El efecto magnético sobre la mente
por Acid em STUM WORLDAtualizado em 02/05/2010 11:39:48
Traducción de Teresa - [email protected]
Los científicos han descubierto que el juicio moral de una persona puede ser afectado con un campo magnético aplicado en una determinada área del cerebro.
En un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences fue empleado un campo magnético no invasivo, denominado estimulación magnética transcraneana (o TMS), aplicado al cuero cabelludo para producir una corriente en un área del cerebro denominada juntura temporo-parietal (o TPJ), y pidieron a los voluntarios de la pesquisa que leyesen una serie de situaciones relativas a cuestiones morales. Los estudios han demostrado que la TPJ, área del cerebro situada encima y detrás del oído derecho, es normalmente activada cuando pensamos en el resultado futuro de una acción específica, siendo una importante región para la toma de decisiones morales.
Dos experimentos fueron conducidos. En el primero, se pidió a los participantes que rellenasen un cuestionario en el cual tenían que juzgar las acciones de los personajes basándose en sus intenciones, después de que la juntura temporo-parietal de los voluntarios hubiese sido expuesta al estímulo durante 25 minutos. En el segundo se pidió que estableciesen sus juicios mientras eran sometidos a impulsos muy cortos (0,5 segundos) de interferencia magnética.
Para ejemplificar una situación típica leída por los voluntarios, había el caso de un hombre que dejaba a la novia atravesar un puente que él consideraba inseguro. Con todo, al atravesar el puente, nada le ocurrió a la mujer. En otra cuestión, una mujer, llamada Grace, sirve bebida a una amiga después de poner polvo blanco de una lata con la inscripción “tóxico”. Grace no lo sabía, pero la lata contenía en realidad azúcar inofensivo. Después de expuesta una situación, los científicos pedían a los voluntarios que evaluasen, en una escala de uno (“absolutamente prohibido”) a siete (“absolutamente permitido”), cuanto había de moralmente aceptable en las acciones de Grace y de los demás personajes de las situaciones expuestas.
Los individuos del grupo de control lograban juzgar perfectamente la moralidad y la nocividad de los personajes y sus actos. Mientras que los que habían sido expuestos al campo magnético tendían a considerar moralmente aceptables las tentativas frustradas de causar mal a otra persona. O sea, juzgaban más el resultado que la intención.
Tú piensas en la moralidad como comportamiento de nivel muy alto. Ser capaz de aplicar (un campo magnético) a una región específica del cerebro y cambiar el juicio moral de las personas es realmente sorprendente (Liane Young, autora del artículo)
La pesquisa nos proporcionará elementos para comprender cómo funciona nuestra habilidad de inferir la intención de los demás, habilidad ésta conocida como “teoría de la mente”. Así, sabemos que un homicidio doloso (con intención de matar) está considerado más grave que un crimen culposo (sin intención de matar) poniendo de manifiesto en la práctica cuánto “pesa” la intención en el acto de juzgar.
ESPIRITISMO
En la literatura espírita es común el uso de pases en el cerebro para conseguir calmar a una persona, facilitar una conversación entre enemigos, lograr que una persona malintencionada cambie de idea...
Yo creía que el pase funcionaba como una lucidez extra en el cerebro de la persona, favoreciendo un contacto con lo Divino dentro de sí. No consigo disimular una risita al percibir que los espíritus de luz estaban aprovechándose un un fallo en nuestro sistema de juicio moral.
¡¡Tramposos!! (jajaja).
Frente a una mujer a punto de cometer suicidio, Silas – instructor de André Luiz – le administraba pases magnéticos de postración e, induciéndola a un ligero movimiento del brazo, hizo que ella misma, en un impulso irreflexivo, golpease con fuerza el vaso fatídico, que rodó por el suelo del cuarto, derramando el líquido letal. Reconociendo en ese propio gesto impensado la manifestación de una fuerza extraña que le estorbaba la posibilidad de la muerte deliberada en aquel instante, pasó a orar en silencio, con evidentes signos de temor y remordimiento, actitud mental que le acentuaba la pasividad y de la cual se valió el Asistente para conducirla al sueño provocado. Silas emitió fuerte chorro de energía fluídica sobre el cortex encefálico de ella y la muchacha, sin conseguir explicarse la razón del entorpecimiento que le invadía el campo nervioso, se dejó adormecer pesadamente, cual si hubiera sorbido violento narcótico. (Acción y reacción; Francisco Cândido Xavier / André Luiz).
