CUANDO TODO PARECE DERRUMBARSE
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 12/05/2017 10:15:18
Autora Sinara Rodrigues
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Traducción de Teresa
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En la mañana de un día sin color, aquel ser miró dentro de sí ¡percibiendo que todo estaba frío y estático! Su costumbre era acercarse a la ventana y disfrutar del paisaje, pero en aquel momento nada tenía sentido. ¡Pobre ser! La mente había sido encerrada y el tiempo lo había hecho prisionero en la redoma ilusoria.
Pasaron días, meses, años. Las estaciones llegaban y se despedían, hasta que un día aquel ser se cansó. Esto ocurrió en una rara mañana de otoño en que el sol nacía irradiando mucha energía y no se supo qué pasó, pero aquel ser inerte, por fin, decidió salir de la mazmorra imaginaria.
Aquella mirada oxidada por el tiempo se acercó a la ventana admirando todo cuanto la rodeaba. Su visión se expandió. La mente ilimitada adquirió fuerza.
El cuerpo se liberó y aquel ser pensó: - cuando todo parece derrumbarse todavía tengo muchas posibilidades y a partir de hoy me convierto en una nueva criatura.
Me libero de mi capullo y adquiero autonomía para volar alto.
Declaro y prometo que a partir de hoy: - si el día amanece nublado tendré el libre albedrío de pintarlo con los colores del más bello arcoíris; si las lágrimas insisten en caer, consolaré mi llanto con una sonrisa en los labios.
En otoño iré a admirar las hojas secas del suelo, para en primavera embriagarme con el perfume de las flores; si mi alma se trabase por un instante de dolor, oiré la más sublime melodía e invitaré a mis pies a bailar una hermosa canción.
Me comprometo a mejorar todos los días; domaré mi “yo interior”, permitiéndome amar y conquistar mi amor propio.
A partir de hoy seré tenaz con mis sueños convirtiéndolos en realidad plena.
Comprenderé que no existe acertado o equivocado. En realidad existen resultados y si acaso éstos no se realizan tal como les he trazado la ruta, se debe a que hay innumerables posibilidades para experimentar el éxito.
Hoy, me liberto de mi pasado. Doy valor al presente, en la seguridad de ser merecedor del futuro.
Prometo siempre: - ¡ser una persona admirable! ¡Ser pleno e increíblemente feliz! ¡A fin de cuentas, lo merezco!