EL ACOJIMENTO DEL FEMENINO
por Izabel Telles em STUM WORLDAtualizado em 07/02/2009 20:07:17
Traducción de Wagner Luiz de Menezes - [email protected]
Quienes me conoce, sabe que yo no me quedo parada ni un minuto.
Uso el tiempo que me resta entre dos tareas para podar una planta, regar otras, arreglar una ropa, leer fragmentos de un libro, llevar mi perro para un paseo. Mi hijo dice que parece que camino perchada en los punteros de un reloj.
Esta es mi naturaleza. ¡Tener mi ascendente en el signo de Aries contribuye bastante también!
Hace muchos años busco brear mi ritmo y necesito confesar que tengo conseguido un poco. No soy mujer de caer en una silla y dormir en un (literalmente: un dulce hacer nada ) dolce far niente(*). Si me acuesto en la silla aprovecho para conferir si las franjas de las alfombras están en orden.
En mis reflexiones concluye que no me entrego porque mis experiencias de entrega a lo largo de la vida no fueron muy bien acogidas. Tuvo una madre mucho depresiva que no conseguía energía para nos dar atención. Desde mi primera infancia cuido bien de todo lo que me dice respeto y quizá por eso pueda, en el fondo, no fondo, contar solamente conmigo.
Tal vez también por esa razón tenga buscado tan temprano ayuda en el mundo espiritual y con eso desarrollado una fe irreductible de que nunca estoy sólo en este plan.
Pero, finalmente encontré un sitio donde siento y duermo sin de mar cuenta de eso.
Me entrego de una forma que ni sé explicar. Fue mi primer y verdadero encuentro con la dulzura del femenino. Un delicioso sentimiento de ser acojinad en los brazos de un amor incondicional.
Cuento donde fue.
Estuve visitando Paris en este invierno y en una mañana acepté el desafío de la familia de ir a visitarmos visitar la Catedral de Notre Dame – hasta porqué un Xamã había me dicho que entramos en la era del femenino y que Paris es una ciudad mucho femenina – y me hizo veer que la antigua catedral de la ciudad es llamada de Nuestra Dama.
Bien, llegué con mi hermana, mi nieto y sobrino y ellos querrían recurrir toda la catedral – que es bien grande – e yo he dijo a ellos: pueden ir que voy a me quedar en esa silla y espero por ustedes acá.
Solamente me acuerdo de esta frase.
Y después de ella un flash de cámara fotográfica en mi cara.
Eran ellos sacando una foto mi completamente entregue, adormecida en la silla de paya de la catedral. En los brazos amorosos de mi dama.
Abrí mis ojos y sólo entonces percibí que tenía adormecido durante tal vez, una hora y media, completamente entregue a la energía de ese sitio.
Ellos estaban riendo y mi hermana, medio boquiabierta, habló:
_ ¡Tu debes estar mismo exhausta para dormir en medio a esta multitud!
Sólo concordé con la cabeza…
Hay cosas que solamente nosotros sentimos y que no es posible compartir.
¿Será?
Realice usted también el ejercicio inédito - pulsando acá- que combina la neuroacústica con las imágenes mentales positivas ¡y deje su testigo!
Izabel Telles en Portugal, em Marzo 2009