¡El arte de relacionarse!
por Maria Isabel Carapinha em STUM WORLDAtualizado em 26/07/2010 14:36:39
Traducción de Teresa - [email protected]
En el mundo en que vivimos hoy nos sorprendemos con actitudes que deberían ser normales: la cordialidad entre las personas, la atención al ser humano, la amistad verdadera, el amor en las relaciones, todo eso ha dejado de ser normal y ha pasado a ser mirado como algo que sorprende. ¡Qué dura realidad!
Nos quedamos asombrados y decimos cosas como: ¡caramba, con cuánto respeto tal persona trata a los demás! ¡Esto debería ser normal!
¡Las actitudes que adoptamos de manera errónea forman parte de un desequilibrio energético! Cuando estamos fuera de nuestras frecuencias energéticas tendemos a discutir, a irritarnos con mayor facilidad, a ser egoístas en las relaciones y a apreciar solamente nuestro punto de vista, pero ¿dónde queda la interacción entre las personas?
La vida está hecha de reciprocidades y de interacciones en todos los sentidos y todo ello refleja crecimiento.
Muchas veces he oído esta frase: aquel que sepa relacionarse llegará a donde desea. Pero ¿cómo desarrollar esto? Es cierto que hay técnicas, pero el secreto por detrás de todo eso está en el equilibrio personal; cuando estamos en nuestras frecuencias vibratorias equilibradas actuamos por nosotros mismos, y las personas de nuestro entorno sienten esa energía desprendida y la interacción se produce.
Estar en nuestro equilibrio energético pleno significa dirigirnos a lo que deseamos y luchar con entusiasmo por ello. Y entonces, ciertamente, te sorprenderás con lo mucho que serás capaz de realizar.
Otro aspecto importante que adquirimos con el equilibrio personal es la confianza en nosotros mismos, que significa enfrentar lo que nos es más difícil y después verificar lo que hemos realizado. Todo eso representa poder personal y quien tiene poder personal llega a donde desea.
La realización personal, la alegría, la felicidad y la capacidad de hacer amigos, así como las relaciones sólidas, dependen de la forma en cómo lidiamos con las personas y esto va directamente ligado a tu equilibrio personal.
El equilibrio energético personal puede adquirirse mediante la mesa radiónica. Así, te darás cuenta de que frente a muchas situaciones, tu actitud se ha modificado, reaccionarás de otra manera, pensarás antes de adoptar actitudes, no te importarán cosas y reacciones que no son tuyas. Pasarás a contemplar el mundo bajo un nuevo prisma y las relaciones serán más sanas, simplemente porque tú has modificado tu energía, y no porque todo el mundo haya cambiado, lo cual podría ser el deseo de quien está fuera de su energía.
Puedes momentáneamente, por desequilibrio, creer que todos consiguen las cosas, menos tú, que todos son felices y realizados, menos tú. Formar parte de esa realidad es una decisión tuya. Modifica tu energía y percibirás que todo será diferente en tu vida.
Cualquier persona fuera de su control, critica, protesta, pierde la calma y lo hace con una frecuencia asombrosa, pero el equilibrio nos lleva a una condición completamente distinta, que es la compasión y el saber perdonar.
Cuando recibimos a alguien de manera cordial y siempre con un elogio verdadero, podemos percibir que la interacción energética se modifica, todo se hace más fácil en las relaciones; en cambio, los vicios de comportamiento a lo largo del tiempo nos conducen siempre a buscar los fallos, a reprender y a criticar al otro.
El equilibrio personal, en lugar de condenar al otro nos lleva a comprenderlo, a entender qué es lo que hay por detrás de una actitud; y ese talante, desarrollado, va a originar simpatía, amistad e interacción constructiva de relaciones.
Una actitud importante que desarrollamos con el equilibrio personal es aprender a ponerse en el lugar del otro y entender lo que es importante para él. Cuando hacemos eso, estamos dando el debido valor a la otra persona y ¿a quién no le gusta sentirse importante y valorado?
