¡Deseo!
por Thais Accioly em STUM WORLDAtualizado em 30/12/2012 11:18:47
Traducción de Teresa - [email protected]
Deseo
Que tengas a quien amar
Y cuando estés muy cansado
Aún, haya amor
Para recomenzar.
Para recomenzar...
Frejat
En mi cumpleaños, algunos años atrás, una persona muy querida me dijo que deseaba que en mi nuevo año de vida yo fuese muy amada.
Esta frase ha quedado en mi mente, reverberando… ¿será? ¿Será que ser amada ayudará a la construcción de mi bienestar? ¡Sí, ciertamente! Pero ¿es eso suficiente?
Me acordé entonces de todos aquellos que he conocido, que, pese a ser amados por sus familiares, amigos, compañeros de vida, se sentían depresivos, angustiados, infelices, incapaces de sentir amor por sus vidas, por sus trabajos, por sus semejantes.
Personas que buscaban el reconocimiento del otro como garantía de una vida valiosa pero que, necesitados, nunca se contentaban con lo que tenían, con la vida que llevaban.
Ser amado está muy bien, pero no es salvoconducto para una vida plena.
Cuando uno no se ama, aunque seamos adorados por multitudes, traemos el alma vacía, un sentimiento de soledad y desazón, aparte de angustias indecibles.
Cuando no nos amamos surge un sentimiento casi insoportable de ser extranjero en todas partes, un sentimiento de no pertenencia.
Y entonces he deseado, fuertemente, para mí misma, que en mi nuevo año de vida yo amase mucho. No solo a alguien en especial, sino a la vida, a mi trabajo, a las personas que conviven conmigo, a mis familiares, a mis sueños, a la ciudad donde vivo, al lugar donde vivo, a aquellos que se cruzasen en mi camino.
Porque, al amar, la vida se hace cálida, adquiere un nuevo colorido, los minutos se hacen más alegres.
Amar al otro requiere de nosotros desprendimiento, madurez, autoestima… sí, porque a menudo nos parece que para amar a alguien, éste debe hacer por merecer.
Pero el amor que sentimos independe de lo que el otro sea o haga.
Podemos amar a quien nos hace daño. Podemos incluso elegir alejarnos de aquel a quien amamos cuando éste es destructivo, por una cuestión de amor propio.
Pero sentir amor, en gran cantidad y de calidad, mejora la vida de cualquier persona, donde quiera que esté.
Quien siente amor no se percibe solo, porque la vida le es preciosa y porque lleva en su ser a todos los que ama.
¡Así, en este final de año, deseo para ti que el año venidero ames mucho y colmes tu vida con un corazón caldeado y enternecido!