¡El don de la alegría!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 26/01/2014 06:29:25
por Teresa Cristina Pascotto
Traducción de Teresa - [email protected]
Este es un poderoso don que nos ayuda a vivir, independientemente de lo que esté ocurriendo en nuestra vida. Se halla potencialmente latente en algunos, en otros está activado y en desarrollo, así como en otros está bien desarrollado. No obstante, hay un grupo de almas que ha venido con una misión más específica para esta etapa de la evolución humana, que tienen una actuación más potente en el desarrollo de la fuerza y del poder de la vida para todos los seres humanos; éstas han venido llenas del don de la alegría, o sea, esas almas "son el don de la alegría" y, por eso, vibran la frecuencia de la alegría que se irradia, reverberando en los corazones afligidos, activando y despertando el don latente o ya más activado en los otros humanos. Con el don de la alegría que va siendo liberado y desarrollado, se hace más posible vivir con menos dolor en este momento de bastante inestabilidad emocional y mental.
Esta es una época difícil para la humanidad, un momento de adaptación a un nuevo estado de ser y de nuevas frecuencias vibracionales que están siendo traídas a la Tierra. Estos influjos poderosos de luz e información que estamos recibiendo y ancorando en nuestra energía, propician la suelta de muchos contenidos que se hallan retenidos - por negación y represión del ego - en nuestro cuerpo emocional. Con esta liberación de carga emocional, la tristeza y la angustia están formando parte de la vida de muchas personas. Cuanto más experimente una persona en sí los efectos de la fuerza de la alegría, más capacidad tendrá para lidiar con contenidos extremadamente dolorosos de su cuerpo emocional.
Ese don siempre ha estado en todos los corazones, pero si ya hubiese sido activado en su potencial máximo, los egos hubieran empleado ese don únicamente para disfrazar todavía más la realidad oculta en nuestro inconsciente, los egos hubieran hecho que no percibiésemos los dolores y sufrimientos debidos a las experiencias dolorosas que él atrae a nosotros. Sin percibir esa realidad a través del dolor, que habría sido camuflado por una falsa alegría, hoy estaríamos mucho más perturbados y perdidos de lo que estamos. El ego, con mucha alegría en "sus manos", hubiera hecho de nosotros eternos "bobos inconsecuentes". Por eso el don de la alegría, hasta hoy, ha sido usado en un potencial limitado por todos nosotros.
Pero ha sido por contar con ese don en nosotros que hemos podido pasar por situaciones extremadamente dolorosas sin sucumbir a ellas. Cuando estamos demasiado tristes y deprimidos, la fuerza de la alegría es naturalmente liberada, aliviando los excesos que podrían causarnos daños emocionales irreparables. No obstante, algunas personas, que necesitan pasar por condiciones emocionales graves e irreparables, tienen el don de la alegría muy flojo dentro de sí, justamente para que no sean aliviadas, a fin de pasar por la condición que su alma determinó.
Ahora que una gran masa de la humanidad ha comenzado su despertar de conciencia, ya tenemos más discernimiento para servirnos con sabiduría de ese poderoso don de la alegría. No permitiremos que el ego se adueñe del don y salga haciendo cosas infantiles y sin coherencia, "jugando con nuestra vida". Ahora es tiempo de activar y desarrollar todavía más en nosotros ese poderoso don, para que atravesemos la próxima fase de nuestra jornada, una fase de cambios, en que tendremos necesidad de empuje, buena voluntad, determinación, perseverancia y mucha alegría en el corazón para soportar las cargas de las transformaciones. Sí, a pesar de que es maravilloso pasar por las transformaciones interiores, principalmente abriendo mano del control del ego y entregándonos a la conducción amorosa del alma, esto es nuevo para nosotros y sentimos mucho miedo e inseguridad en esta transición.
Los miedos ilusorios están perdiendo el poder sobre nosotros y los temores que sentimos son "reales" dentro de este proceso; y tendremos mucha sabiduría para enfrentarnos a este miedo y a la inseguridad continuando en nuestra jornada de fe. Aquí es donde la fuerza de la alegría será fundamental, pues en los momentos de duda y de dolor transformacional la alegría será lo suficientemente intensa como para aliviarnos y fortalecernos. En momentos de certidumbre y fuerza la alegría nos inundará y nos aportará la tranquilidad y la felicidad a nuestro corazón que nos ayudará a avanzar con más firmeza y propiedad, sin necesidad de "saber racionalmente" cuáles son los pasos siguientes.
Simplemente, con el corazón alegre, avanzaremos y atraeremos la sincronía favorable a nuestra jornada.