Las principales relaciones humanas se quiebran por falta de reconocimiento y valoración, el ser importante que es dejado de lado. Las parejas dejan de relacionarse por falta de consideración. Esto se oye mucho: por más que yo hiciese, él o ella no me lo reconocía, o bien: si no soy importante como debería ser, voy a poner mi enfoque en otro lugar; y entonces las relaciones se rompen.
Por lo regular, nos acostumbramos tanto con la presencia de las personas, que ni siquiera nos acordamos de decir lo muy importantes que son para nosotros y cuánto las valoramos. Las palabras de entusiasmo y elogio que pronunciamos para el otro permanecerán vibrando en su mente como un alimento energético que le aportará muchos beneficios.
Intenta dejar un rastro de cordialidad y simpatía por donde pases y sentirás de manera clara los reflejos positivos en tu vida. La buena energía emitida es una buena energía que entrará duplicada en tu vida.
El mundo está cambiando y muchas personas van tomando conciencia de una realidad extraordinaria, que es la valoración de las relaciones interpersonales; sin embargo, todavía están aquellos individuos explotadores, que solamente se preocupan por ellos mismos. Por eso, el ser humano que de manera incondicional sea útil a los demás, disfrutará de un universo casi sin competidor y cosechará beneficios significativos para su vida.
Recibir a las personas con entusiasmo también es un importante indicio de cuán precioso para nosotros es el otro, y esto aumentará tu rol de amigos. Todos te recordarán desde una óptica muy buena.
La fisonomía de una persona dice mucho más sobre ella que la ropa que lleva. Esta es una afirmación que deberíamos llevar a todas partes. El estar fuera de nuestro equilibrio se refleja en nuestro semblante.
Entonces, de todo esto queda la percepción de que el arte de relacionarse está directamente vinculado a nuestro equilibrio personal. No nos es posible disimular lo que sentimos, pues en términos energéticos el otro capta lo que tú estás emitiendo.
Cuidar de tu equilibrio personal es una de las cosas más relevantes que puedes hacer por tu vida, es un despertar de una nueva realidad que podrá proporcionarte innumerables beneficios; y esto es posible a través de la mesa radiónica, que es una fusión de radiestesia, radiónica y psicotrópica.
El otro día hice un atendimiento a distancia, de una chica que tenía serios problemas de relación. Sus contactos no pasaban del primer encuentro y ella no comprendía el por qué, ya que ella misma era quien se marchaba, empezaba a cogerle manía a la persona. Como expresó ella misma: ¡era un sentimiento horrible!Hice, entonces, el atendimiento de mesa radiónica y después de establecer un equilibrio general, verifiqué la presencia de un bloqueo energético cuando ella tenía alrededor de ocho años. Le pregunté qué había ocurrido. Ella entonces me contó: mi padre siempre ha bebido y mi madre había logrado ocultarlo a mis hermanos y a mí durante toda la infancia, pero un día, estando ebrio fue atropellado y descubrimos el motivo.
Después de expuesta esa circunstancia, pasamos a presenciar cosas horribles en casa por culpa de la bebida, y hoy no puedo siquiera pensar en ella, porque siento ojeriza y asco.
Con su relato, la situación para mí estaba clara; traté de deshacer en la mesa radiónica el bloqueo energético y, entonces, le presenté la correlación de los hechos y pregunté: Cuando sales con alguien por primera vez y esa persona bebe, ¿qué es lo que esto te trae?
De inmediato ella me dijo: ojeriza y asco.
De este modo, le expliqué que este era la causa de que ella no lograse establecer relaciones: un bloqueo energético original la remitía a una situación traumática de infancia. Como ahora ese bloqueo quedaba roto, naturalmente ella no volverá a experimentar el mismo sentimiento con relación a la otra persona.
Pasado algún tiempo, ella me escribió relatando cómo le iban las cosas en ese sentido y se mostraba sorprendida porque aquel sentimiento había desaparecido. Llegó incluso hasta el punto de decirme: lo he comprendido. Una copita puede incluso ser relajante.
Todo esto solo fue posible porque la mesa radiónica identificó el bloqueo original.
