Dejando de recrear patrones
por Rosemeire Zago em STUM WORLDAtualizado em 14/03/2010 08:33:36
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Todos nosotros tenemos una tendencia a repetir patrones de comportamiento en nuestras relaciones, y éstos se intensifican principalmente en las relaciones afectivas. Por más amor que recibamos durante la infancia, parece que nunca es suficiente e, inconcientemente, estamos siempre buscando completar y encontrar lo que no recibimos de nuestros padres. La intención no es ninguna manera culparlos, porque seguramente nos dieron lo que tuvieron o hasta se superaron para no repetir lo que recibieron, pero como podemos percibir, los patrones se repiten. Si tienes hijos ya habrás percibido muchas veces que aquello que te has dicho a ti mismo que no repetirías, de repente, te ves haciéndolo exactamente igual. Y eso sucede con mucha más frecuencia de lo que nos gustaría.
Inconcientemente, todos tendemos a reproducir la situación ya conocida de la infancia en la elección de pareja. Muchas veces la elección será de acuerdo con aspectos semejantes a los del padre y/o la madre. Sí, puede parecerte un absurdo una elección como esa, pero sucede. Procura pensar en algunas características de tu padre o tu madre y compáralas con las de tu pareja. Algo en común? Piensa con calma, haz una reflexión profunda. Podrás descubrir muchas cosas sobre tu relación. O sobre tu última relación afectiva. Generalmente, descubrimos en común las quejas que teníamos de nuestros padres. Puede ser que al haber conocido a tu actual pareja eso no haya sido percibido, pero con el paso de los años…puede quedar muy claro.
Muchas personas ni siquiera tienen conciencia del sufrimiento del pasado y mucho menos de cuanto puede estar afectando su vida actual. Pero afecta, pues cuando niños no teníamos como entender lo que estaba faltando o ni siquiera que estuviese faltando algo. Y muchos adultos, continúan sin percibir las necesidades que trajeron de cuando eran niños. Puedes hasta recordar de haber tenido una infancia feliz, y puede ser que la hayas tenido realmente, pero también puede ser que aquello que te hirió profundamente haya quedado muy bien escondido en alguna parte de tu ser, pero de alguna manera se hace presente en este momento. Aunque tengas dificultades en aceptar que tu pasado todavía interfiera en tu vida, eso no es suficiente para no afectarte.
Para identificar hasta donde el pasado interfiere en tu vida, piensa en un problema que estés viviendo actualmente. Para eso, procura no usar la razón. Evita también pensar que tu problema actual sea culpa de alguien, libre además de la rabia, la ansiedad, tus frustraciones; eso serian las justificativas racionales a tal problema. Considerando todo esto, piensa nuevamente en un problema actual, sin racionalizaciones, sin defensas, sin justificativas. Cuál es la respuesta? Vamos a suponer que la respuesta actual haya sido no ser amado. Ahora, mira para atrás e intenta recordar acerca de tu situación con tus padres: lo que te dieron, como te sentiste realmente en relación a tu infancia? Tal vez percibas que la misma herida o dificultad de antes es la misma del momento actual. Considerando el ejemplo citado como siendo el problema actual no ser amado, podemos encontrar en el pasado exactamente la misma necesidad: no haber sido amado, o al menos, no amado como te hubiera gustado. Eureka!!! Y ahora? Tú puedes percibir ahora que tu necesidad inconciente en recrear tu herida de infancia no se hace necesaria concientemente. O sea, puedes para de recrear situaciones de la infancia, que en general, son en busca de amor, atención, reconocimiento, al volver conciente lo que hasta el momento estaba totalmente inconciente. Y todo eso tiene que ver con la elección de la pareja? Todo. Si consigues identificar lo que estás buscando, por ejemplo, amor, no irás a buscarlo más de una manera impulsiva y muchas veces inconsecuente. Es muy diferente cuando sabemos lo que necesitamos y nos volvemos responsables por suplir nuestras necesidades emocionales, de cuando hacemos esto de forma ciega, en la oscuridad, o sea, de manera inconciente.
Cuando el conflicto de la niñez es percibido concientemente no habrá más necesidad de recrear situaciones semejantes. Eso sucede con la finalidad de que al recrear la situación ya conocida y no resuelta de la infancia, puedas ahora resolverla. Pero en realidad, solo la resolvemos cuando la vemos, cuando conseguimos volverla conciente. Para eso es importante mucha reflexión, observación, principalmente de tus sentimientos, o sea, es preciso auto conocimiento. Cuáles son los sentimientos que has tenido? Responder esta pregunta puede ser un buen comienzo. Que es lo que esperas de tu pareja y que no has recibido? Será que no es exactamente aquello que no recibiste de tus padres? Concuerdas en que lo que tus padres no te dieron es muy difícil que te lo dé alguien? Por qué? Simplemente porque no son tus padres. Esa es una diferencia importantísima y que debe ser considerada, pues así podrás realmente desear amor y ser amado, pero no irás a esperar que ese amor compense aquello que no recibiste. Comprende y perdona a aquellos que no te dieron lo que esperabas. Libertándolos, estarás libertándote a ti mismo.