos de algo para verlo mejor
por Bel Cesar em STUM WORLDAtualizado em 28/02/2006 10:42:58
Traducido por Melissa Park [email protected]
El distanciamiento saludable es una actitud productiva. En este sentido, cuando nos distanciamos de un sentimiento, de una persona o de una situación, no queremos romper nuestros vínculos, pero si armonizarlos.
Márcia Mattos, durante uno de sus cursos sobre Astrología, comentó que para que una amistad exista verdaderamente es necesario que las personas tengan la capacidad de saber mantener una distancia entre ellas. En este sentido, cuando surge una oportunidad de crecimiento para el otro, tenemos el deseo natural de incentivarlo para ir al encuentro de aquello que es mejor para él, aunque esto represente distanciarse de nosotros.
El distanciamiento saludable surge al paso que sabemos apreciar al otro en sus diferencias, sea en su personalidad o en sus momentos de vida. En tanto, cultivar este espíritu de equidistancia en una relación entre amigos es mucho más fácil que en una relación amorosa o en la relación entre socios. Al final, la relación de pareja crece a medida que aumentamos el sentido de cooperar, de estar aliado al otro.
Como pareja, necesitamos del otro cerca de nosotros, justamente porque en el área que actuamos juntos es preciso sumar fuerzas en vez de continuar solos. Como pareja, tenemos que aprender a ceder, esto es, a abrir espacios para incluir al otro en nuestra vida. Por lo tanto, precisamos frenar el impulso acostumbrado a actuar aisladamente.
A pesar de que vivimos en una sociedad que incentiva la autonomía y la independencia, somos cada vez más dependientes unos de otros. Perdemos la habilidad tanto de aproximarnos como de distanciarnos adecuadamente. Cuando sentimos demás los dolores ajenos, perdemos nuestro eje de equilibrio y sentido común. Sentir empatía por alguien no significa perderse en él.
No sofocar al otro con nuestro amor, ideas y esperanzas es un desafío que exige continua vigilancia. Creo que uno de los secretos para mantener un distanciamiento saludable, sin desligarnos afectivamente del otro, consiste en reconocer si estamos viviendo más la vida de él que nuestra propia vida.
Cuando el humor del otro pasa a regir el nuestro, cuando los proyectos de vida de él no incluyen nuestras ambiciones, o simplemente cuando el deseo del otro por nosotros es el que pasa a definir el grado de atracción que sentimos por él, atención: es señal que ya ultrapasamos los limites de un distanciamiento saludable! Pues estas actitudes indican que caímos en las trampas de la co-dependencia. Esto es, nos tornamos presas fáciles de la fuerza ajena, cuando nos apartamos demás de nosotros mismos y dejamos de ser auténticos!
Caer en el extremo opuesto también genera conflictos: cuando nuestro distanciamiento pasa a generar un aire de arrogancia es señal que perdemos nuevamente la medida justa. Infelizmente, muchas veces escondemos nuestra inseguridad en una postura orgullosa. En estos momentos, en general tenemos dificultades en percibir cuán antipáticos nos tornamos! Pensamos expresar para el otro seguridad y auto-confianza, pero él ya lo notó y se apartó, porque nos tornamos cada vez más arrogantes. No precisamos colocarnos encima ni debajo de los otros para valorizarnos.
Lama Gangchen Rinpoche acostumbra decirnos que, para tener una relación saludable con un maestro, precisamos actuar así como cuando estamos cerca del fuego: si nos aproximamos demasiado nos quemaremos, pero si nos distanciamos mucho sentiremos frío y soledad.
Cuando abandonamos la necesidad de comandar todo el espectáculo, las luchas de poder en las relaciones ceden. Finalmente, aprendemos a reconocer el distanciamiento saludable y así sentimos la presencia del otro como el calor del fuego que nos entusiasma para estar juntos!