En el mismo libro vemos que el uso del magnetismo no se restringe al cerebro y que produce resultados al ser aplicado en otras regiones del cuerpo (algo que aún está pendiente de explorar por la ciencia). En el caso, el espíritu induce el cuerpo a sentir sed:
Lo vimos aplicarle pases a la glotis, con desvelada atención. A continuación, administró recursos fluídicos a la linfa pura. Comprendemos que Silas activaba la sed en la enferma, obligándola a servirse del agua simple, convertida entonces en líquido medicamentoso. Con gasto enorme de esfuerzo, Poliana abandonó el lecho y buscó el pote humilde.
Como hemos visto, las aplicaciones son muchas, y, si en los buenos espíritus generalmente están relacionadas con la cura, en los malintencionados un “arma” de esas habrá de provocar grandes estragos. Una de las primeras cosas que pensé cuando leí la materia sobre la influencia en el juzgar fue que alguien inescrupuloso usase una máquina para bombardear el cerebro de jurados, jueces, personas que usan el discernimiento para influenciar y liderar. ¡Imagínese, entonces, cuántos usan de ese recurso en el mundo espiritual para influenciar a encarnados y desencarnados! Por tanto, como dijo Jesús, “Vigilad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu, en verdad está preparado, pero la carne es débil”.
No en balde la obsesión es prácticamente un proceso de sintonía magnética, como explica André Luiz en el prefacio del libro “Desobsesión”:
...es posible identificar los cuadros oscuros de semejantes desastres, en los cuales las fuerzas magnéticas desajustadas por el pensamiento en desgobierno asimilan fuerzas magnéticas del ((O sea, el magnetismo interno acaba atrayendo al externo, cuyas fuerzas, sumadas, pueden llevar a graves desajustes. Ley de la Afinidad) ) mismo tenor(*), estableciendo la alienación mental, que va del tic a la locura, escalando por fobias y dolencias-fantasmas. Los vemos instalados en todas las clases, desde aquellas en que se sitúan las personas provistas de elevados recursos de la inteligencia a esas otras donde respiran compañeros carentes de las primeras nociones del alfabeto, desbordando, muchas veces, en la tragedia pasional que ocupa la atención de la prensa o en la insania conducida al manicomio. (…) Espíritus desencarnados y encarnados de condición enfermiza se sintonizan unos con otros, creando perjuicios y perturbaciones a aquellos que sufren su influencia vampírica, haciendo recordar los vegetales nobles cuando los parásitos los arrasan, después de solapar todas sus resistencias.
Tal sintonía puede producirse entre encarnados y desencarnados (vivos y muertos) o entre los mismos vivos. Y es la más normal. Hay personas que poseen un magnetismo personal tan grande, que a grosso modo las otras no consiguen decirle “no”. Es un campo hipnótico, de una fuerza mental superior, subyugando a una inferior. Se ve mucho esto en las familias, en Guerras en las Estrellas o en Gran Hermano Brasil...
EL MAGNETISMO
El uso de la cura por el magnetismo – no confundir con magnetoterapia (empleo de imanes para cura) – es bastante antiguo. En la Caldea y en la India, los magos y brahmanes, respectivamente, curaban por la aplicación de la mirada; en Egipto las multitudes iban al templo de la diosa Isis, en busca de alivio para los sufrimientos junto a los sacerdotes, que les aplicaban la imposición de las manos, y en el propio Evangelio vemos a Jesús curar empleando el magnetismo.
Y le rogaba mucho diciendo: - Mi hija está moribunda; te ruego que vengas y le impongas las manos para que sane y viva (Marcos 5:23)
Aunque fuese ya bastante utilizado, poco se conocía sobre el mecanismo de acción del magnetismo. Fue en la Edad Media cuando los estudios evolucionaron, encontrando a finales del siglo XVIII, con Franz Anton Mesmer, un gran desarrollo. Mesmer inició sus pesquisas con el uso de imanes y después descubrió que empleando las manos se obtenían resultados análogos. Mesmer creía en la existencia de una fuerza magnética que se manifestaba por la actuación de un “fluido universalmente distribuido, que se insinuaba en la sustancia de los nervios y daba, al cuerpo humano, propiedades análogas a las del imán. Ese fluido, bajo control, podía ser usado con finalidad terapéutica”. Tras muchas pesquisas empezó a desarrollar y divulgar técnicas de fluidoterapia, lo que se conoció como Mesmerismo. El trabajo de Mesmer, pese a presentar buenos resultados, dio origen a gran polémica, siendo él y sus seguidores duramente combatidos por la Facultad de Medicina de París, que prohibía a sus miembros adoptar la nueva técnica. A pesar de toda la persecución, investigadores como el Marqués de Puységur, Du Potet, Charles La Fontaine, Charles Richet, Allan Kardec, entre otros, continuaron los trabajos de Mesmer, trayendo hasta nuestros días el uso terapéutico del magnetismo.
