El arte de vivir bien
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 09/11/2009 13:48:42
por Nelson Sganzerla - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Cuando pensamos en vivir bien, en seguida nos viene a la mente todo aquello que de bueno soñamos y que tenemos como valores de una buena vida. Es obvio que cada uno de nosotros piensa dentro de aquello que considera una buena vida.
¿Quién de nosotros no quiere vivir bien, con todo confort en un barrio de clase media alta, en una excelente mansión? ¿Quién no sueña con largar todo el estrés de una gran capital e ir a esconderse en una heredad, o cortijo en medio del campo... donde se tenga una buena piscina y una barbacoa con una gran fresquera repleta de carne para recibir a los amigos?
Otros prefieren el vaivén de las aguas del mar golpeando el costado de una casa con vistas al horizonte y al cielo tremendamente azul; al fin y al cabo, la playa es la playa... allí es donde los poetas se inspiran para sus poemas, poesías, y canciones que escuchamos, muchas veces, en nuestro coche por entre el tráfico de las ciudades.
“En verdad os digo”.
Tener bienes materiales, poder disfrutar de todo lo bueno que la vida nos reserva, de todo el confort de una buena casa, un buen automóvil, un excelente colegio para los hijos, viajes, cursos en el exterior, un traje italiano bien cortado, vestidos de marca exclusiva, buenos restaurantes y un excelente vino, no es para pocos. Dios nos permite el acceso a todo esto, todos nosotros, los seres humanos, tenemos derecho a ello.
¡Sí, ya lo sé! Nuevamente la pregunta:
- Pero ¿por qué tan pocos logran tener acceso a todo ese glamour y la gran mayoría no?
- ¿Por qué tantos habitan la base de la pirámide y tan pocos transitan y viven en su ápice?
- ¿Por qué tantos se desesperan con tantas deudas y tantos problemas económicos cuando otros viven como marajás en palacetes frente al mar?
- ¿Por qué la gran mayoría se agolpa en los transportes colectivos, como si fuese un gran rebaño? ¿Será que merecen eso? ¿Será que Dios quiere eso? Mientras una minoría disfruta de un confortable coche protegido por cristales blindados en la gran selva de piedra.
Entonces, yo pregunto: ¿Cuál es tu verdadera actitud frente a tu vida?
- ¡No me respondas a mí! Respóndete a ti mismo. Tú eres quien tiene que saber; tú eres quien pasa la vida contigo mismo. ¿Qué quieres de ti y de tu propia vida? ¿Quieres ser mediocre? Tendrás una vida mediocre.
El Punto es: desea crecer, lucha por eso, no vayas en pos de discursos y de personas que sean pesimistas; ten amigos que en el buen sentido de la vida te eleven, y no amigos que te hundan, amigos que te envidien. No te quedes conforme con la vida que tienes hoy, desea crecer, prosperar, y siente felicidad cuando tus amigos prosperen, procurando celebrarlo juntamente con ellos y nunca digas:
- ¡Yo jamás tendré eso! ¡Eso no es para mí!
Este mundo nuestro es el mundo de todas las probabilidades, puedes creerlo. Sal de ese ciclo vicioso en que vives. Aprende a reconocer lo que te corresponde y lo que no te corresponde en este mundo, y jamás temas romper con lo que te incomoda, con lo que sabes que te hace daño. Aprende a distinguir quien te quiere bien, quien te apoya, de quien te envidia.
El arte de vivir bien requiere mucha calma, mucha observación, ¡y sobre todo, depende solo de ti!
Piensa en eso.
Mucha paz.