Decisión
por Saul Brandalise Jr. em STUM WORLDAtualizado em 21/04/2009 13:50:42
Traducción de Teresa - [email protected]
Nuestra vida se resume en una correcta y ejemplar administración de nuestro tiempo. Podríamos asociar esta frase a una, entre tantas definiciones de decisión. Vida es tiempo. Y aún protestamos por que las cosas no suceden a nuestro favor. ¿Cómo podremos esperar días más placenteros si nada hacemos en este sentido? Hemos de decidir ser mejores. Generalmente, no nos damos cuenta de ello y permanecemos inactivos sin hacer absolutamente nada.
Tener tiempo ocioso, para variar, a veces es bueno, pero es preciso saber sacarle provecho. Conversar con amigos, tomar el sol en la playa, pescar, son excelentes ejemplos de este aprovechamiento. Esto se llama descansar la mente. Mejor aún sería meditar.
Por tanto, qué hacemos con nuestro tiempo y cómo, es un factor determinante de cómo organizo mi vida. Aquí comienza una sabia decisión. Quien no consigue administrar su tiempo no consigue maximizar el provecho de una vida. Tú sabes que tiempo es dinero, pero puede que no te des cuenta de que tiempo es vida. Y vida es el presente. El pasado sirve tan solo para extraer experiencias. El futuro, para decidir tener una vida mejor. Pero todo empieza en el aquí y ahora.
Otro factor fundamental para una correcta decisión es el estado emocional. Jamás se debe tomar una definición para un paso importante en la vida con la emoción alterada. Para más o para menos, no importa. La posibilidad de cometer errores es enorme. No es por casualidad que necesitamos el control emocional. No es por factor de suerte que las decisiones más acertadas son las que se toman por la mañana. El que es empresario, lo sabe. Jamás decidas, al final del horario de trabajo, sobre una tarea estratégica. La posibilidad de cometer errores es enorme. Nuestra mente puede estar contaminada por los problemas del día.
El fervor religioso es otro enemigo de una sabia decisión. Puede embotar nuestra capacidad de comprender lo que sucede a nuestro alrededor. Las religiones segmentan la verdad. Solo vale la que les interesa a ellas. Lo que se aleje de esto… es pecado. No, no lo es. Es sabiduría celar por nuestro Libre Albedrío.
La información correcta – y en tiempo adecuado –, permite una sabia decisión, de lo contrario estaremos corriendo riesgos innecesarios.
Siendo así, no es posible tomar una decisión adecuada para nuestra vida sin un control emocional, un tiempo oportuno, una información correcta y una ausencia de fervor religioso.
Es verdadero afirmar que, si no estamos satisfechos con nuestro momento, es preciso analizar las decisiones que hemos tomado hasta ayer. Si, en cambio, queremos modificar nuestra andadura, hemos de alterar nuestros conceptos para que así broten nuevas y fructíferas DECISIONES.
Nadie, en el Universo, está autorizado a interferir en tus decisiones sin que pague un precio por ello. La ley soberana del LIBRE ALBEDRÍO exige que cada ser humano sea respetado en su individualidad y que él sea siempre el dueño de su camino. Por esto, es verdadero decir que nadie es mitad de nadie. Somos enteros y como tales debemos ser respetados.
Hace unos días cierta persona me envió un email rogándome que explicase más sobre el por qué de la obesidad de su hijo. Obviamente pedí socorro a mi Maestro ND. Con la fecha de nacimiento de la madre y la del hijo, fue posible saber que el hijo obeso estaba siendo asfixiado por la madre.
Es verdadero afirmar, sí, que saber decidir nos permite tener una vida saludable. La represión atranca el quinto chakra, y la famosa glándula de la felicidad (tiroides) deja de funcionar correctamente; el estrago en el organismo es enorme, la madre lo confirmó: Sí, yo ahogo a mi hijo.
Decidir es simplemente la suma de DECIDO+IR… Yo soy señor de mis actitudes. Es preciso que yo me permita IR, y por tanto, SER. Aceptar que los demás interfieran en mi vida me vuelve sumiso (Véase texto sobre esto), y sin amor propio.
Nadie tiene el derecho de interferir en mi camino o en el tuyo. Si esto ocurre es porque yo o tú lo permitimos.
Sé que nos veremos.
Beso en el alma
