El Cambio de Frecuencia de la Tierra
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 29/04/2014 11:14:55
por Mariana M. Martins - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
El día 21 de marzo de 2014, equinoccio de otoño en el hemisferio sur, un grupo estuvo reunido en la piedra de la playa Arpoador, en Río de Janeiro, con Matías di Stefano y otros hermanos, con la intención de abrir un portal para trabajar la nueva frecuencia de la Tierra: la frecuencia de la Luz y del Amor Incondicional.
En este momento propicio, somos invitados a participar activamente de ese cambio, ya que somos la consciencia de la Tierra. El planeta está en transformación, y este proceso podemos acelerarlo nosotros, a través de nuestra intención. Esto lo hacemos sirviéndonos de la sabiduría perenne de la Palabra, del Sonido, de la Vibración. La ciencia del sonido es la ciencia de la Creación.
Para convertirnos en co-creadores con la Gran Obra Planetaria, es preciso que dominemos esa ciencia, utilizándola de manera consciente. El cambio de frecuencia del planeta comienza con el cambio de frecuencia de nuestros cuerpos. Alineándolos, elevando su vibración, viviendo como almas, ancorando en la materia la consciencia del Espíritu. Este ejercicio diario tiene un impacto que alcanza a todo el ambiente a nuestro alrededor. Cambiando nuestra frecuencia personal, por resonancia acabamos por alterar también la frecuencia del planeta.
Ese es el trabajo propuesto para el nuevo ciclo planetario. Asumirnos como co-creadores en la Gran Obra, como agentes transformadores de energía y consciencia en el planeta. A través del cambio de frecuencia nosotros hacemos cambiar las formas, encontramos la geometría perfecta, la armonía. A partir del principio sonoro primordial, todas las formas en el universo se han creado y siguen siéndolo. Y hay un patrón de orden en la evolución que debemos considerar:
Primeramente cambiamos la frecuencia. Después cambiamos la consciencia. Para entonces cambiar la forma. Al desencadenar del cambio de frecuencia se alteran los patrones celulares y el código genético espiral. Los cuales, a su vez, hacen cambiar las glándulas, las hormonas, hasta que todo el cuerpo humano se transforma. Surge entonces la Piedra Filosofal del alquimista, el Cuerpo Casual de la Teosofía, el Templo de Cristo.
Cambiando el patrón vibratorio del cuerpo, podemos cambiar la frecuencia del lugar donde vivimos. Y así es como habremos de transformar la casa de todos nosotros, la princesita de los ojos de la galaxia: nuestra adorada Tierra. El encuentro del equinoccio de otoño de 2014 tuvo este propósito. A través del canto del corazón de muchas almas allí reunidas, y de la presencia del Espíritu de los pueblos de los orígenes de este planeta, como los indios, sellamos el propósito de la transformación operada por el amor incondicional.
¡Que se cumpla el Plan!