DEPRESIÓN / OBSESIÓN ESPIRITUAL
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 11/10/2010 11:08:42
por Dárcio Cavallini - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Los trastornos psicológicos diagnosticados como depresión, síndrome de pánico, fibromialgia, bipolaridad, TOC, etc., son en los días de hoy más frecuentes de lo que se imagina.
Por lo regular, las personas se encuentran en el psiquiatra - cuando tienen el valor de enfrentarse a ellos, venciendo todos los prejuicios de tener que consultarse con el “médico de locos” y no ser considerados por los demás como tal - con el diagnóstico de alguna de esas anomalías, que actualmente ya es uno de los mayores problemas de salud pública del mundo, según datos presentados recientemente por la OMS (Organización Mundial de la Salud), que considera que siguiendo el ritmo actual de crecimiento, en 15 años aproximadamente han de convertirse en el segundo problema de salud pública del mundo, solamente por debajo de las cardiopatías.
Es interesante observar que es un problema mundial y no circunscrito al Brasil o a algún otro país específicamente.
La misma autarquía, la OMS, también considera la “obsesión espiritual” como enfermedad, según publicación oficial en 1998; y también consta así en el CID, Código Internacional de Dolencias, en el apartado F 44.3.
El CID es una lista de enfermedades clasificadas con nombre propio y cada una con la relación de síntomas que debe presentar un paciente para poder ser diagnosticado como tal. Cualquier médico que siga los patrones éticos de su profesión, solamente cierra el diagnóstico de un paciente si éste presenta un tanto por ciento elevado de los síntomas descritos en la enfermedad. Sin esto el profesional corre el riesgo de sufrir las sanciones correspondientes por parte del Consejo Regional de Medicina de su área de actuación.
Muchos son los que tienen diversos síntomas, y los médicos, incluso después de llevar a cabo algunos análisis de laboratorio, no consiguen establecer el origen de sus dolores y acaban por no cerrar un diagnóstico que pueda ser tratado debidamente conforme a los procedimientos normales de cada caso.
Incluso después de complejos exámenes realizados por equipos tecnológicos de última generación, muchos son los casos actualmente en que no se consigue éxito en la tentativa de diagnosticar al paciente con precisión.
Entonces, después de una verdadera peregrinación por consultorios, clínicas y laboratorios, consultando a los más diversos especialistas, las personas acaban por buscar ayuda en el campo psicológico, acudiendo al psiquiatra o al psicólogo.
Aparte de los diversos tratamientos alternativos que hoy día ya se encuentran en el mercado, están también las alternativas religiosas, que en general no encuentran solución para el problema.
Cuando es el caso de recibir uno de los diagnósticos anteriormente descritos, acaban por tomar medicación de banda negra, como ansiolíticos, calmantes, etc., que no actúan en el origen del problema y que acaban ayudando a enmascarar la situación del paciente.
En realidad, la medicina actual, que contempla al paciente solamente como un cuerpo físico, nada puede hacer que sea eficiente en esos casos, porque el origen del problema es espiritual y no físico.
Los psiquiatras y psicólogos, están verdaderamente ante un gran problema, porque los diagnósticos se cierran de modo subjetivo, ya que ningún examen físico que se pueda hacer llega a comprobar el origen de los síntomas que el paciente presenta.
Lo peor es que la mayoría de los médicos desconoce que la OMS ya considera al espíritu del hombre como susceptible de enfermar. A fin de cuentas, esta materia no figura en el contenido programático del curso de medicina tradicional, entonces queda la cuestión, si el médico decide considerar este hecho y diagnosticar a un paciente con “obsesión espiritual”, tal como consta en el CID, ¿qué tratamiento le podría indicar?
Al final, no se mezclan ciencia y religión y, por lo que consta, quien cuida del espíritu son los ‘pais de santo’, pastores, curas, dueños de ‘terreiro’, etc., Y ¿cómo definir quién de entre tantos místicos, puede considerarse confiable?
Y si lo diagnostica, ¿qué van a pensar sus colegas de profesión?
Y el CRM, Consejo Regional de Medicina ¿cómo habrá de encarar esto si la propia entidad también hace vista gorda ante esa información de la OMS?
¡Ha llegado la hora de empezar a contemplar con más atención la APOMETRÍA!
Como decía su creador, el Dr. José Lacerda de Azevedo, médico gaucho, es la “medicina del alma”.
¡La depresión es una obsesión espiritual!
Los síntomas de los pacientes tienen su origen en el campo espiritual, emocional, mental y astral. Y no raramente, o casi siempre, tienen origen en otras vidas pasadas.
La apometría como técnica terapéutica, utiliza el desdoblamiento espiritual consciente (VIAJE ASTRAL) y va al origen del problema para resolverlo, en cualquier ecuación de tiempo que sea, presente, pasado o futuro.
Bajo el comando de pulsos energéticos electromagnéticos es una técnica fácil de aplicar y no hay límite de edad o impedimento por situación social o religiosa para beneficiarse de este método que ha demostrado resultados fantásticos en la solución de problemas de esa naturaleza.
En el Website: link se pueden encontrar varios testimonios de personas que ya se han beneficiado de esa técnica moderna y eficaz…