Pese a que esto es maravilloso para el alma, para el ego es un horror. Él sabe que el don de la alegría contagia por resonancia y que cuando nuestro corazón alegre se abre y se encanta con la vida, nada nos detiene, nada nos quita del poder y de la fuerza del alma. Y cuanto más irradiemos esa fuerza de la alegría, más corazones serán tocados y activados en su don de la alegría. Cuando muchas personas posean el don de la alegría aflorado y utilizado, tejeremos una poderosa red de la alegría que se "sobrepondrá" a la red pegajosa del inconsciente colectivo, cargada de dolor y negatividades. Poco a poco, la fuerza del don de la alegría manifestado en muchos corazones, nos ayudará a activar la fuerza del amor, que irá fortaleciendo la red de la alegría, para que ésta pueda, suavemente, ayudar a aliviar la carga densa de la red del inconsciente colectivo. Cuantas más personas sean conscientes de esta verdad y cuantas más deseen formar parte de esta gran red del amor y de la alegría, más la red se extenderá e irradiará por todos los rincones.
El inconsciente colectivo aún permanecerá denso y fuerte, pero ya tendrá un oponente que le ponga límites y le indique que su tiempo llegará al fin. Este oponente, que en verdad es el mayor aliado del alma, es el Don de la Alegría. Es contagioso y nada lo retiene cuando decide que es momento de manifestarse.Cuando esto ocurre, empieza a fortalecerse ya despertar primeramente en aquellos que "son el don de la alegría". La persona que viene con este potencial es como un reservatorio, un generador de energía de la alegría. Algunas almas han venido cargadas con este don de la alegría "manifiesto" y utilizan este don desde su nacimiento. Normalmente, son almas que han nacido en familias con mucha carga de tristeza y perturbaciones, para que pudiesen, con toda esa carga densa, tener los frenos necesarios para que el don de la alegría no "estallase" de inmediato. En la densidad de la dualidad es imposible permitir a la fuerza de la alegría manifestarse tan libremente sin ninguna preparación, tanto del alma como del ego. Estas almas son asimismo portadoras de "códigos sagrados", son "seres prototipo", que tienen la misión de traer en sí un "modelo de ser humano perfecto" dentro de las limitaciones de la dualidad. Es una misión muy difícil, pese a ser bella, pues tienen que pasar por situaciones de vida muy dolorosas, que son los ajustadores de sus potenciales. Normalmente esas almas no vienen con situaciones de dificultades extremas en lo físico, las dificultades mayores son internas, son sufrimientos intensos dentro del ambiente familiar que los perturban y los hacen ser muy inertes y apáticos a lo largo de la vida, hasta el momento en que el alma determina que ha llegado la "hora del real despertar" y de asumir etapas más significativas de la misión del alma. Todo esto ha sido planificado, pues necesitan límites y, principalmente, el dolor del rechazo y el sentimiento de inferioridad, que son ajustadores fundamentales para su crecimiento.
Esas almas pasan por experiencias dolorosísimas en su interior, sin tener conciencia de ello, mientras que en la vida externa todo parece "básico" y sin demasiado significado. Sin embargo, el conflicto interno aumenta precisamente porque la mente no logra comprender por qué sufre tanto si su vida es incluso buena. Los acontecimientos familiares son, a menudo, terroríficos para estos seres, pero ellos no perciben ese terror interno, porque la fuerza de la alegría que portan, ya activa y manifiesta es tan intensa, que ellos pasan por esas situaciones extremas y hacen "implosión" sin daños aparentes ni demasiados daños internos, porque la alegría ayuda a disipar un poco la fuerza de la implosión del sufrimiento, aportando levedad. El problema es que muchos de estos "seres prototipo" por sentirse tan diferentes de los demás, acaban recogiéndose en su mundo interior y viven la vida externa con alegría-de-fachada. Son personas inteligentes, íntegras y llenas de presencia física, y allí donde entran se hacen notar, aunque de verdad "no están allí", sino que están en sus lugares de poder, en realidades paralelas, para aliviar el sufrimiento de vivir. En los tiempos actuales, muchos recursos están siendo utilizados para traer a estos "seres prototipo" de vuelta a la vida, ellos están más vivos, más presentes, pero esto les está causando mucho dolor y tristeza, lo cual es natural, pues aquello que está reprimido en su cuerpo emocional está siendo liberado, ya que han dejado mucho de lado las cuestiones emocionales y se han convertido en personas aparentemente frías y "resueltas", agresivas o demasiado alegres (una alegría de ego y no de alma).
Lo que habrá de ayudar a estos seres a ancorarse en la Tierra, a fin de cumplir la siguiente etapa de su misión, es el poder del don de la alegría que portan en sí, que ahora será activado hasta el punto de liberar una carga más poderosa de alegría. Serán personas serias, comprometidas y atentas a todo, pero muy vivas y alegres de verdad, llenas de presencia. Con ello estos seres activarán todavía más los dones latentes y aflorados en los corazones que están listos para dar fuerza y salida a la alegría que portan en su ser. Será una reacción en cadena.
Si la alegría ilusoria contagia, ¡imagínese cuán poderoso será el contagio cuando el poder de la Alegría Real se halle bien activo en nuestros corazones! ¡Alimenta el deseo de entrar en esa onda de alegría y de experimentar el poder de la Alegría Real que hay en tu corazón! Búscalo, sé esa realidad.