Pero a fin de cuentas ¿qué es ese magnetismo? Magnetismo animal, o también, fluido animal es la denominación de la parcela de energía vital donada por una persona encarnada a otra. Su objetivo es restaurar el equilibrio físico y espiritual a aquel que tiene, por alguna razón, sus energías desequilibradas. Hay varias formas de utilizar ese magnetismo. En las casas espíritas vemos la aplicación del pase, que es ampliamente empleado como complemento para otras terapias. Según el libro “El Génesis”, el pase – que no es una donación de energías, sino verdaderamente “una ( (El término transfusión se emplea porque quien recibe el pase tanto puede recibir energía – caso ésta le falte – como puede ver retirado el exceso – caso éste pueda traerle algún desequilibrio) ) transfusión(*) de energías físico-psíquicas” (Emmanuel) – puede ser dividido en tres tipos:
Humano – Es el magnetismo propiamente dicho, utiliza solo las energías del encarnado, siendo su eficacia determinada por la calidad de la energía de éste;
Espiritual – No hay intervención de un encarnado, y el flujo de energía viene directamente del plano espiritual para el beneficiado. Al igual que en el caso anterior, la calidad de ese recurso está en razón directa a las cualidades del espíritu;
Mixta – Es aquella en que hay una combinación de energías espirituales y humanas (animales) de forma a hacer el pase más eficaz. Este es el pase recomendado en las casas espíritas, pues sus resultados tienden a ser mejores para todos los implicados.
Dice Martins Peralva, en su libro “Estudiando la Mediumnidad”, cap. 27, que hay criaturas que ofrecen extraordinaria receptividad a los fluidos magnéticos. Son las que poseen una “fe robusta y sincera, recogimiento y respeto ante el trabajo que, en su favor y en favor de otros, se realiza”. En la persona de fe, en el momento en que recibe el pase, su mente y su corazón funcionan a la manera de poderoso imán, “atrayendo y aglutinando las fuerzas curativas. En cambio con el incrédulo, el irónico y el duro de corazón, el fenómeno es naturalmente opuesto”. La explicación de ese hecho es dada por el instructor Aulus en el siguiente pasaje constante del libro “En los Dominios de la Mediumnidad”, de André Luiz:
Alineando apuntes, empezamos a fijarnos en que algunos enfermos no alcanzaban ni la más ligera mejoría. Las irradiaciones magnéticas no penetraban su vehículo orgánico. Registrando el fenómeno, la pregunta de Hilario no se hizo esperar.
- ¿Por qué?
- Les falta el estado de confianza – aclaró el orientador.
- ¿Será entonces indispensable la fe para que registren el socorro de que necesitan?
- ¡Ah, sí! En fotografía necesitamos la placa impresionable para retener la imagen, tanto como en electricidad se necesita el hilo sensible para la transmisión de la luz. En el terreno de las ventajas espirituales, es imprescindible que el candidato presente cierta tensión favorable. Esa tensión resulta de la fe.
He ahí el motivo por el cual la falta de fe en el paciente constituye uno de los factores limitativos de la acción fluídica curadora, hecho conocido al tiempo de Jesús, como narra el Evangelio de Marcos (Cap. 6:3-6), según el cual Jesús curó a poquísimos enfermos en Nazaret a causa de la incredulidad de su pueblo. Y fue el propio Jesús quien, admirado con la incredulidad de su gente, acuñó allí una frase que se haría famosa y conocida hasta nuestros días: “Nadie es profeta en su tierra”.
Referencia:
Fluidos espirituais;
Julgamento moral pode ser afetado magneticamente;
Terra espiritual;
O passe magnético e suas limitações;
Apostila do GEARN;
GUIA - HEU
