Menu

El Amor es Benigno

por WebMaster em STUM WORLD
Atualizado em 19/07/2012 16:59:32


por Oliveira Fidelis Filho - [email protected]

Traducción de Teresa - [email protected]

"El amor es paciente, es benigno; no es envidioso, no es jactancioso, no es soberbio; no es descortés, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa mal; no se alegra de la injusticia, sino que se complace en la verdad; todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. I Co 13. 4-7.

El Amor Incondicional es como el agua potable: cristalina y pura. No es preciso filtrarla, no es preciso hervirla, no es preciso tratarla. Existe para promover la vida, sin contraindicaciones, su vocación es hacer el bien. Es simple y naturalmente pura. Existe con la función de saciar la sed, de hacer posible y saludable la vida. No existe para sí misma y nada reivindica por los beneficios prestados.

No obstante, a esta misma agua pueden agregársele los más diversos agentes contaminadores que la vuelven nociva e incluso letal. Puede seguir aparentando inocente pureza, pues no siempre la muerte que lleva en sí se advierte a simple vista.

Como hijos del Creador – que crea por extensión Suya y no apartado de Él – el Amor incondicional es parte natural y eterna del ser humano, también. Pese a todo, tal dimensión todavía ha de ser buscada, identificada y expugnada de todos los contaminantes. Es necesaria una “perforación”, o sea, el ejercicio del autoconocimiento, de la individuación capaz de limpiar los conductos estrechos cuya obstrucción le impide brotar libre y abundantemente.

El éxodo evolutivo – la forzada marcha civilizatoria – nos ha llevado a acampar en los asfixiantes límites urbanos. A armar tiendas y montar el campamento en ambientes cada vez más hostiles. Las ciudades – mezcla de seducción, esclavitud y desilusión – nos han apartado de la tierra, de la vida y nos hacen ser como huérfanos de alma. De la convivencia con el hormigón y con el acero hemos heredado la rigidez, la insensibilidad, los corazones empedernidos.

Nuestro progreso, civilidad, evolución científica y tecnológica divorciada del Amor, ha estado volviéndose contra nosotros. El conocimiento sin amor engendra destrucción. Mientras la búsqueda del conocimiento tenga por objetivo el mero aprobado en los exámenes, el escalar posiciones de prestigio y de poder, el resultado seguirá siendo el deterioro, la corrupción y la atrofia de la dignidad humana. El conocimiento sin amor es la más poderosa arma de aniquilación y de exterminio.

Entretanto, de modo paciente, el tesoro aparentemente perdido espera a ser encontrado. El que lo encuentra se deshace alegremente de todas las otras propiedades, de todos los apegos. Lo encuentran quienes se aventuran en el universo interior, en los dominios del alma, en el territorio sagrado del corazón. Aquellos que se disponen a arar profundamente el ejido de la existencia, pues dentro de cada uno, bajo la gravilla de los más variados condicionamientos, de las distorsionadas y endurecidas construcciones del ego, es donde el Amor incondicional aguarda su momento de florecer.

En la descripción de Pablo encontramos señalizadores que permiten identificar el Amor y dotarnos de sabiduría para no confundirlo. En su exposición, expurga del Amor todo cuanto es extraño a éste.

Comienza diciendo que una de las expresiones del amor es la paciencia y sigue diciendo que el amor es benigno. Y de benignidad se reviste la misma paciencia, conducto del Amor incondicional, renovando su significado.

La benignidad es un manantial – vena de agua – brotando de los eternos surtidores del Amor Incondicional todavía represado en muchos corazones.
Cuando pienso en benignidad pienso en un árbol frondoso que proporciona generosamente abundantes ramajes, hojas, sombra, flores y frutos. Graciosamente, ofreciendo espacio donde los pájaros se posan y se refugian. Escenario donde exhiben sus talentos musicales, sus danzas de apareamiento, construyen nidos y alimentan polluelos. La benignidad acoge, abriga y proporciona oportunidad para que la vida se exprese leve y libremente.

