El Camino - Parte 5
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 22/08/2008 10:21:03
Traducción de Teresa - [email protected]
Esta semana continuamos con las enseñanzas del Maestro Osho acerca de los Siete Valles, el camino que ha de recorrer el hombre para volver a la Unidad.
El Quinto Valle... el valle de los truenos.
En el quinto valle entras en la muerte. En el cuarto valle has entrado en el sueño, en la oscuridad; en el quinto, entras en la muerte. O, si te gusta emplear terminología moderna, en el cuarto entras en el inconsciente personal, en el quinto entras en el inconsciente colectivo. Surge un gran miedo porque estás perdiendo tu individualidad.
En el cuarto estabas perdiendo luz, día, pero existías. En el quinto estás perdiéndote – no sientes como si existieses, estás dispersándote, estás fundiéndote. Tu sentimiento de que “yo soy un centro” empieza a volverse impreciso, lleno de niebla.
Con la entrada en la muerte, con la entrada en el inconsciente colectivo surge un gran miedo, se siente gran angustia – la mayor angustia que hayas sentido jamás – porque surge la cuestión: ¿ser o no ser? Estás desapareciendo, todo tu ser deseará ser. Te gustaría volver al cuarto valle. Era oscuro, pero por lo menos era bueno – allí tú existías. Ahora, la oscuridad se ha vuelto más densa. No sólo eso, estás desapareciendo dentro de ella. Pronto, ningún vestigio tuyo existirá.
La parte negativa es agarrarse al ser. Es por esto que los grandes profesores – Buda o Jalaludin Rumi – insistían: “Acuérdate, no-ser, “anatta”. Los sufíes lo llamaban “fana” – se desaparece. Y podemos estar preparados para esta desaparición, podemos estar listos – no apenas listos, sino muy receptivos. Esto traerá gran alegría, porque toda tu miseria está contenida en tu ego. La propia idea de “Yo soy” te crea todo tipo de ansiedades y problemas. El ego es el infierno.
Jean Paul Sartre dijo: “El infierno son los otros”. Esto no es verdad. El infierno eres tú, ¡el infierno es el ego! Si los otros parecen el infierno, lo parecen también debido al ego – porque ellos hacen daño continuamente. Ellos van apretando tus botones. Porque tener tú esta herida del ego, todos parecen lastimarte. Es tan sólo tuya la idea de que “Yo soy especial” y cuando alguien no te reconoce, eso provoca dolor. Cuando no albergas ninguna idea de ser especial – lo que llama el pueblo Zen “volverse común” – si tu te vuelves común, entonces este valle puede ser cruzado. Si tú te conviertes en nadie, entonces este valle puede ser fácilmente cruzado.
Entonces, la parte negativa es agarrarse al ser y la parte positiva es relajarse en el no-ser, dentro de la nada – estando preparado para morir, deseosamente, alegremente, voluntariamente.
OSHO - The people of the path