El eslabón Galáctico Egipto - América Central
por Vera HT em STUM WORLDAtualizado em 10/01/2005 13:57:23
Traducción de Melissa Park - [email protected]
Algunas consideraciones para tener en cuenta...
Mis amigos,
Estaba haciendo una limpieza en mis papeles guardados, en las canalizaciones que nunca pasé en limpio, cuando encontré varias de ellas, escritas en servilletas (para variar!!) de restaurantes. Creo que como no soy de mucho comer, el universo me ayuda y me envía sus recados siempre en esas horas!!
Lo más interesante, es que estoy con deseo, tengo una idea fija de ir al Perú. Mas allá de eso, nuestros amigos egipcios, que también fueron Atlantes, y la mayoría es extraterrestre, nos lo han brindado en bastantes informaciones y avistamientos.
Pues bien, encontré algunos garabatos interesantes juntando ambos países: Egipto, Perú... y otras cosas están ilegibles, infelizmente.
Voy a intentar juntar los pedazos y les paso lo que juzgo bien interesante para este momento en especial, en que estamos haciendo la reunión y rescate de los Atlantes, de los que fueron “dejados para atrás”.
Comienzo con la palabra PRECESIÓN - un punto galáctico demora medianamente para retornar a su origen, 72 años. Un giro galáctico demora 26 mil años. Como ya explicamos en otras ocasiones, cada Raza tiene en promedio 26 mil años de chance evolutivo, ocurriendo después una remoción de almas, como lo que estamos viviendo en este exacto momento.
Jugando un poco con los números, tenemos 144 mil seres del Comando encarnados en la Tierra, como eran 144 los seres ligados al Cristo en misión. Tenemos 72 ángeles cabalísticos siendo que para cada uno hay otro de polaridad negativa, sumando así 144.
Entonces, podríamos decir que, si un punto galáctico demora 72 años para girar en innumerables ciclos hasta completar los 26 mil años, el lado “negativo” seria la “DEPRESIÓN”, la caída, la inercia, el desaliento, la desesperanza, pues serían 72 ciclos positivos y 72 negativos, que suman cero = inmovilidad. Con eso quiero decir que matemáticamente estuvimos estancados en cuanto a la evolución, durante todo este tiempo, siempre lacrando nuestra función, o como en un dicho popular sacado de la Biblia: encendiendo una vela para Dios y otra para el Diablo.
Ahora, si quisiéramos alterar nuestro ADN, no basta ponernos “buenitos”. Es preciso una verdadera reforma íntima, que al efectuarla, causará una aceleración celular que nos llevará a un salto quántico, que culminará con la efectiva alteración genética.
Para algunos más despiertos, ese proceso será menos sufrido, pues requiere menos esfuerzo espiritual y disciplinario, ya que la ética y la evolución caminan juntas, siendo los pilares del Eterno en torno del amor incondicional. Al alterar nuestro ADN, estaremos yendo bien en la ética, en la disciplina, pero estaremos aún bien lejos en el amor incondicional. Este comenzará a fijarse en nuestro sistema, pero comenzará a ser activado, al adentrarnos a la 5ª dimensión. En ese giro galáctico en que estamos inseridos, tenemos toda la historia de la última Atlántida para acá.
La constelación de Draco es formada por Ancor y Darion, que están al norte magnético de las tres pirámides principales de Egipto: Quéops, Mikerinos y Gizé. Esas tres pirámides forman en tierra la constelación de Orión: Mintaka, Alnilan y Alnitaka.
Así, tenemos al sur magnético la constelación de Orión en las tres pirámides, al norte la de Draco y mirando para el este, la Esfinge.
Egipto y América Central reflejan sus opuestos en los cielos. Claro que no es coincidencia...
La posición de estas constelaciones así se encontraba hace aproximadamente 10.500 años y no hace 3000 años, como quieren alegar los historiadores. La Esfinge es aún más antigua. Se alega que ella data de la 4ª dinastía, más en esta época el tiempo era muy seco y, por el tipo de fisuras que la Esfinge posee, así como por los diseños en ella encontrados, se presupone, que sean característicos de épocas de mucha lluvia.
Se sabe que Egipto, que queda al norte de África, fue una área de rica vegetación millares de años antes del primer Faraón.
En cuanto a la astronomía entra en discusión entre egiptólogos y geólogos, la Esfinge mira para el este. Hace 2500 años, al este, estaría la constelación de Tauro, pero, como el cuerpo de la Esfinge es en forma de león, probablemente la hipótesis más lógica es la de que al este estaba la constelación del León y no de Tauro. Pues hace 10.500 años, al este, se encontraba en el Cielo la constelación del León, en el equinoccio de la primavera.
