¿Demasiado celosos? Abuso emocional, ¡No!
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 18/10/2016 10:27:31
Traducción de Teresa
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¿Tú eres de aquellos que suelen verse aguijoneados por millones de pensamientos aturdidores al menor desliz que tu pareja pueda cometer?
Una simple comprobación al teléfono móvil mientras estáis charlando ¿puede ser motivo para sospechar de algún posible flirteo, traición o incluso de falta de respeto hacia ti? ¿Sueles ser acometido por conductas explosivas diciendo todo cuanto te viene a la mente, impulsado por sentimientos de angustia y de ira ciega, más fuerte de lo que puedes soportar?
Si te identificas con este patrón de funcionamiento, has de saber que puedes estar aprisionado en un ciclo vicioso de respuestas automáticas en que la vigilancia desorbitada y el control excesivo del otro forman parte de este tortuoso escenario.
Si eres consciente de que te estás pasando en tus actitudes de celos, o si eres víctima de algún celoso patológico, no hay problema en buscar ayuda para salir de este ciclo, que lleva a ningún lugar, y que sólo gasta tu energía y tiempo de vida.
Para empezar, has de saber que esa actitud desmedida, entre otras, actualmente ocupa la mayor parte de las preocupaciones de todos los que han entrado de cabeza en las exigentes demandas del siglo XXI. En nuestra actualidad, debido al vacío interior provocado por la falta de un norte claro que seguir, el sentido del territorio entre el yo y el otro se ha puesto difícil de entender. Y en la cuestión de los celos mucho más, son sentimientos que activan de modo contundente la posible pérdida del otro a causa de un tercero. Algo ciego y sin control puede estar sucediendo y mi pareja puede escapar de mis manos sin que yo pueda darme cuenta; quedaré marcado por la creencia de que no he sido lo suficientemente bueno, lo cual es el peor de los mundos en esta sociedad narcisista y altamente competitiva. Visto así, por tanto, los celos en exceso pasan a ser mirados como una angustia generalizada, simbolizada por el temor a perder el control sobre el otro, o sea, yo voy a quedar mal visto y él va a quedar bien.
Los individuos acometidos por las famosas crisis de celos tienen como meta de vida alcanzar un ideal de estatus a menudo ficticio. Lo que en verdad sucede es que la real satisfacción de las conquistas nunca ocurre y la certidumbre de que se tiene una pareja que se mantiene leal se hace prácticamente imposible de concebir; por eso el tenso clima de sospecha respecto del otro acaba siendo la nota predominante en esta clase de relaciones. El hipnotismo es que lo mejor está siempre por venir, por tanto, la pareja siempre podrá optar por algo más interesante…
Los celos excesivos no deben ser comprendidos por la pareja sólo como una especie de protección más allá de la cuenta. Para las parejas de tales celosos patológicos, es de la máxima importancia observar si existe sufrimiento, si las propias actitudes empiezan a ser auto-vigiladas con la finalidad de no provocar la ira de celos del compañero, si se está perdiendo la alegría de vivir, y además, distorsionando la percepción entre lo que significa ser cuidada y estar feliz, y vivir en una cárcel sin luz.
Todo aquel que se percibe víctima de un celoso patológico debe saber que este tipo de conductas pueden formar parte de las artimañas de los Narcisistas Perversos, en una de las facetas de abuso emocional mejor articuladas de tales secuestradores de almas, cuando inclusive llegan a tergiversar el discernimiento y la realidad de las víctimas.
Observa si hay una excesiva desconfianza y monitorización de tu vida, si hay búsqueda improcedente de indicios hasta el punto de que literalmente te percibes siempre como pisando huevos…
Si te percibes en ese lugar, quizá sea momento de repensar tu relación y, lo principal, tu vida como un todo, que es y siempre será tu bien mayor.
Y no te sientas culpable por hacer lo que es mejor para ti, porque las cosas en tu vida sólo podrán cambiar en el momento en que tú empieces a encarar de frente aquello que no te hace bien, y adoptes actitudes en tu favor. Si es necesario, busca ayuda en la terapia.
¡Atrévete y consíguelo, tú puedes, tú lo mereces!
¡Cuánto más despiertos, mejor!
