El cuarto Rey Mago
por Miriam Carvalho em STUM WORLDAtualizado em 05/04/2013 12:56:50
Traducción de Teresa - [email protected]
La historia del cuarto Rey Mago, AKIDABAN, que también vio a la estrella brillar sobre Belén. Pero siempre llegaba con retraso a los lugares donde Jesús podía estar porque se paraba a ayudar a los desamparados que encontraba por el camino. Después de treinta años siguiendo los pasos de Jesús por Egipto, Galilea, Betania, el Rey Mago llegó a Jerusalén.
Pero era demasiado tarde, el niño se había convertido en un hombre y estaba siendo crucificado aquel día.
El Rey Mago había comprado perlas para regalar a Jesús, pero tuvo que vender casi todas para ayudar a aquellos que encontró por el camino. Sólo le quedaba una y el Señor ya estaba muerto.
Fallé en la misión de mi vida, pensó el Rey Mago. En ese momento oyó una voz:
- Al revés de lo que piensas, tú me encontraste durante toda tu vida:
• Yo estaba desnudo y me vestiste;
• Yo tuve hambre y me diste de comer;
• Yo estaba preso y me visitaste;
• Yo estaba en todos los necesitados de tu camino.
• Muchas gracias por tantos regalos de amor.
Que en esta Pascua y en todos los días de nuestra vida logremos descubrir en nosotros al cuarto Rey Mago, el verdadero espíritu de la solidaridad.
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Curiosamente, la ostra tiene un mecanismo de defensa que, de un grano de arena dentro de su organismo que le duele y molesta, ella lo transforma en una perla, en una joya, o sea:
• El dolor en aprendizaje;
• El desafío en crecimiento;
• La dificultad en evolución; y así…
• Transforma el karma en dharma.