Cuando pienso en benignidad, recuerdo las bañeras con aguas termales y sulfurosas en Poços de Caldas, en las Gerais, donde más de una vez me he entregado a su acogida. Donde me deleité en placenteras relajaciones al tiempo que me sentía masajeado y cuidado por terapeutas.

Cuando pienso en benignidad, pienso en mañanas frías de invierno, cubiertas de neblinas que progresivamente se dejan penetrar por la luz y el calor del sol, capaces de fundir la nieve y el hielo. La Benignidad es “como brisa del mar en días de verano” (*). Es energía femenina grávida de bondad.

La benignidad posee la suavidad de una luna llena cuando besa el océano, la selva y la hierba cubierta de rocío. Es capaz de prestar suavidad poética hasta a las grandes selvas de piedra y a los monstruosos edificios, incluso cuando rascan los cielos.
La benignidad es una de las formas en que el Amor incondicional se expresa. Tal benevolencia mana de un corazón puro, expurgado de toda sombra, de todo odio, juzgamiento, miedo y sentimientos menores, lo cual deja la mirada revestida de una límpida percepción capaz de identificar la divinidad en todas las cosas.

La benignidad ablanda la rigidez, reviste de flexibilidad, ternura, suavidad, acogimiento, aceptación, amparo, las relaciones interpersonales, las familiares y el ambiente de trabajo. Nos hace sentir leves y a salvo, lo mismo que cuando relajados boyamos sobre la inmensidad del mar o cuando sostenidos por la fuerza invisible del viento sobrevolamos en parapentes, alas delta, planeadores, globos. La benignidad recuerda el acogedor balanceo de una hamaca. La benignidad reviste de levedad y de dulzura todo aquello que toca. Sí, el Amor Incondicional es benigno.

Tiene además el sentido del abrazo deliciosamente estrecho, acogedor y puro, de una sonrisa abierta, sincera. De la caricia después del sexo y del sexo después de la caricia… Es todo eso, y algo más, lo que el término “benignidad” extrae de mis sentimientos, pensamientos y vivencias.
Hace además brotar de mi alma situaciones entreveradas de comprensión, gentileza, afabilidad, agrado, blandura, cortesía, dulzura, clemencia, liberalidad, absolución, largueza, no ofensa, inocencia… Para el Apóstol Pablo el Amor Incondicional se proyecta en la luz de la benignidad, y en el ejercicio de la benignidad se ve plasmado.

Cuando falta benignidad sobra confrontación, arrogancia, imposición, groserías, comparaciones, juicios, puniciones y maledicencias.
En la benignidad la verdad no se ve asesinada ni encubierta, sino que se ofrece adornada de compasión. Los errores son corregidos sin que resulten residuos de rebelión, culpa o desánimo.

Las personas benignas son como acogedores regazos, ejerciendo irresistible atracción sobre los peregrinos, cargados con pesados fardos de enjuiciamiento, y hambrientos de amor.

(*) Música de mi autoría que lleva el mismo nombre.


estamos online   Facebook   E-mail   Whatsapp

Gostou?   Sim   Não  
starstarstarstarstar Avaliação: 5 | Votos: 1


clube WebMaster é o Apelido que identifica os artigos traduzidos dos Associados ao Clube STUM, bem como outros textos de conteúdo relevante.
Visite o Site do Autor

Saiba mais sobre você!
Descubra sobre STUM WORLD clicando aqui.

Deixe seus comentários:



Veja também

As opiniões expressas no artigo são de responsabilidade do autor. O Site não se responsabiliza por quaisquer prestações de serviços de terceiros.


 


Siga-nos:
                 


© Copyright 2000-2024 SomosTodosUM - O SEU SITE DE AUTOCONHECIMENTO. Todos os direitos reservados. Política de Privacidade - Site Parceiro do UOL Universa