Cura Kármica
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 15/05/2015 20:10:42
por Vera Marfeza - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Desde que he empezado mi jornada de auto-conocimiento he venido obteniendo informaciones de los más variados modos. Primero, mi contacto con las religiones, con ello se verificó el perfeccionamiento de mis capacidades psíquicas, presentes desde la infancia. Simultáneamente, vino mi trabajo con las percepciones y las investigaciones de los orígenes de los problemas de las personas. Mi videncia presentaba un foco de atención constante - los registros de las historias personales.
El Renacimiento y la Limpieza de los 21 días han añadido fuerzas para ir hacia el por qué de vivir determinadas lecciones y me han dado una forma de poder iniciar el proceso de curación. La programación del inconsciente ha disciplinado la ruptura de paradigmas establecidos en el momento del nacimiento, y juntamente con la hipnosis ha aportado una nueva herramienta de equilibrio a los que practicaban y se dejaban hipnotizar. La repetición del mantra de mi último artículo "Cambio de Rumbo" fue un marco que me hizo reencontrarme con los Señores del Karma. Esa información se la debo a mi querida amiga Célia Lobo.
Mi misión, conocida desde muy pronto en mi vida y reafirmada por mi mapa numerológico personal, es mostrar el camino hacia la verdad personal de cada uno, a fin de que conozca y libere lo que aquí ha venido a vivir. Y así viene siendo. Hace muchos años conocí el Consejo Kármico, formado por muchas entidades. La misión de ese Consejo Kármico es propiciar las oportunidades para que podamos reparar nuestros errores, crecer, y por consiguiente, evolucionar. Ellos nos acompañan durante nuestras vidas y pueden aumentar las oportunidades, lo cual dependerá de nuestra evolución. Cada tres meses se nos somete a evaluación, si bien la evaluación más importante se verifica a cada ciclo de doce años. A los 12, 24, 36, 48, 60, 72, 84, 96 años, y de ahí en adelante, si llegásemos allá.
Por la época en que aprendí acerca de su existencia, se decía que en cuatro fechas durante el año (31 de marzo//30 de junio//30 de septiembre y 31 de diciembre), ese Consejo estaría a dispuesto a atender las peticiones de liberación del karma personal, bastando para ello ejecutar un pequeño ritual de entrega. Con el paso de los años, y con la necesidad de acelerar el proceso de limpieza kármica de Gaia (Planeta Tierra), el Consejo Kármico o Señores del Karma, pasaron a estar disponibles todos los días, a tiempo integral.
Yo, por otra parte, de tiempos en tiempos, reevalúo los resultados de mi trabajo y procuro perfeccionarme en lo que me parece que puedo avanzar a fin de ayudar mejor a las personas, muchas de ellas que ni siquiera conozco, que reciben mis sugerencias por e-mail o por el Sitio web. Pero yo ya venía pidiendo, a mis mentores y especialmente al gran amigo San Jorge, a quien profeso un cariño muy especial, un camino más eficaz o al menos más rápido para que yo pudiese avanzar en esa jornada de auto-conocimiento; y fue cuando me ha llegado ese proceso de la Cura Kármica. Ahora he vuelto a tener contacto con los Señores del Karma, y empecé a preguntar si era para trabajar con ellos también, y cómo habría de ser. La respuesta llegó en un sueño, el mismo día en que rogué que eso me fuese definido claramente, pues no me gustaría cometer ningún error de interpretación.
Soñé que hablaba a un pequeño grupo (no más de 12 personas) que yo reuniría en un taller, en mi consultorio (ya empecé a organizar el primero y pienso llevarlo a otras ciudades), un grupo de personas para trabajar con la cura del Karma, con intervención de los Señores del Karma, y que éstos eran seres dulces y acogedores. Desperté y tuve la nítida impresión de que tenía la respuesta tan clara que no había dudas. Tengo que trabajar con ellos. Y ¿cómo sería ese trabajo? Yo sé que el Consejo Kármico tiene como misión liberar tu karma una vez que te hayas dado cuenta de qué es lo que has venido a aprender acerca de él, pero a menudo los orígenes de ese karma están impregnados en tu cuerpo espiritual, que es uno de los más altos niveles de tu manifestación terrena, y permanece allí incluso durante varias vidas. Aprendí con mis mentores que no basta comprender lo que has venido a hacer aquí, sino que has de liberarte de la culpa y del flagelo, a menudo instalados en tus cuerpos superiores (para quien no lo sepa, tenemos muchos cuerpos energéticos, aparte del físico).
El proceso de la Cura Kármica pasa por 4 temas: el de las relaciones, el de las situaciones, el de los patrones de comportamiento y el de las enfermedades. Ese karma puede haberse originado a varios niveles, empezando por el más externo y corpóreo en el ADN, hasta llegar al más interno que es el del Alma. En algunos de ellos estamos seguros, pero hay otros, sobre los cuales no tenemos ni idea.
El proceso se inicia por lo que se llama CURAS UNIVERSALES, que son las generales, pedidas por todos. Pedir que la autoimagen sea positiva, liberarse y curarse de las cicatrices del corazón, etc. Ahí es donde empezamos a preguntar si ha quedado curado, y yo, aun teniendo cierta facilidad de comunicación extra-sensorial, empleo el péndulo para las respuestas con el Consejo. Si gira hacia la derecha es que sí, hacia la izquierda es que no. Después de esto, se pasa a trabajar la cura de los cuatro temas mencionados y por fin, la curación se verificará en todos los chakras de todos los cuerpos, que se van a limpiar, curar, alinear, activar, sincronizar, restaurar y reconectar. Esto implica el alineamiento del Yo Superior, del Yo Esencial, del Yo Divino, Gemela Astral, manifestación de la DIOSA, Doble Etérico y Yo Físico.
Es, sin lugar a duda, una jornada completa, que una vez iniciada, ciertamente ya no se deseará dejar, por los resultados que habrán de observarse, inmediatamente.