Es probable que las pirámides sean resquicios de la más antigua de las civilizaciones. Cada bloque de piedra perfectamente tallado pesaba cerca de dos toneladas; quien podría haber hecho este esfuerzo sobre humano, si no con uso de instrumentos y técnicas súper avanzadas?
La pirámide de Gizé proyecta el Cielo en el suelo. En la gran pirámide no hay inscripción en las paredes como en las demás. Muy probablemente, hace millares de años esta habría sido un centro de iniciados. Sus dimensiones forman un ángulo recto perfecto. En la cámara del rey tiene dos salidas. La del norte daba en Orión, que estaba en esta posición hace 10.500 años, y la otra da para el este, en la constelación del León, en las mismas condiciones.
Volando de Egipto para América Central, llegamos a México, para la civilización Maya, que existió aproximadamente hasta el año 1.000 D.C., en Chichen Itzá.
La pirámide del Sol tiene 4 plataformas con 91 gradas cada uno, o sea: 91x4=364; más un escalón que es el tope, sumando 365 gradas, que es el número de días de un año, denotando la importancia que esta civilización daba al calendario y a la astrología.
En el equinoccio el Sol nace al este, en el solsticio, al norte y al sur.
En el equinoccio de la primavera y otoño, hay una ilusión óptica en estos dos días, de una serpiente en el lateral de toda a pirámide, que sería la “Serpiente Emplumada” de los Mayas, o Quetsacolt, que los estudiosos, como José Argüelles (autor del libro “Factor Maya”), dice haber sido una representación de Jesús Cristo. La pirámide del Sol tiene la misma medida que la de Gizé, en Egipto, aún habiendo sido construidas en épocas distintas y lugares muy distantes para la época. Mas la pirámide Maya fue realizada para ‘reflejar’ las Pléyades, - o en el lenguaje maya:”Teotihuacan” - literalmente: ‘cuando el hombre venía del Cielo’.
Lo interesante es que Maya es exactamente una de las siete estrellas que forman las Pléyades.
El calendario de este pueblo es tan perfecto, que prevé acontecimientos hasta hoy. Muchos temen el fin del mundo que estaría escrito en el Cielo, de acuerdo con el Calendario Maya.Volando para el Perú, tierra de tantas rutas sagradas y secretos ocultos, tenemos las líneas de las constelaciones en el suelo. Ejemplo: “La gran Araña” constelación de Orión. Los habitantes de Nazca, los Mayas y los Egipcios, preveían la evolución de las constelaciones por milenios.
En el límite del Perú y Bolivia, tenemos el Lago Titicaca, que es un lago de agua salada, resquicio del mar que allá existió, antes de la caída de la Atlántida, destruida por concentración de la energía de cristales, con efectos semejantes a la energía nuclear.
Al sur de Paracas está la planicie de Nazca, donde están las famosas formaciones geométricas en el suelo. Se trata de un impresionante conjunto de líneas y de dibujos representando animales diversos, con tamaños que pueden variar de decenas a centenas de metros. Son 525 Km. cuadrados de manifestaciones del género. No hay explicación para el fenómeno, que solo puede ser visto de lo alto, en un vuelo panorámico, lo que una vez más nos lleva a preguntarnos:”Serían los dioses astronautas”?
Tenemos pirámides dentro de nuestra Amazonía, donde aún hoy, se encuentran tribus de hombres rubios, altos y de ojos azules. De quien serían descendientes?
En Escocia, tenemos un gran calendario de piedra, donde se miden con exactitud hechos, como por ejemplo cada 19 años, la Luna se pone al centro de las piedras. Se miden los movimientos de los astros que son diseñados en el suelo, tal como en Nazca. Otro círculo de piedras queda en Gran Bretaña.
La gran mayoría de esos monumentos, indica el solsticio de invierno, que tiene el día más corto del año, tal cual el relato del “Libro de los Muertos” de los Egipcios (por señal muy semejante al Apocalipsis de San Juan, pero con otro lenguaje), que relata el pasaje para el mundo de los muertos justamente un 21 de diciembre.
Seria esta la fecha del tan temido “fin del mundo”?
Pienso que a nosotros, descendientes de esta mezcla de razas estelares, cabe orar, vigilar, hacer nuestra parte en las mínimas cosas y confiar, pues así como el zodíaco, todo en el universo fue perfectamente trazado y espera por nosotros de brazos abiertos, en el abrazo infinito de una Nueva Era.
Mucha luz!