¡El dolor que cura!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:27
por Paulo Salvio Antolini
[email protected]
Traducción de Teresa
[email protected]
Luego de empezar la sesión, ella me dijo: "¡Hacer terapia afecta a nuestra cabeza, además de llevarnos a reflexionar, desentierra acontecimientos pasados que hicimos por olvidar!" Entonces, le comenté que una terapia muchas veces también es un proceso doloroso. A lo que ella contestó "¡pero es dolor que cura!"
Sí, a todas las afirmaciones del párrafo anterior. Por medio de ella son "desenterrados" acontecimientos que hemos aprendido a ahogar, pero que continúan en nosotros ocultamente, sin que tengamos consciencia de lo que nos está moviendo. Lleva, sí, a mucha reflexión, lo cual significa retomar nuestra capacidad de razonar abiertamente y con dirección, con foco. Sí a que es doloroso.
Sólo hay que mirar que, si necesitamos ahogar ciertos pasajes de nuestra existencia, buenos no eran. Y sí a la afirmación de que son dolores que nos conducirán a la comprensión y a la postrer "cicatrización de esas heridas".
Son dolores porque se producen descubrimientos de situaciones vividas que han sido dejadas atrás sin haber quedado resueltas. Al ser identificadas sacan a la luz los factores que están influenciando nuestros comportamientos. Son dolores a menudo intensos, pero quienes se dispongan a mirarlas de frente encontrarán entonces el "remedio" que cura.
Entiéndase "remedio" como expresión de la forma en cómo las personas pasarán a mirar sus situaciones y la consciencia entonces más amplia de todo su contexto, pudiendo así modificarlo y alcanzar nuevos resultados.
Esa misma cliente habló de los muchos años que vivió en función de agradar a otros, no percibiendo que cada Sí que debería haber sido un No, le hacía más y más daño. "Yo misma me estaba machacando y no identificaba los motivos de semejante tristeza".
Son innumerables los casos en que la angustia y el desencanto están apoyados en falta de asertividad, de que la persona se sepa imponer. De que sepa hacerse respetar. Muchas, para aprender esto, necesitan la ayuda de un proceso terapéutico, pues no reconocen en sí la energía necesaria para enfrentarse solas a las presiones que habrán de venir. Y también que se les aclare conceptos distorsionados que tienen sobre sí mismas y su forma de proceder.
En el proceso, empiezan a identificar su igualdad con los demás, así como a reencontrar su propia identidad, buscando entonces los cambios en sí mismas y no más en aquellas que les rodean.
Aprenden que hay formas de expresarse con las cuales se harán comprender, no siempre serán aceptadas, pero sí comprendidas. Pasan a percibir que sólo con un cambio personal propio, los medios en que viven pasarán a emitir respuestas diferentes. Ya está, he aquí que los medios externos se han alterado.
Cuando se practica el cambio personal, puede que se produzcan pérdidas, pero también habrá muchas ganancias. La mayor es la paz interior generada por el encuentro con uno mismo. Por el entendimiento de que se es un Ser Humano y que merece y debe ser respetado(a) como tal.