Diferencia entre Medicina Energética y Medicina Alopática
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 09/07/2014 10:40:55
por Terapeuta Eliana Kruschewsky - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Estamos formados por cuatro dimensiones de energía: energía mental, energía emocional, energía física y energía espiritual. No somos sólo lo que pensamos, ni sólo lo que sentimos, mucho menos somos sólo un espíritu, ni tampoco somos sólo un cuerpo físico.
No podemos poner a tratamiento sólo una de estas dimensiones y considerar que hemos hecho la curación.
Mucho antes de que se nombrase la palabra medicina, ya existían métodos de curación naturalmente aplicados.
Jesús se sirvió de la imposición de manos para curar a ciegos, leprosos y otros. Igualmente tenemos conocimiento de otros métodos naturales que la medicina tradicional desconoce o intenta no considerar eficientes.
Imposición de manos, hierbas, baños de luz, baños diversos, bendiciones, etc., eran conocidos como métodos naturales para promover la curación.
El ser humano está formado como un todo. El Holos energético es un hecho, pues estamos envueltos por un tejido energético que nos hace formar parte del Universo. El Holograma Universal existe, lo mismo que el holograma individual, que predica que el todo está en nosotros.
Cuando buscamos información acerca de la historia de la medicina, encontramos escuelas como la Escuela Hipocrática y la Escuela Galénica. La Escuela Hipocrática, con tendencias humanísticas, surgió en Grecia, defendida como la medicina del enfermo. No importaba la enfermedad y sí su portador.
Esta vertiente contemplaba la enfermedad no como punto de partida, sino como una señal, un camino hacia el interior humano. Asimismo, esta escuela no trataba la enfermedad de forma aislada, sino todo lo que envolvía la vida del paciente. Éste sí era tratado de forma humana y profunda.
Se buscaban indicios pasados y el tratamiento abordaba su alma, pues el Modelo Hipocrático creía en el Holos, en el Todo y que con el tratamiento de los cuatro patrones de energía promovemos la sanación desde su raíz. Equilibrando los cuerpos energéticos se abordan los orígenes de la dolencia y esto promoverá un cuerpo sano.
El Modelo Alopático se ocupa de la dolencia. Busca formas para el tratamiento de cada parte del cuerpo.
Ciertos estudios arqueológicos han descubierto que los pueblos de la antigüedad, como los egipcios, ya hacían operaciones complejas. Los embalsamadores, al abrir los cuerpos de los faraones para retirar las entrañas, obtenían muchas informaciones acerca de la anatomía humana. Y así, conociendo cada órgano, empezaron a estudiar ciertas anomalías debidas a enfermedades que encontraban en esos órganos. Esta vertiente fundamentó la Escuela Galénica, dando origen a las corrientes organicistas, materialistas, anti-vitalistas.
Los egipcios, encantados por los órganos, empezaron a comprender las enfermedades no sólo internamente, sino además por medio de exámenes externos, con aparatos sofisticados para cada época.
La Medicina Hipocrática o Energética tuvo origen en la Escuela de Cos, donde sus filosofías estudiaban al hombre y sus esencias Humanísticas y Vitalistas.
La Medicina Galénica u Oficial se originó en la Escuela de Cnido, y sus preceptos eran organicistas, materialistas, el hombre y lo que éste aparentaba en su exterior.
Hipócrates fue defensor de la Escuela Energética, donde pudo defender la medicina del enfermo, la medicina del individuo como un todo, el individuo contemplado por entero en toda su divinidad (alma y cuerpo).
Galeno defendía la Escuela de la dolencia, despreciando la energía vital, enfocando la región del dolor, no su origen.
Las dos Escuelas son prescritas hasta los días de hoy, siendo el foco de la Hipocrática la curación, empezando por los cuerpos energéticos hasta llegar al físico, es decir, la curación del individuo como un todo.
En cambio, en la Galénica, la alopatía enfoca exclusivamente la región afectada, inhibiendo la real dolencia del ser.
Lo que la medicina llama evolución está fundamentada en la evolución de los procedimientos sofisticados al desarrollo de los aparatos, de los exámenes, de la química aplicada, pero la curación no depende de nada de esto. La sanación depende de un alma y de un campo vibracional en equilibrio y las máquinas, por sí solas, no ayudarán. La medicina alopática enfoca el campo vibracional de lo físico y la medicina energética enfoca los cuatro campos de energía, buscando el origen de la enfermedad que no se procesa en lo físico.
Volvamos el proceso de sanación desde el inconsciente para el consciente. Restablezcamos la conexión del individuo con el todo, con la naturaleza, con el universo. Somos parte de un todo y el todo habita dentro de nosotros.
Tenemos siete cuerpos superiores:
Cuerpo físico; Cuerpo vital; Cuerpo astral; Cuerpo emocional; Nuestra Alma Humana; Nuestra Alma Divina; El rayo del Absoluto; nuestra Esencia Divina;
Lo más importante es entender siempre que estamos compuestos por cuerpo etérico o vital, astral o emocional, conciencia o mental, causal, búdico y átmico.
Primer paso, que la persona quiera recuperarse, pues sólo así se abren los portales de asimilación a nivel anímico y celular. Después, hacer uso de los estímulos terapéuticos indicados, hacer uso de los medicamentos homeopáticos en sus dosificaciones y cantidad de días exactos, atendiendo a la homeopatía de alta jerarquía, procurarse una alimentación más natural, sin químicas y con alimentos de alto poder de vitalidad, más frescos. Y, por último, pensamientos y sentimientos positivos y optimistas frente a cualquier situación.